Rock Imperium. El viernes de Carthago.

Rock Imperium 2023:
Crónica del viernes 23 de junio.

     En un verano cargado de ofertas de festivales y de giras “esperadas”, con un fin de semana donde además coincidían varios eventos, el mismo viernes Rammstein, el sábado Mötley Crüe y Def Leppard y sólo dos semanas antes viviendo a tope todas las jornadas del Z! Live, había que planificar muy bien para elegir y cuadrar viaje, horarios, trabajo, familia, etc.

Dos compañeros de EdeM estuvimos en el Rock Imperium, con una acreditación de redacción para la jornada del viernes 23 de junio. Nos congratulamos enormemente de haber podido acudir como medio especializado por vez primera al festival cartagenero y poder ser altavoz del mismo, sobre todo en el sur peninsular, en Andalucía. Agradecemos a Madness Live la confianza. Esperamos devolverla con este reportaje, con el apoyo y promoción del evento en venideras ediciones, ya con una cobertura total.

Carthago Nova, el Imperio del Rock.

En diciembre, tras ver que la mencionada jornada del viernes nos cuadraba a ambos, por ser la cita más metalera en cuanto a Heavy Metal /Rock, la que más nos entusiasmaba, decidimos pillar las entradas (bueno, a Javier Barrera se la trajeron los Reyes Magos…) y reservar alojamiento en Cabo Palos, a unos 25 minutos del recinto. Eso sí, con piscina incluida…

Sobre la elección del viernes, el citado compañero comento que «ver en el mismo día a muchos de los grupos que mantuvieron el tipo en los 90-2000 a pesar de los cambios de formación, de la revolución tanto en la forma de hacer música como de venderla, era un reclamo muy fuerte para nosotros».

A la aventura se sumó un nuevo amigo, Mario G., un crack de buena gente, al que saludamos e invitamos al siguiente metalsarao.

El nuevo recinto de El Batel.

Escenarios principales bien situados, pensando en el público. Espacio ampliado y mejora de servicios.

     Daremos una visión global de lo que nos pareció el recinto, ubicado en un parque frondoso muy bonito donde los espacios estaban bien distribuidos. Los dos escenarios principales están idóneamente bien situados, al final del propio parque. La explanada hace como un poco de cuesta y es un punto el que siempre estés un poco más alto que el escenario (en todos los conciertos siempre hay alguien más alto que tú delante, ley de primero de festival).

Los WC bien repartidos a ambos lados del recinto y dos barras con bastante personal, súper amable (un aplauso). No hubo cola alguna ni para ponerse las pulseras ni para entrar ni pedir bebidas, al menos el primer día de festi.

Curiosamente, la mayor cola estaba en el puesto del merchandising. Fue una constante durante toda la jornada, lo que hizo que algunos pasásemos de esperar tanto para poder comprar una camiseta (ya la hemos pedido por la web, je je). El sistema tradicional para este caso de llegar y mientras miras y te decides que vayan atendiendo a otra persona lo vemos mejor.

El escenario 3. Un remanso para descubrir bandas menos consolidadas.

     El tercer escenario y todos los puestos de comida (Food Trucks) estaban un poco alejados. Había que subir unas largas escaleras, bien acondicionadas y con gente de seguridad siempre pendiente, que a más de uno/a le serviría de sesión de Gym. Era un paseo, salvable si no hacías la peonza de los Estrella y Cartagena Stage a este último enclave musical.

Nos pareció ver un pasillo que desde el mismo recinto principal podría haberse usado de atajo, un camino más directo.  

Ahí estaba situada la zona/terraza «Vip Podium», algo desangelada ese día; se podría acortar un poco y no pasaría nada. Igual fue por seguridad, no sabemos. Esto no lo entendimos del todo. Habría que preguntar a la organización.

«Los gemelos se me han puesto fuertes y eso que sólo estuve una jornada», comenta jocoso J. Barrera.

En esta misma zona también había más servicios, un área para sentarse a descansar y papear, unos puestos con camisetas, diversas asociaciones (una de protección gatuna) y algún punto de promoción turística y de las universidades de la ciudad. Buena iniciativa.

Tenemos que alabar el servicio de lanzaderas que nos facilitó el ir y volver sin temor a que la bebida nos jugase malas pasadas. Por último, comentar también que había servicio de taquilla, para poder dejar tu mochila y enseres. ¡Todo muy pensado para poder disfrutar a tope! Bravo por todo este despligue logístico, lo vimos todo bien organizado.

