Y, finalmente, los “cabezas de cartel” irrumpieron en el escenario de la Sala Fanatic, con una afluencia de público más destacable que en las otras dos descargas.
La sala, que se encuentra inserta en un polígono industrial, no da la posibilidad de realizar la alternancia previa de cervezas y resto de bebidas espirituosas, al margen de la barra donde tan amablemente fuimos atendidos quienes nos acercamos a ella pero, al tratarse de un grupo como los Lèpoka, nos permitiremos realizar una crónica, no tan al uso, pero divertida, tirando de analogías de bebidas alcohólicas para daros una idea de cómo fue el bolo.
Obviamente, que duda cabe, que la licorería es la propia discografía de la banda que despliega, como ya todos sabéis, un puñado muy grande de buenos temas, bien compuestos y grabados, en los que destacan, en mi humilde opinión, los que componen el disco que presentaban en Sevilla, es decir, “El Baile de los caídos”, que resulta ser un muy buen trabajo del que, para no enrollarme más, podéis saber de mis impresiones AQUÍ.