Lèpoka + Red Juggernaut + Tooth Unlabeled Society en Sevilla (Sala Fanatic)

Soplete en vivo: Lèpoka + Red Juggernaut + Tooh Unlabeled Society en Sevilla (Sala Fanatic, 17/02/23)

 

El "picorsito" que te da un "Red" "Unlabeled"... con cola...
¡y 3 cubitos de directo!

     Acudir  a un bolo como el que nos trae hoy aquí, de la mano de Esquirlas de Metal, sin los despistes y hándicaps «espirituosos» propios que implican hacerlo con más gente, fue una experiencia digna de recordar en tiempos futuros.

Era la primera ocasión que tenía el placer de disfrutar de bandas «en solitario», sin tener que atender al grupo de amigos con los que solemos venir a este tipo de eventos, teniendo en cuenta que siempre es un placer  charlar con los muchos conocidos con los que te vas cruzando en la Sala (integrantes de bandas incluidos)  por lo que, me reafirmo en lo diferente de este concreto «Soplete en vivo»

Red Juggernaut

He de admitir que sólo días antes de la descarga de los Red Juggernaut no me había acercado a su propuesta, entendiendo que se desligaba de lo que suelen ser mis gustos personales. 

Me insistieron mucho en la calidad de su sonido y, he decir que me encantaron en estudio.

Ya sólo quedaba constatar que el trabajo de estos sólo tres componentes se refrenda en el directo.

Tuve la ocasión de conocer a su cantante y baterista Iván Corpas antes de descubrir a la banda en un Leyendas del RockUn tipo de «culo inquieto» que lleva varias bandas en su haber y que, como habréis leído, es capaz de aunar las voces de los Red mientras aplasta, literalmente, su batería con sonidos muy contundentes y bien trabajados.

El concierto de los chiclaneros empezó, como cualquier primer disparo de una serie de conciertos en cualquier sala/ festival que se precie, con unos iniciales problemas de sonido en la «intro» y el brutalismo tema «Blast Off « que, pese a dichos inconvenientes, sonó razonablemente bien.

Es bastante sorprendente la calidad que atesora una banda tan novel y con tan pocos integrantes.

No negaré que la formación parecía apresurada en su descarga, entendiendo tal circunstancia a cuenta de  los tiempos que les pudieran ser marcados, por lo que, casi sin tiempo para mucha cháchara, atacaron con «Machine Gun» donde la guitarra se marcó unos riffs gratamente sorprendentes con una muy buena cadencia y que desplegaba un sonido bailable y muy melódico. Me encantó esta composición en directo. 

«Human Target» me resultó más frenética, con un gran trabajo del bajo «Fraker Dave» que marcaba, junto con la batería, la melodía del tema de forma más que congruente y conseguida.

No se equivocaron los Red Juggernaut (pensaba yo en mis adentros), al elegir los temas que más me habían llamado al atención de su primer lanzamiento para este directo.

«Mr. Magnum» es un auténtico trallazo que suena más calmado y, sin embargo, la potencia de las baquetas del Sr. Corpas y las cuerdas de Pablo Muñoz dan intensidad y presencia al tema.

Por último, los de Chiclana se despedirían con «Pushing The Trigger» y, es una lástima, porque en este punto la banda estaba ya muchísimo más cómoda que en los inicios del directo y denoté lo mucho que pueden hacer cuando se «desbordan» 

Tuve la ocasión de hablar con Iván tras el concierto, quien me confesó que no se oía muy bien a sí mismo bajo la impresionante batería en la que estaba metido y eso le pudo condicionar.

En cualquier caso, Red Juggernaut es una bandaza de Hard Rock y Heavy metal, con muchísimas aristas y un buen proyecto audiovisual por delante, (del cual no voy a desvelar nada aún) según pude conocer de manos de su vocalista, y  que, en caso de que se fragüe como tienen pensado, será digno de ver.

Yo, por mi parte, seguiré a la banda de cerca y disfrutaré de su música allá donde vayan. 

Tooth Unlabeled Society

A Tooh Unlabeled Society, segunda banda que le tocaba intervenir en este mini festival de la Sala Fanatic, seamos francos, no le acompañó el sonido.

Y es una verdadera lástima, pues en ocasiones dichos fallos técnicos te sacaban del directo.