Quizá nos faltaran stands de merch como en otros festivales, pero poquito más.

Las bandas que pudimos ver.

Ángel Negro

Ebrios de energía. Ponga otra ronda.

     La banda paisana del festival salió ante su público y amistades a darlo todo a las dos y cuarto de la tarde, puntualmente. Nos gustaron bastante pues habíamos hecho parcialmente los deberes el día antes escuchando un buen puñado de sus temas (tienen un único disco), mientras trasegábamos unas copas.

Hard Rock/Heavy melódico, ochentero, muy para cantar con ellos. Cantante con muy buena voz y con marcado carácter reivindicativo con su bandera del Orgullo bien visible. El sonido digno, mucha movilidad por parte de todos sus integrantes y presencia de teclados relevante (cuyo componente también le hace segundas voces). 

En algunos pasajes nos recordaron a unos Saurom o a Mägo de Oz de la etapa Finisterra. Recomendamos que escuchéis su tema “Solo espérame” donde colabora la cantante Celia Gambín. Una locura. No sonó en el festival, pero claro, basaron su repertorio en temas más cañeros.

Otra composición que nos gustó fue «Hijos del mal», aunque sonó algo baja la voz. Por su parte, «Monstruos en mi jardín» nos recordó a Megara, un temazo que nuestro amigo Mario grabó para su hija Julia.

¡Buena cosa para comenzar la jornada!

Jolly Joker

Son un no parar.

    Como ya los habíamos visto recientemente en el Z! Live, J. Barrera vio algunos temas de Ángel Negro para  ver el último arreón de Jolly Joker.
Esto comenta. «Llegué cuando estaban tocando “Fuck It All” y aquello sonaba de maravilla. Pues nada, a pedirse otra cerveza, ¡qué se le va a hacer! pues con esta gente no hay quien pueda. Como decía mi colega: me llegas a decir que son de Los Angeles y me la cuelas. Como cada vez que los veo, chute de energía y subidón. Triunfaron una vez más.»

Alae Noctis

Retro Hard & Heavy. Una vuelta al pasado muy actual.

     La actuación de la bizarra formación murciana se pisaba con el show de Leo Jiménez, por lo que finalmente decidimos dar cancha a formaciones que nunca habíamos visto y la apuesta por Alae Noctis no nos defraudó.

Nada más llegar y pedirse otra cerveza, J. Barrera se preguntó: «¿Night Ranger? ¿Van Halen?» Estos cartageneros prácticamente desconocidos para nosotros resultaron un nuevo descubrimiento. Sonido Hard Rock ochentero a tope con sintetizadores y ritmos bailables. Investigando un poco (la verdad es que no tienen unas redes sociales bien actualizadas ni página web, lo que hoy en día veo fundamental para obtener información), pudimos saber que cuentan ya con varios discos a sus espaldas y llevan desde ¡1998!

¡Bienvenidos a los ´80, peñaaaa! Eso pensamos de inmediato al oír su propuesta musical (y al ver sus videoclips).

«Win Or Die» y «Evil Ways» las disfrutamos, en esa onda de euforia y nostalgia de la que hablábamos más arriba. «¡Cuidaos de las malas compañías!», nos advertía su líder y vocalista, del que nada sabemos.

Nos llamó la atención el que el sonido de los amplis de guitarra fuera recogido a través de micros. Eso le daba una calidez especial y así lo constatamos.

Rollo ecléctico, vintage, cuerdas MIDI, Synth sampleados, chulería… Música ideal para conducir. Malditos Yankees…¡Ah no, que son de Murcia! ¡La jornada iba de maravilla!

Headon

Rabia, corazón... y éxodo futuro al Cartagena Stage.

     La actuación de Headon empezamos a verla con algún tema ya ejecutado, al venir de reponer energías. Una lástima el global porque el sonido no era nada limpio, con baterías algo saturadas y voz por debajo de lo deseado.

Era la primera vez que veíamos uno de sus directos, aunque sí que habíamos hecho un par de reseñas de sus discos «Cicatrices« y «Génesis». Teníamos ganas de saber cómo se desenvolverían en las tablas, así que prestamos atención tras disparar unas cuantas fotos desde el foso.

«Canto de sirena», con Jessie Williams (Ankor) en estudio, resultó tema contundente que supieron salvar convenientemente con el apoyo en las guturales de los compañeros de Andy, el vocalista (hay que reconocer su valía al frente de la banda).

