Monográfico C.O.F. Parte 1

Cuna de dramática y bucólica belleza gótica.

Especial Cradle of Filth, parte 1.

Yo soy la Maldad Vampírica Suprema. Yo soy Ella, la oscuridad coronada y conquistadora. Un lamento lucífugo terrible recorre los Cárpatos. El bosque susurra mi nombre. La belleza cerró los ojos; una venda púrpura y perla le cegó. La Maldad reclamó su cetro. Reina del Invierno, entronizada.
Un bello rostro necesitado de líquido vital, rojo azufre, azul noble. Trece otoños y una viuda, sádica y obsesionada con la inmortalidad.
Su fantasma en la niebla, Gabrielle, recordada también como Némesis, la muerte del amor, una Mantícora aborrecible.
Invoqué la magia más oscura que se puede practicar para devolverla a la vida del hielo más profundo.
Anochecer, toma mi mano. Calma mi angustia.
Exquisitos tormentos aguardan, dolorosamente bellos. Los esperamos en la cuna de la inmundicia…

     Los monográficos, mi gran pasión en cuanto a escribir en Esquirlas se refiere, constituyen siempre una creación a la par compleja y satisfactoria, un parto de tinta, un esfuerzo sesudo en toda regla. En esta ocasión será igualmente, o además, especial, porque es el primero que aborda a una de banda de Metal Extremo (aquí podéis ver los publicados en la arista/sección La Esmeriladora”)

He elegido a Cradle of Filth sencillamente porque es una de mis bandas predilectas, coleccionando su discografía y merchand. Adoro su imagen, iconografía, simbología, videoclips, temáticas… y por supuesto su música.

He intentado dotar al texto, al abordar sus discos más icónicos para mi, de un tono narrativo/literario acorde a la idiosincrasia de la mente de Dani Filth, de cierta “Fragancia Victoriana”. Espero haberlo conseguido. Al menos lo he disfrutado.

Lo primero que me llamó la atención al dar con C.O.F. fue el nombre: Cuna de porquería o inmundicia. Les descubrí, o mejor dicho me los descubrieron seguramente al mismo tiempo que formaciones como Death o Moonspell y otras bandas punteras del Black primigenio, y debió ser allá por 1995/96. Por aquel entonces me abría a sonidos nuevos, más contundentes y oscuros, alejados de los prototípicos grupos de Heavy Metal, aunque guardando conexiones, obviamente.

Recuerdo una de tantas visitas a la casa de mi buen amigo José Costales Lancharro, donde disponía de una habitación exterior para él solo, una “cueva” dedicada exclusivamente a la música, especialmente al Black/Death Metal. En la “Lancharrera”, como cariñosamente llamábamos a su cuarto, había estanterías atestadas con cientos de casetes, algunos cedés y vinilos. En esa jornada, porque solíamos quedar semanalmente para escuchar música, intercambiar material y pareceres, litronas en mano, me acuerdo que me quedé mirando un póster de un combo cuyo logo me fue difícil descifrar. Mi amigo me ayudó, me tradujo su significado y me fue dando algo de información. Finalmente me prestó el “Vempire…” en K7, aclarándome, seguramente porque siempre lo hace, que podría gustarme. Y así fue. Dolorosamente bello, siniestramente atrayente… Pero ya habrá tiempo de ahondar en este material de los Cradle.

El apartado visual, sus portadas y toda la iconografía que les ha acompañado siempre es otro atractivo de la banda de Suffolk (Inglaterra).

Ha sido otro de sus fuertes, una constante. Ese saber combinar erotismo, sensualidad, el romanticismo del siglo XVIII-XIX, lo blasfemo, el concepto de vampirismo, la belleza sanguinolenta, el refinamiento teatral, el terror de terciopelo, el sadismo y maldad del ser humano, lo sacrílego, el horror, el misticismo… todos ingredientes de una pócima que a raíz de su primer álbum LP, “The Principle of Evil Made Flesh” supuso todo un éxito a nivel musical, de ventas, público e imagen.

Al hilo del aspecto iconográfico, J. C. Lancharro me aclaraba que “el tema de las portadas con elementos lascivos/lésbicos ya viene de su época Death Metal, pues las cubiertas ya incluían esos elementos. Solo que eran dibujos de dudosa calidad, pero la idea ya estaba ahí.”

