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Os traemos reportaje sobre el Black Metal más ampuloso, majestuoso y rico en armonía, el Sinfónico.
Hail Symphonic Darkness!!
Adentrémonos en lo más pomposo y melodioso de la música extrema: paso al BLACK METAL SINFÓNICO. Antes de nada, no es cuestión superflua saber distinguir el melódico del sinfónico, este último con lo solemne de las orquestaciones, coros, mayor complejidad musical y compositiva, por norma habitual. «Una banda puede hacer Black Melódico sin ser sinfónica, pero una de Black Sinfónico lleva implícita la melodía.»
Y a propósito de esta diferenciación estilística y para adentrarnos en las raíces del género que nos ocupa, he tenido a bien pedir colaboración a un gran amigo que domina la disciplina objeto de estudio, José A. C. Lancharro, fundador del mítico «Pantokrator´Zine« y de un podcast especializado en Black Metal reciente pero muy pujante, «El sentir de los malditos«. Si os va este tipo de música extrema, no dejéis pasar la oportunidad de acercaros a sus dominios; os encantará su propuesta.
Así nos guía Lancharro al adentrarnos en la escena:
«No se puede ni se debe hablar de Black Metal Sinfónico (a menudo también llamado Black Metal Melódico, erróneamente a mi parecer…) sin situarnos en Noruega, concretamente en 1991. Es de vital importancia la aparición de una banda como Emperor, sin los cuales muy probablemente no estaríamos hablando de Black Metal Sinfónico tal y como lo conocemos a día de hoy.
Emperor en sus comienzos no eran tan elaborados ni refinados, como lo que conoceríamos después con sus álbumes completos. Pero su demo “Wrath of the Tyrant” ya nos mostraba un borrador de la genialidad que atesoraba esta joven formación, que tomó el Black Metal como elemento vital y lo catapultó a la estratosfera dotando a un estilo musical, a priori tosco y rudo, de una majestuosidad y belleza nunca antes presenciadas. Y ello no solo gracias al soberbio empleo de teclados, sino también al uso de composiciones de guitarra más elaboradas y complejas de lo habitual.
Otra pieza clave y seminal dentro del género sería el álbum compartido con los también noruegos Enslaved. Este trabajo editado en 1993 por Candlelight Records sentaría las bases de un estilo que años más tarde seria desarrollado ampliamente y se expandiría por todo el globo debido a la enorme influencia que estas bandas ejercerían sobre toda una generación de jóvenes devotos del Black Metal pero con un ansia y una necesidad imperiosa de insuflar nuevos aires a este género.
La excelencia que destilaban temas como “I Am the Black Wizards” o “Cosmic Keys to My Creations and Times” era de tal magnitud que fueron rescatados e incorporados en su primer álbum oficial, el magnífico e incomparable “In the Nightside Eclipse”.
J.C. Lancharro prosigue su disección citando un puñado de bandas «posteriores a Emperor y formadas a mediados de los 90, denominadas como Black Metal Sinfónico: Limbonic Art, Odium, Obtained Enslavement, Tartaros, Covenant, Troll (todas procedentes de Noruega), Alghazanth y Thyrane (FIN), Profanum (POL) o Anorexia Nervosa en Francia.»
Algunas otras estarían en esa línea difícil de precisar a veces entre lo sinfónico, lo melódico, lo atmosférico o experimental mezclado a su vez entre tales estilos, como el caso de Arcturus. Otras fueron catalogadas de B.M.S. en sus comienzos pero con el paso de los álbumes viraron por otros derroteros musicales.
Y un último puñado de grupos que no ha citado el compañero los meteré en el cofre de los híbridos de subgéneros, por aunar arterias de B.M. con venas del Gothic, Industrial, Epic, Horror… formaciones que sin ser propiamente blackmetaleras porque no llevan en su ADN el componente ideológico (esto daría para otro monográfico…), sí que su propuesta musical va en consonancia con los patrones al uso.
Hail,
Symphonic Darkness!!
Aclarado el aspecto de etiquetas «Sinfónico/Melódico» y con esa estupenda introducción hecha por un gran experto en la materia, será éste un especial que no tiene ánimo de ser muy exhaustivo o meticuloso sino más bien orientativo. Intentaré esbozar el género hablando de bandas que considero más representativas, aunque se me colarán algunas a las que conozco y/o aprecio más. Espero que os sirva de puerta de entrada o de cauce para agrandar conocimiento y manejo de bandas.
