EdeM: 4) Siempre suelo hacer la comparación, salvando las distancias, de lo que ha podido representar Mägo de Oz en nuestra escena, con lo que simboliza Iron Maiden a nivel global. Los de Txus en España, los de Harris en el mundo: por número de fans, por repercusión, por cifras de ventas, por escenografías en giras, por popularidad y mainstream, por volumen de conciertos, por traspasar fronteras, por merchand, etc. Sin embargo, en nuestro país siempre apedreamos a quien osa salirse del patrón a seguir, por decirlo de alguna manera. Esto lo describes muy bien en tu libro. ¿Qué más nos puedes decir?

I. A.: Sí, totalmente. Gracias por la apreciación. Ten en cuenta que, en España, si te sales del gueto heavy metal te apedrean. A Mägo de Oz le pasó con Finisterra. Siempre estamos lloriqueando y pidiendo más reconocimiento en los medios, y a la que un grupo despunta y sale en esos medios, a darle caña porque “se ha vuelto comercial”. La verdad es que es un sinsentido y, a la vez, muy vergonzoso. Yo, si un grupo que nos representa destaca y toca en muchos sitios, me alegro por ellos y por mí, porque están dando a conocer nuestra cultura a gente que tal vez sigue pensando en los tópicos manidos de siempre, que nos relacionan con las drogas, la delincuencia, la poca higiene, la falta de estudios… Pero claro, hay metalheads que prefieren involucionar y seguir estancados en los ochenta.