La guitarra en ciertos pasajes era casi inaudible desde la perspectiva en la que me encontraba y eso entorpecía el sonido completo que la banda intentaba trasladar.

La descarga comenzó con «Shores of Rubicon», un tema bien compuesto a mi entender y con diferentes pasajes atractivos y cambiantes, que destacan la buena labor compositiva de esta joven banda.

Continuarían su descarga con «Orphan» y «Through The Stone», momento en el que me percaté del trabajo exquisito que se marcaba a medida que avanzaba el bajista, Nacho Sánchez, que tiene una calidad técnica muy llamativa, a mi parecer.

Con «Lullaby» el concierto pareció dar un vuelco a mejor, pese a que a Cristina le seguía faltando espacio en el escenario para corretear y desplegar todo su arsenal vocal que, creedme, tiene a raudales, pero sin embargo, a partir de aquí, la vi más desenvuelta y entregada. 

No fue hasta el final del concierto donde tuve oportunidad de hablar con la vocalista, quien me confesaría que éste era sólo el quinto concierto de los Tooth desde que se formaran como banda,  lo cual me hizo ver con otros ojos la valentía de la formación, al proponer temas tan complejos de ejecución y bien planteados y, pese a los problemas técnicos ya comentados, poder sacar la garra que sacaron.

Esto último que comento fue brutal en «Cursed», su penúltimo corte, donde disfruté de lo lindo con todos los componentes y del tema, que me pareció un cañonazo, bien  trabajado y  que, me parece, debe ser el buque insignia de la banda, por lo acertadísimo de su composición.

Los mejores Tooth, como decimos, aparecieron aquí y, ¡joder si dan tralla!.

La banda se despediría del público sevillano con «The Realm of Ignorance», dejando los visos de una agrupación que, si bien aún le queda trabajo por realizar, tiene unos mimbres y cimientos ilusionantes para quien suscribe y que deben pulir para obtener los resultados que, desde luego, se merecen.

Lèpoka

Y, finalmente, los “cabezas de cartel” irrumpieron en el escenario de la Sala Fanatic, con una afluencia de público más destacable que en las otras dos descargas.

La sala, que se encuentra inserta en un polígono industrial, no da la posibilidad de realizar la alternancia previa de cervezas y resto de  bebidas espirituosas, al margen de la barra donde tan amablemente fuimos atendidos quienes nos acercamos a ella pero, al tratarse de un grupo como los Lèpoka, nos permitiremos realizar una crónica, no tan al uso, pero divertida, tirando de analogías de bebidas alcohólicas para daros una idea de cómo fue el bolo.

Obviamente, que duda cabe, que la licorería  es la propia discografía de la banda que despliega, como ya todos sabéis, un puñado muy grande de buenos temas, bien compuestos y grabados, en los que destacan, en mi humilde opinión, los que componen el disco que presentaban en Sevilla, es decir,  “El Baile de los caídos”, que resulta ser un muy buen trabajo del que, para no enrollarme más, podéis saber de mis impresiones AQUÍ.

El citado disco fue el auténtico protagonista de la velada, nuestro particular vaso de sidra ¡grande! donde se volcarían las diferentes bebidas de «agua con misterio» que tomaríamos a medida que avanzara el concierto.

La canción homónima del plástico fue la primera en ser desplegada ante el público sevillano, destacando en este caso que los integrantes de la banda comienzan a ser más cercanos a un rioja de reserva que a un crianza. Se notan las tablas y la cohesión de la agrupación, habiendo sido éste su gran año en lo que respecta a conciertos y repercusión.

Pero claro, la cerveza en vaso helado tiene un nombre propio, y no deja de ser otro que el violinista  Dani Fuentes, (ex – Débler /Debler Eternia),  quien implementa ese aire fresco que les ha venido que ni pintado a  este grupo de  amigos y músicos que son los Lèpoka.

«Eternia» y «Hevyátrico» fueron las siguientes en ser lanzadas por los de Castellón.

Os dejamos un video que pudimos realizar en ésta última que entendemos hablará mejor de la ejecución de la canción que cualquiera de mis palabras.

La que es una mis canciones preferidas del disco, «Pandemonium»,  continuó la descarga de  Lépoka.

En este punto, me interesa destacar la soberbia labor de Popez a la guitara, quien me da la sensación cada vez suena más atronador, cual buen chupito de  Jägermeister en una hora avanzada de la noche. Gusta verlo disfrutar.