¿Son Emperor la formación por antonomasia del estilo? Sí, sin duda. Ahora bien, imposible, en mi opinión, continuar el artículo sin nombrar a la banda que dotó al género de una singularidad excepcional, sin ser grupo de Black Metal. Cradle of Filth no forman parte de la escena/idiosincrasia Blacker porque sus letras se enmarcan dentro del universo poético/romántico/gótico, pero su música entra perfectamente en los cánones de lo más sinfónico de esta categoría, con composiciones que recrean atmósferas únicas, de terror y sensualidad a veces a partes iguales; creaciones que ahondan en la faceta más tenebrosa y escabrosa del ser humano, la oscuridad, los personajes macabros de nuestra historia o inventados, el horror, la mujer como ser poderoso e hipnótico, semilla del Mal, etc. Y no me extiendo más porque para ello tenemos en la web un monográfico especial sobre la banda de Suffolk.
Distinguiré, ya que este artículo es algo personal, entre mi visión del género por conocimientos y gustos propios y otra quizá más objetiva y contrastada, sugerida por J.C. Lancharro.
Partiendo de mi experiencia y predilecciones me he centrado, por resumir la búsqueda, en 8 formaciones como referentes, abarcando las distintas ramificaciones dentro del estilo: Emperor, Dimmu Borgir, Limbonic Art, Anorexia Nervosa, Hecate Enthroned, Graveworm, Stormlord y Carach Angren (estas tres últimas, más bien una licencia que me he permitido). Todas, podriamos decir, del «mainstream» dentro del «underground» que es en sí el Black Sinfónico. Estas agrupaciones las analizaré con mayor detalle. Luego citaré otras que siguen su estela o que simplemente se conocen menos, siendo igualmente dignas de mención.
Voy a profundizar en estas bandas apuntadas, con algunas notas, vídeos y fotos.
Todo dicho (arriba) de los emperadores del género. Sólo queda disfrutar de sus creaciones.
Hablar hoy del titán Dimmu Borgir («Fortaleza Oscura» en lenguaje de Tolkien) es casi tentar a la suerte, porque deben ser la banda más en entredicho del planeta, por decirlo de forma suave. De éxito sin parangón en su cuota de mercado, han ido modificando su propuesta musical hacia un Black orquestal ampuloso, hasta el punto de grabar con la KORK, The Norwegian Radio Orchestra y el Coro Schola Cantorum.
Ninguneados por muchos, especialmente los llamados Trues, los aficionados más intransigentes que ven en los noruegos un grupo traidor del género, vendidos al mejor postor, edulcorando su música.
Su álbum debut titulado «For All Tid» (traducido como «Para siempre») supuso todo un soplo helado de aire fresco en la escena. Una obra sublime cargada de emotividad, con la particularidad de emplear la lengua materna, el noruego, para describir paisajes, transmitir sentimiento, odio, caos… y amparar cruzada contra el Cristianismo…
Tras unos primeros redondos más ortodoxos dentro de su heterodoxia fueron duramente criticados por cambiar su estilo a propuesta más comercial, fichando por el sello germano Nuclear Blast, viralizando su nombre y género, encumbrándolo para algunos, siendo una vergüenza para otros.
Aquí una muestra de los Dimmu más rimbombantes, accesibles y mainstream:
Citar a Limbonic Art es hacerlo a su obra cumbre «Moon In The Scorpio». Creación sublime. Indescriptible. Se paladea su espíritu innovador desde el primer segundo en que la aguja se posa sobre el vinilo. Compendio de sonidos, melodías, pasajes de notabilísimo nivel compositivo. Un carrusel de sonoridades, giros, estructuras, etc. de los que se graban a fuego en el oído. Con razón se cita cuando se habla de los tótems del género.
«De todas las bandas de Black Sinfónico que han surgido, Limbonic Art puede ser una de las bandas más consistentes y enérgicas en este género específico. No solo tenían una clara influencia de Emperor, sino que llevaron su propuesta a terrenos más oscuros y violentos. La mezcla de satanismo y temas cósmicos en sus letras fue innovadora en su momento. Necesarios para entender este sub-estilo.» (J. Lancharro)
Hay quien afirma que junto a Emperor y Limbonic Art los galos Anorexia Nervosa configuran la triada clásica del Black Sinfónico. Desde luego fueron (porque llevan tres lustros en barbecho. Ojalá regresaran…) una formación sui generis al combinar canciones en su lengua materna, el francés, incluso algún título suelto en alemán y el inglés como idioma vehicular para conectar su bizarro y ecléctico mensaje con sus fans. Peculiaridad igualmente en cuanto a su imagen, vestimentas y maquillaje. Siempre se distinguieron por un rollo gótico romántico acusado y su Metal oscuro nihilista.