Gente bastante entregada que en número de unas doscientas personas arroparon a la formación de San Pedro del Pinatar (vecinos de festival), una agrupación que por calidad musical, Line-Up y discografía deben recalar, más pronto que tarde, en el Cartagena Stage.

Evergrey

Nunca fallan, con o sin instrumentos.

    Turno para Evergrey, que tras el mal sonido que tuvieron en el Z! de Zamora, tenía ganas de escucharlos en mejores condiciones. El día anterior publicaron que habían perdido el equipaje incluido instrumentos y pedían colaboración al resto de bandas del día para que les prestasen las suyas. Creo que no hizo falta, pues no noté nada extraño con respecto a anteriores ocasiones. Es más, pensé: ¿Evergrey a las 16:20h. de la tarde? Es un grupo que me cuadra más para verlos de noche, con su iluminación característica monocromo, el humo, etc. Pero no hay problema. Cuando se tiene un repertorio de ese calibre y calidad, y sonando contundente y limpio como en esta ocasión, entran a las mil maravillas. 

El repertorio fue casi el mismo que en el citado festival, por lo que no detallaré mucho. Comenzaron con “Save Us”, creo recordar que sonó “Distance” que no lo hizo en Zamora, y temazo tras temazo como diría mi amigo El Puli: “Eternal Nocturnal”, “A Silent Arc” y así hasta llegar a “King of Errors”. Muy buen concierto de los de Gotemburgo.

     De Melt4 y Steve´N´Seagulls no vimos prácticamente nada, pero ese nada se concreta en esto: 

Melt4 sirvieron para el avituallamiento y descanso mientras los veíamos de lejos. Apreciamos un heavy metal ochentero (y es que la jornada era casi temática) con algún riff a lo Metallica pero con melodías más propias de unos Green Day. Una mezcla rara y loca pero que para disfrutarla de fondo no estuvo nada mal. Además, siendo japoneses y jóvenes, no te puedes esperar nada convencional.

De nuevo para abajo para ver unos minutos de Steve´n´Seagulls. Hablando de propuestas locas, el escuchar temas de Metallica y clásicos del heavy en estilo folk a las seis de la tarde, casi en julio con un sol y un calor importantes, es decir poco. Aun así, bastante público ya a esas horas y muchos hasta bailando como si no hubiese un mañana. ¡Benditos festivales!

Saratoga

Una garantía por siempre.

     Y si empezábamos esta crónica hablando de bandas luchadoras que no arrojaron la toalla nunca y que han seguido llevando el Heavy Metal por bandera a toda costa, sin desfallecer, ¿qué decir de Saratoga?

El público los acogió como se merecían, cantando cada uno de sus temas a pulmón y dándolo todo. Salvo algún problema de sonido puntual, cuando basas tu repertorio en temas más clásicos como “Tras las rejas”, “A morir”, «No sufriré jamás por tí», “Maldito corazón”, “Las Puertas del Cielo”, “Mi Ciudad”… Cómo se agradecía la disposición de los escenarios principales con algo de pendiente hacia abajo, pues podías ver perfectamente el bolo.

Colaboración de Leo Jiménez en “Vientos de Guerra“ y momento íntimo con “Si amaneciera”, con un piano pregrabado que empastaba a la perfección.

A Saratoga no se le puede pedir más a nivel de ejecución en directo, porque son siempre garantía, pero sí podrían currarse más la puesta en escena, más aprovechando la pantalla de la que disponían donde únicamente aparecía algún logo o motivo de la banda. ¿Imágenes alusivas a su XXX aniversario?

En cuanto a sus integrantes, Niko del Hierro y Jero Ramiro, los dos más veteranos, continúan llevando el peso del cotarro; Arnau Martí, el último fichaje, una mala bestia a la batería que sonó atronadora.

Mención especial para Tete Novoa. Se dejó la piel, cantó como nunca, o mejor dicho como siempre, pero con un punto más de pasión.

Para el tramo final un trío de ases: “Como el Viento” (que dedicaron a las personas que ya no están), “Perro Traidor” y la apoteosis final de “Resurrección” con el fortachón cantante subido a la valla de las primeras filas manguera de agua en mano, empapando al público y así mismo y zambulléndose entre la multitud.

¡Una salvajada de concierto!

Ciclón

Añejo Heavy nacional. Fuera de control.