En el triunvirato de «Picorsito» + «Skoll» + «Resakoff «realzo el trabajo de Zarach a los vientos, y me resulta como un buen vermut en una plaza de pueblo a las 12:00 de la mañana.

Es muy agradable verlo tocar y disfrutar sin, a mi modo de ver, trasladar al público ningún estrés o dificultad al materializar sus melodías para la banda que, creedme, no son pocas ni fáciles.

Con «Sombra de libertad» y «La batalla de los cueros de vino», tenemos la llamada coloquialmente por estos lares “la copa que sobra”. Me explico:

La intervención de Migue de Saurom fue anunciada a bombo y platillo por la banda, como ya hiciera el vocalista nazareno en el bolo de Opera Magna (podéis leer nuestra crónica AQUÍ) pero, sin entender bien porqué, se subió tarde a la primera tonada y, en lo que respecta al segundo tema donde intervino, vi al cantante de Saurom algo incómodo en su participación.

De esta forma me pareció que fue como cuando “el bareta” te invita a la última copa en el punto de la noche donde  ya estás hasta arriba y aún así, te la tomas porque es invitada. Y «tiras para adelante».

E irónicamente, así llegaría el “cubata poco cargado”. 

Ese que está bueno, porque sí, pero denotas que hay algo que no encaja y, a la postre, cuando más tiempo pasa, más a refresco aguado te sabe.

Y es que Dani, el vocalista de los Lépoka no tuvo una de sus mejores intervenciones en el directo sevillano,  donde percibí ciertos puntos del concierto («En este sueño» es buen ejemplo de ello) donde no se ajustaba demasiado bien  a los recursos vocales que se consignan en las propuesta de estudio.

Esto sería puntual, pues hay temas en los que se mueve más cómodo y luego resaltaremos, pero habría que tener cuidado con algún que otro resalte negativo a las voces del “frontman”, a futuro.

«Bibere Vivere»y «Berserkers» dieron paso a propuestas de anteriores discos. En este punto destacar el Jack Daniels “on the rock” que me pareció Zaph, el bajista, que realizó una intervención muy marcada,  sabiendo llevar las melodías de la banda con una sonrisa siempre en el rostro y con la consistencia de un buen whisky, sin cola “ni ná”.

«La huella del dragón» nos devolvía al último trabajo de los alicantinos.

Jaume, el batería, será en este caso nuestro cóctel (me da igual cual elijáis: Manhatan, Bloody Mary, etc…) pero lo cierto es que destila elegancia a las baquetas, siendo soporte importantísimo para el sonido que la banda nos intenta trasladar.

«Samhain» y «Chupito» sonaron muy bien; me gustó ver al público disfrutando, ya «embriagado», de la propuesta de estos locos folkies en este punto del concierto.

Mas quedaba el plato fuerte. «Goliardos» se «bebió de golpe» con «Seguimos en pie» (¡Qué buen tema!) para rematar con «Contra viento y marea» y «Yo controlo».

Probablemente, este último cuarto del directo de la banda fue el más cohesionado, no sólo por la propia formación, sino por la integración con el público, que hace ver que estas ultimas son las canciones con más aceptación de la banda de lejos.

Aquí tengo que pararme con Dio, el guitarrista de la banda y, para mí, uno de  los mejores guitarristas de este país al día de la fecha.

He de admitir mi debilidad hacia él, por su delicadeza y porte a la hora de llevar las cuerdas, así como su profesionalidad y sonrisa perenne mientras ejecuta su trabajo.

Definitivamente, sería un buen “gin tonic” a modo “puchero” con «tos sus avíos», de los que se gira con buena tónica y con cuchara pija.

Una auténtica delicia verlo intervenir en directo.

Como comentábamos más arriba, en este último segmento encontré al vocalista más cómodo en sus intervenciones.

De esta forma daba fin el directo de los Lépoka, dando cuenta de  que es una banda en auge, con muchos parámetros para ser una de las que se seguirá hablando en el futuro y con los cuales espero poder compartir algunas de las bebidas descritas, codito en barra, y poder seguir disfrutando de su arte de aquí en adelante.

¡¡Que os folken!!

 

 

Autor de la crónica y fotografías: Antonio J, Álvarez Asencio.

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