En lo musical, me atraparon por aportar un concepto singular con poso de cine de terror, banda sonora tétrica, ambientaciones lúgubres, siniestras atmósferas, melodías y orquestaciones que embaucan por su hipnotismo y que hacen disparar la imaginación del oyente, mezclado con patrones del Black Metal más sinfónico, una voz que siendo molde del género ha sido muy reconocible, peculiar y versátil y finalmente una producción siempre cuidada, pulcra y convincente.

Pero, ¿estos Cradle emergieron tal como les he presentado? No, pues sus orígenes están anclados al Death Metal.

Los primeros escarceos de los vampiros de Suffolk están empapados de vísceras, sangre y putrefacción, porque hacían Death Metal allá por sus orígines, 1991-1993, período “maquetero” por excelencia. Pero mejor dejar que mi amigo José C. Lancharro nos aporte información de esta singular etapa.

“Su etapa Death Metal realmente fue muy breve y solo abarca las demos editadas en 1992 y 1993, es más, ya su última demo antes de su primer álbum «Total Fucking Darkness», que incluía temas que aparecerían modificados y con una sonoridad totalmente diferente, tiene un sonido muy Death en cuanto a tratamiento de guitarras, afinación y producción.

Su Primera demo «Invoking the Unclean» (enero de 1992) posee elementos e influencias que recuerdan claramente a bandas como Cannibal Corpse o Deicide, cosa por otro lado bastante común en aquella época pues eran las bandas punteras del Death Metal que más estaban dando que hablar. Aunque la calidad de la grabación no era en absoluto la deseable, sí es cierto que tras el sonido deficiente, a poco que esforzases el oído, la música era interesante y atractiva, Death Metal con mucho gancho, contundente, agresivo y muy enérgico.”

Prosigue José marcando un paralelismo curioso. “Al igual que C.O.F., Emperor tienen su germen inicial en la banda Thou Shalt Suffer (1991) donde Ihsahn y Samoth hacían un Death muy oscuro, sin llegar aun a terrenos Black Metal.»

     De sorpresa tilda nuestro interlocutor la publicación del debú de los ingleses. Así lo narra: “Lo que está claro es que desde la edición de «Total Fucking Darkness» a finales de 1993 la banda se sentó a decidir cuáles serían los pasos a seguir en el futuro y la sorpresa fue mayúscula, ya que a pesar de contener leves pinceladas que anunciasen que poseían potencial para hacer algo más elaborado y barroco, ese viraje musical sorprendió a todos por igual, pues nadie imaginaba algo así después de escuchar aquellas tres demos”.

     Aclarada de forma sucinta y magistral aquel ciclo primigenio, prosigo hablando del eslabón entre periplos y tendencias.

Así, ya con su álbum debú “The Principle of Evil Made Flesh” (en adelante “TPOEMF”) fueron encasillados en la Horda Black Metal. No en vano el álbum apareció en el señalado año 1994, el mismo en que vieron la luz tallas tales como «Inthe Nightside Eclipse» de Emperor (creados en mismo año que C.O.F., 1991), “Dark Medieval Times” de Satyricon o el mismísimo «De Mysteriis Dom Sathanas» de Mayhem. Este dato coetáneo, el uso del corpse paint, las letras oscuras, blasfemas, anticristianas y un Metal Extremo con voces tirando de screams pero también de growls hicieron que se les etiquetara como grupo blacker, pero aparte de esas coincidencias, pronto vimos que Filth & Cia. poco tenían que ver con el universo que se estaba creando en Noruega y otros países nórdicos, más que nada porque Dani siempre tuvo visión clara de qué derroteros tomaría la banda, focalizada en su pasión por la literatura gótica, el Romanticismo Victoriano, las historias de horror, el erotismo vampiresco… una vez aparcada la etapa Death (aunque hubo cierto coqueteo con el B.M., cierto es)

C.O.F. Demo´s Time (foto extraída del CD "Total Fucking Darkness", Mordgrimm Records)

En cuanto a las características del estilo musical de C.O.F., hay que decir que siempre tuvieron influencias de la N.W.O.B.H.M., no en balde son británicos, pero singularmente se aprecian evidentes y marcadas similitudes musicales/compositivas con Iron Maiden.

La pluma es otra de las cualidades de los del “Supreme Vampiric Evil”. Su líder, vocalista y letrista, Daniel Lloyd Davey más conocido como “Dani Filth”, emplea una caligrafía enrevesada, barroca; un estilo “Churrigueresco”, podríamos decir elocuentemente, recargado, usando vocablos y expresiones del inglés antiguo y más poético, basado en buena medida en la literatura gótica, junto al uso de numerosos nombres de la mitología, personajes históricos y bíblicos. El mito vampírico es otra de las constantes en la obra de la formación inglesa.