En cuanto a temática, singular la que ha ido tocando la banda, desde la neurosis y la experimentación sobre la locura, hasta la violencia, el sadismo, lo prohibido y la depresión, fuentes principales del lirismo de los franceses.
Temas que despuntan de su discografía: «Enter The Church Of Fornication», «Mother Anorexia», «Chatiment de la Rose», «Sister September», «Worship Manifesto» o «Stabat Mater Dolorosa».
En palabras de nuestro experto, «no fueron los primeros en su país en flirtear con los teclados y los elementos orquestales, aunque sí fueron quizá de los que más reconocimiento obtuvieron en su momento.» Apunta a sus inicios «más próximos al Death Metal», evolucionando rápido hacia el Black Sinfónico. Finaliza remarcando que ellos mismos etiquetaban su propuesta musical como `Dark Nihilistic Metal´, consistente en un «metal (extremo) rápido, potente, orquestal, monumental y majestuoso que representaba más sus intenciones y su forma de vida romántica y nihilista.»
Combo británico, aparecen cuatro años después que sus compatriotas Cradle Of Filth y uno tras el mítico álbum «The Principle…» Su fundador Jon Kennedy fue bajista en la banda de Danni Filth.
En cuanto a la lírica que suelen tratar, abundan las referencias sobre satanismo, anticristianismo, muerte, odio… aunque es otro rollo distinto al de C.O.F.
Veamos qué nos puede aportar nuestro redactor cómplice. «Desde sus inicios siempre vivieron a la sombra de Cradle of Filth, sobre todo por la marcada influencia que tenían de estos en su primer Ep y posteriores primer y segundo álbumes completos. Cuenta la leyenda que su vocalista Jon Kennedy fue quien realmente mostró a Dany Filth cómo lograr ese característico registro vocal tan agudo y chillón. Efectivamente, su similitud con COF era muy notoria pero quizá Hecate Enthroned tenían un poco más de proximidad con el Black Metal.»
Banda italiana que en sus primeros cuatro álbumes, los mejores en mi opinión, mezclaba Black/Death/Gothic. Señalaría sus melodías marcadas por cadencias fúnebres, teclados sombríos y letras centradas en la existencia humana, dualidad vida/muerte, el pesimismo vital, la melancolía, la misantropía, etc.
Me ha resultado curioso y sorprendente algunas letras que hablan de Dios, pero con connotaciones de un «Yo» creyente, con imploraciones, incluso, a Jesucristo… entiendo que son sólo reflexiones espirituales, existencialistas.
Como no podía ser de otra manera, he pedido criterio al coautor intelectual de este monográfico, y así advierte sobre Graveworm: «Banda que pasó con más pena que gloria y que realmente no eran Black Metal Sinfónico, sino más bien una mezcolanza de estilos donde había pinceladas de éste y aquél. Herederos de una época donde la moda del Gothic Metal hizo estragos.»
La gran revelación, a mi modo de ver, del «Black» más teatral, sin llegar a tener realmente dicha etiqueta. Agrupación creada en 2003, en Países Bajos. Si bien han manifestado a las claras que no son banda perteneciente al movimiento Black (definen su estilo como Horror -Extreme- Metal) su música extrema repleta de arreglos orquestales, giros teatrales fantasmagóricos e historias de terror los vincula al género, al menos en cierta manera.
El disco estrella de Carach Angren, para mí, es «Where the Corpses Sink Forever» y luego «Death Came Through a Phantom Ship». Del primero, como título sublime, el canto fúnebre y lapidario de «The Funerary Dirge of a Violinist», endecha con la que conocí a la banda musicalmente hablando (dí con Clemens «Ardek» Wijers & Seregor en una entrevista de la revista This Is Metal)
La dimensión más épica Blacker recae sobre los italianos Stormlord (mi debilidad), con propuesta musical que combina Black/Death Melódico con grandes orquestaciones, B.S.O. de películas bélicas y letras sobre la antigua civilización Mediterránea. Y ello pese a que el grupo, tras unos inicios con estética incluyendo corpse paint, siempre se ha desvinculado del género. Aún así, considero que su propuesta (con voz agresiva con Scream y Blast Beat continuos) e idiosincrasia tienen suficientes ingredientes como para aparecer en este especial.
En su día elaboramos reportaje sobre la banda lacial; aquí podeís leer.
Por último, podríamos citar varias formaciones cercanas al estilo, en la órbita/frontera musical/estilística, sin ser expresamente bandas del género, como bien podrían ser:
Todo esto en cuanto a mi visión y predilección de grupos dentro del Black Sinfónico.