    Con todos los respetos para Blind Guardian, quienes han sacado un magnífico disco, decidimos saltarnos su show (muchas veces disfrutado) y volver a apostar por bandas no vistas anteriormente y menos Mainstream: los madrileños Ciclón y los italianos Secret Sphere,

Lástima que tampoco pudiéramos ver completa la descarga de Ciclón, a la vuelta de Saratoga. Te llevan de nuevo a aquellos `80 por música, imagen y estilo. Heavy clásico español muy en la onda de aquellos grupos tipo Sobredosis, etc. Solo tenéis que escuchar “Luna de Lobos” (de lo más heavy y veloz), «Caballeros del Rock», “Ese es el Juego” (última entrega sonora, de 2022) o «Matar por matar», tema éste que dio mucho juego gracias a la performance con su «Airgam Boy» militar, metralleta en mano y que es un mensaje antibelicista.

 En general, sonido potente y nítido, velada breve pero intensa ante un escaso centenar de fieles.

Secret Sphere

Recuerdos de Valkirias y efervescencia del Power Metal.

Una de las bandas a la que teníamos enormes ganas de ver, por ser primera vez, por su tirón en la eclosión del Power Metal de corte más épico de finales de los noventa, por calidad técnica y musical, era Secret Sphere, provenientes de la ciudad de Alessandria (Piemonte, Italia), y que llevan en activo desde 1997, dándose a conocer con aquel lejano «Mistress Of The Shadowlight» de 1999.

Magníficos recuerdos que se transformarían en un directo fresco e intenso.  No nos defraudaron para nada; tampoco a las doscientas personas que se interesaban por la propuesta de los transalpinos.

El guitarra y fundador Aldo Lonobile (parte de infinidad de grupos y aliado del sello Frontiers Records), bien arropado por el resto de sus músicos, sobre todo por los teclados de Gabriele Ciaccia (aunque se pudieron apreciar muchos sonidos pregrabados, como algunas voces de apoyo), el impresionante batería Marco Lazzarini y el vibrante bajista Andrea Buratto,  consiguieron ofrecernos un auténtico show de power sinfónico de primera («más Power y menos Prog de lo esperado», apunta P. Aliscar).

El descalzo vocalista Roberto Messina es todo un prodigio de voz y saber estar en el escenario. Difícil destacar algún tema pues entraron todos como un dulce. “Lifeblood”, “Loud & Raw”, «On The Wings Of Sun», “Alive” y un primigenio “Recall of the Valkyrie” hicieron que no nos arrepintiésemos de perdernos a los teutones ciegos.

Incomprensible que con la calidad y bagaje que tienen estuviesen en el escenario pequeño y coincidiendo con bandas “cabezas de cartel”, pero cosas que pasan.

Echamos de menos un cierre distinto, en el que se despidieran de sus fans, alguna foto final, algún guiño… fue algo frío su adiós, más cuando suelen pisar poquísimo suelo español.

Helloween

No hay empacho de calabazas posible.

Se escapaba la noche irremediablemente y llegaba la hora de ver de nuevo a nuestros Helloween. Como el repertorio, escenario y espectáculo eran los mismos que en el Z! Live Rock Fest, ya sabíamos lo que nos esperaba, así que nos centramos más en disfrutar que en estar atentos a no perdernos ni un detalle.

Vimos el espectáculo de los Pumpkins United desde una zona más alta de la loma verde de El Batel, poblada con mucha gente pero sin aglomeraciones, permitiéndonos disfrutar del directo helloweenero en perfectas condiciones y pudiendo salir y entrar como media docena de veces, para repostar en barra (volvemos a remarcar las excelentes condiciones de este servicio, personal y ubicación).

Comenzaron con “Skyfall” que es un tema muy bueno y digno de la banda, magnífico para su disco de reunión, pero cuando te suena a continuación “Eagle Fly Free” y se van alternando temas de la era Deris en adelante con tríos como “Save Us”, un medley de “Metal Invaders / Victim of Fate / Gorgar / Ride the Sky” y “Heavy Metal (Is the Law)”, habiendo sonado anteriormente “Future World” y para terminar una primera parte del show cae un “How Many Tears” imperial… pues poco se puede decir. Vellos de punta, y garganta y cervicales destrozadas.

Le ponemos la guinda de “Keeper of the Seven Keys” y el fin de fiesta con confetis y calabazas gigantes a modo de pelotas en “I Want Out”, pues uno se va a ver a Stratovarius con una sonrisa de oreja a oreja, extasiado.