Dani gusta de jugar con escenas eróticas y lésbicas, muchas veces explícitas, con la figura de la mujer como centro de las composiciones o temáticas de los discos, mayormente en su vertiente más oscura, dominante, empoderada y romántica.

Sus textos son a menudo difíciles de llevar al idioma propio; ardua tarea la de traducirlos, porque suelen contener palabras y expresiones del inglés antiguo.

     Por último, pero no menos transcendental en el desarrollo y devenir de la música de los Cradle, haré alusión al juego de voces y narraciones por vocalistas y coristas femeninas, siendo Sara Jezabel Deva la musa de Dani Filth, su “Venus in Fear”.

Sarah Jezabel caracterizada.

     Centrándome en su dilatada discografía, haré referencia a los discos que más me han impactado y que considero de mayor calidad.

Iré desglosando las obras de C.O.F. y en cada una lo haré con cada tema, realizando en primer lugar una acotación de tipo poético/literario y a continuación anotaciones relativas al plano musical. Nos introducimos en su universo, valiéndonos para trazarlo de letra victoriana y un tintero personalísimo. Con ello intentaré crear ese tono literario que espero guste.

     Yo les conocí con el “V Empire Or Dark Faerytales in Phallustein” (conocido por todo el mundo como “Vempire”, así en adelante), como otra mucha gente, que por cierto que hasta no hace mucho no he sido consciente del juego de palabras del título…

¿Por qué este E.P. tuvo y tiene tanta repercusión en su carrera? Creo que es porque contiene en escasos treinta y seis minutos toda la esencia de los Cradle por antonomasia, los del Metal Extremo Gótico, los clásicos. Todo su arte más acentuado y reconocido condensado en unos cuantos cortes.

Para mi ya digo que fue EL DISCO, porque mi mente se abrió a otro universo, también desde el punto de vista iconográfico, visual y conceptual, del vampirismo, la época victoriana y el romanticismo, todo ello con mucha carga sensual, erótica, a la par que salvaje, violenta, sanguinolenta y blasfema o provocadora.

Hay un tema de este mini que salió con el disco anterior “TPOEMF”, que es “The Forest Whispers My Name”, y que fue regrabado para la ocasión, cuestión curiosa ésta.

¿Canciones a destacar? Todas. ¿Sabías lo de “el mejor perfume, en frascos pequeños”?, pues es el caso, un mini elepé, sólo cinco composiciones, treinta y seis minutos, excelencia pura.

Sobre su impacto en la escena, aún hoy, creo que no hay duda. No entraré en el inútil debate de si son más o menos comerciales, auténticos o “vendidos”, que si Cradle of Shit, que si no tengo vida propia y me dedico a “hatear” (aunque los adorara en su día…), su comparativa con Dimmu Borgir (“Burger” para los true monguers, como aquí M*** de Hez y demás…)

Todo esto me sobra, es tóxico y no perderé energías. Si no te gustan, no los escuches.

Vamos a entrar a tumba abierta con lo que interesa.

     Su primer elepé, “TPOEMF”, es menos visceral que lo anteriormente publicado pero más crudo que lo subsiguiente, anticipando esa música extrema lo que vendría con discos porteriores, bebedora del Black Metal salvaje de la época (1994), cuando aparecieron los grandes títulos del género, en Noruega esencialmente, pero siempre con esas connotaciones góticas y de banda sonora de horror tan identificativas y únicas.

En este redondo y también a lo largo de su carrera encontraremos alusiones a distintas figuras mitológicas femeninas, diosas todas relacionadas con la fertilidad y la vida, la feminidad, la belleza, la sexualidad y la guerra. Una referencia al papel de la mujer como relevante, alejado, en las antípodas de aquella débil y obediente Eva de la Biblia, un alegato continuo, entiendo, al empoderamiento femenino.

Astarte, Artemisa, Ishtar, Hécate

"The Principle of Evil Made Flesh" (1994)

La representación del Mal encarnado en la mujer. La noche, lo oscuro, lo desconocido, el horror, personificado en Ella, quien ejerce un magnánimo poder, cuasi reverencial, erótico y tiránico.

1) “Darkness Our Bride (Jugular Wedding)”.

«Un tintineo en bucle, repetitivo, como un brotar de manantial, pero de maldad, tenebrosidad y tensión, se abre paso en una boda nupcial ya cadáver.»