Ya comentaba que quería dar otra perspectiva del especial que nos concierne, así que aquí va un saco de bandas a tener en cuenta, con sus respectivas breves notas que las hace peculiares a ojos y oídos del compañero J.A. Lancharro
En el ámbito nacional, nuestro colaborador subraya a:
Hay pasajes liderados por teclas de órgano tubular, clásico donde los haya y que definieron una rama del género, esencial este instrumento, más que influenciados por Emperor. Muy armoniosa propuesta con elementos oscuros que confieren aire ecléctico, guitarras alejadas de patrones extremos que suavizan la misma. Los scream alternan con voces claras. Pasajes ambientales/atmosféricos bellos como pocos. Lástima que cayeran en desgracia.
Descollan por encima de todas las composiciones, a mi entender, «Victorius Men of Earth» y «Last Battle (Tower of Doom)».
No puedo dejar pasar por alto el magnífico EP de 1996, lo primero que sacaron, «The Quest for Eldhenor», con la joya «The Freezing Winds of Kiljaarn».
Inquirido sobre su opinión acerca de la banda catalana, nuestro invitado se pronuncia de la siguiente manera:
«Asgaroth fue una banda que prometía mucho y merecía mejor suerte. No supieron gestionar adecuadamente las influencias y nuevos aires que llegaban a la escena del Metal Extremo y su cambio de visión y rumbo en sus composiciones dieron al traste con un grupo más que notable dentro del Black Metal Sinfónico. Algo que no entenderé nunca es por qué a su estilo se le endosa el añadido de Doom, algo que nunca he percibido en su música. «The Quest for Eldenhor» y «Trapped in the Depths of Eve»… dos trabajos indispensables de una de las mejores bandas nacionales dentro de este estilo.»
En lo tocante a letras, lo típico: Satanismo, Anticristianismo, Misantropía.
Pese a cambios de formación, siguen sólidos y con la ilusión de consolidarse con una tercera obra ya a punto de ser lanzada.
* Aquí su página de Facebook para saber más de ellos.
Fijado lo que consideramos como el catálogo básico y por otra parte el de mis bandas predilectas, vamos ahora con otras formaciones que sin ser determinantes sí que hemos considerado oportuno traer al reportaje, estas ya sí propiamente dentro del género. Son éstas:
Luna Ad Noctum (Pol. 1998-2017). Jesús, vocalista los sinfónicos blackmetaleros Blasphemium, recomienda su álbum «Dimness´ Profound».
Alghazanth (Fin. 1995-2018) «Como buenos finlandeses, profesaban un amor apasionado por la oscuridad y las melodías. En su obra, los sintetizadores son un instrumento más, sin robar protagonismo pero aportando atmósfera en su dosis justa para dotar a los discos de un halo de fastuosidad y excelencia envidiables. A destacar su álbum del 2008 “Wreath of Thevetat”. Un trabajo impecable.» (notas por J. Lanch)
Vesania (Pol. 1997). Otra banda polaca activa desde 1997 aunque con ocho años de parón discográfico que cuenta entre sus filas con Orion (Behemoth) y Daray (ex Vader). Combina Death Metal clásico con melodías sinfónicas del Black.
«Es indudable que poseen algunos trabajos de un más que decente Black Metal Sinfónico. “God The Lux” (2005) quizá sea su obra más aclamada. Pero personalmente tengo muy buena opinión de su álbum debut “Firefrost Arcanum” del 2003.»
Vargrav (Fin. 2015). En una onda más reciente y comandada por el multiinstrumentista V-Khaoz, casi se podría decir que es una One Man Band. Temáticas habituales en sus dos únicos trabajos de estudio son el odio, la misantropía, la supremacía o el individualismo. Di con la agrupación finesa hace no mucho y me quedé prendado de su segundo cedé «Reign In Supreme Darkness», totalmente sinfónico-cinemático.
El compañero J. Lancharro añade «la alargada sombra de los Emperor y las apoteósicas gestas instrumentales de Dimmu Borgir influenciaron a muchos. Uno de los ejemplos más claros y actuales de esto es la existencia de Vargrav.»
Hail
Symphonic
Darkness
Y de esta forma, Metal Splinters, acabo este especial sobre un estilo, sub-género o rama, como se quiera denominar, de la música más extrema pero también más armoniosa, llamada Black Metal Sinfónico. Un placer haber confeccionado el monográfico y haber podido indagar en bandas míticas ya conocidas y en otras nuevas.
Gracias infinitas a mi gran amigo Lancharro, mi inspiración constante en este universo.
Nos vemos en otros contenidos de La Esmeriladora.
Hail & Honor To Dark Forces!
Autor del artículo: P. Alarcón «Aliscar»