Stratovarius

Sólo los fuertes sobreviven... ¡Y de qué manera!

     Cuenta J. Barrera que tenía dudas con la banda suomi, porque las últimas veces que los había visto «habían andado entre bien y regular».

Más optimista se muestra P. Aliscar, quien pudo ver a una de sus bandas Top 3 el año pasado en Villena (crónica aquí), donde dieron un concierto notable, ya con algunas canciones del último lanzamiento, «Survive».

Pero lo de esa noche no lo imaginábamos en el mejor de los escenarios, nunca mejor dicho.

Un repertorio brutal, cargado de éxitos, muy bien elegido porque tocaron composiciones de hasta 6 de sus álbumes. Siempre se echarán de menos temas referentes que sí caerían en un concierto de gira propia, pero para ser festival, y comparándolo con otras citas pasadas, consideramos que fue el mejor setlist de los últimos tiempos, sin duda.

Sonido impoluto y cuidado con digna puesta en escena, con la pantalla intercalando fondos con el logo del grupo (aquí sí que echamos en falta un extra de visual).

Fue un conciertazo de principio a fin. Los temas de su último álbum como el inicial “Survive”, “Broken”, “Glory Days”, “World on fire”, “Frozen in Time” maridaron a la perfección con los clásicos “Eagleheart”, “Speed of Light”, “Paradise”, la preciosa “Winter Skies”, “Father Time” (sigue emocionando) o “Black Diamond” (impresionante esta dupla). 

El baladón “Forever” puso algo de sosiego a una función acelerada y repleta de Hits,  con una despedida, locura total, con la final “Hunting High and Low”. Extasis de nuevo. Sí, habéis leído bien la selección de temas. Para los fans de Stratovarius, entre los que nos contamos los dos que escribimos, fue un órdago completo, de ensueño.

* Contenidos especiales, para tí que eres súper fan del grupo: 

T. Kotipelto esta vez se salió. Siempre ha sido un gran animador, y en esta ocasión además cantó excelentemente bien. Jens Johansson y Matias Kupiainen haciendo diabluras con sus solos; Lauri Porra le ha dado una movilidad y simpatía extra; Rolf Pilve por su parte, es un batería contundente y que sonó de lujo.

Particularmente, comenta Pablo A. que «el catálogo de canciones ofrecido fue sorpresa mayúscula y un regalazo. Eso sí, si me dan a elegir sustituir algún tema por otro de este magnífico setlist, eliminaría sin duda el dúo instrumental «Stratosphere» + «Holy Light» (algo pesado) y metería cualquiera de los 3 primeros cortes del disco «Fourth Dmensión» que son una maravilla y das cancha a temas más antiguos (no sé si el asunto de derechos de autor se lo impide); «Winter Skies» y «Unbreakable» los cambiaría por «Millennium» y «Will The Sun Rise?», por ejemplo. Soñar sigue siendo gratis y maravilloso.»

Podéis ver el álbum completo del ROCK IMPERIUM en Flickr pinchando aquí o sobre las fotos que dejamos a continuación (con las fechas ➡️)

Rock Imperium 2023, jornada del viernes.

Cartagena aguarda un Rock Imperium 2024 colosal.

Así vivimos la primera jornada del Rock Imperium 2023. Quedaba una barbaridad de festival por disfrutar, cosa que no pudimos hacer esta edición pero de lo que esperamos poder resarcirnos el año prçoximo, cita festivalera que promete ser punta de lanza en sucesivos veranos.

Nos consta que sábado y domingo fueron apoteósicos con el remate final del concierto de KISS cerrando el evento.

En resumidas cuentas, para nosotros fue una primera toma de contacto con el festival, una gran tarde-noche llena de buena no, buenísima música, gran ambiente, organización a la altura y servicios dignos. La sensación global que tuvimos fue de estar en un gran festival; con mimbres de crecer aún más, bien planteado y sin agobios.

Esperamos poder repetir experiencia y si vamos acreditados como medio especializado apoyando al Rock Imperium, pues mejor que mejor.

¡Vivan los festivales de verano bien hechos y viva el Metal!

Sun, Beach & Metal. Salve, Carthago Nova!

Autores de la crónica:

  • Pablo Alarcón.
  • Javier Barrera.

Fotografía:  P. «Aliscar» Alarcón.

Edición digital: José Luis Alarcón.

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