[Demasiado extensa, y repetitiva, la intro para abrir el primer gran elepé de una tetralogía de ensueño.]

2) “The Principle Of Evil Made Flesh”.

«She Comes Again… Ella, Lillith, Astarte, Artemis, La Oscuridad… vuelve tras infinidad de años de maldito y terrorífico silencio para enterrar, vivo, al que dicen es El Salvador, Yeshua, Josué, Jesús… Será abolido y sus iconos, sus símbolos, destruidos. La Oscuridad, El Crepúsculo, devorará todo a su paso, incluido el no nacido del útero virginal. La Valkiria (re) nacida reclama su trono.»

[Destacan los coros y la ambientación orquestal junto con las líneas de guitarra que imprimen al tema una fuerza característica y por supuesto los interludios hablados de la corista Andrea Meyer, siendo sello C.O.F. indeleble.

La letra es un decálogo de la Blasfemia, un anticristianismo visceral y sanguinolento que se verá reflejado posteriormente en todo tipo de emblemas y vestimenta de la banda. Como curiosidad, mencionar varias frases construidas en alemán, como la final que rubrica, sentencia, algo así como “Poder absoluto o decadencia.”]

3) “The Forest Whispers My Name”.

«El despertar de la Diosa coronada de hojas en un bosque espeso que susurra su nombre. Ella lo eclipsa todo a su paso, bajo su manto de negrura, con su silueta esbelta, pétrea y sus carnosos y lánguidos labios.»

[De esos inicios que jamás se te olvidan, sin ser un alarde en nada. Una novela negra romántica condensada en unos cuantos versos y estrofas, elegantemente dispuestos. La pieza tiene unos killerriffs únicos y la parte de órgano que resopla, volviéndose el tema más lento, pesado pero realmente bello, es magistral.]

4) Corazón palpitando en medio de una tormenta violenta, truena agua y sangre, tensión y drama de teclas sublimes… eso es “Iscariot”, un receso tenso que da paso al resurgir de la Diosa Fatal

5) “The Black Goddess Rises”.

«Oh, Deidades arcaicas que engendrasteis vida, conocidas y veneradas por vuestro poder, valentía y símbolo de protección, que fuisteis condenadas por la inmundicia de la cruz por el mero hecho de tener vagina, a vosotras imploro e invoco para aniquilar la Gran Creación, subvertir el orden establecido por Yaveh y traer de vuelta el pecaminoso cortejo. Diosa de lo Oscuro, te esperamos.»

[Cuenta con otra genialidad en forma de melodía de órgano que luego se deja acompasar, gravemente, por el resto de instrumentos y la voz, de poner pelos de punta, de entrar en trance, siniestro y bello a la par.

La letra vuelve a ser una de las constantes vitales del grupo, el Mal encarnado en mujer y con molde de deidad antigua de gran poder, invocada para destruir todo vestigio de la Cristiandad.]

6) “One Final Graven Kiss”.

«Un paseo por un estanque de nebulosos elementos; un cisne negro esbelto bate sus alas, portón de quejumbrosos barrotes entrelazados, una figura femenina nos mira de reojo y estampa un último beso sobre la tumba…»

[Exquisitez de música clásica, barroca, oscura, romántica… un pasaje instrumental rococó, refinado]

7) “A Crescendo of Passion Bleeding”.

«En mi particular lucha contra el reinado celestial, busco imponer un nuevo orden, templando las armas de la lujuria criminal. La sangre es la vida y la pasión… sangrante.»

[Tras la tensa calma, llega el azote de una pasión sangrante, cruda; vendaval de furia, abanderando la joya de la blasfemia, como puede leerse en sus letras. Musicalmente tiene sus dosis de melodía, tema muy heavy, extenso. Cuenta con una parte menos acelerada que es nota común a buena parte de la forma de componer de C.O.F., quienes suelen jugar con ese recurso, buscando incidir sobre el estado de ánimo del oyente, receptor de la obra.

En la frase “Soy el placer que viene de tu dolor” veo lazos con el tema “Achingly Beautiful” de su última obra «Cryptoriana…»  y la temática del disco “Cruelty…”]

8) “To Eve The Art Of Wichcraft”.

«El arte de la hechicería reservado a Eva, la figura lánguida y sumisa del Edén. Para Ella la brujería es deseo. Eva es una puerta de entrada a esa oscuridad perdida, lujuria encendida y desenfrenada. Hay que saquear el paraíso. Su hechizo fue el poder que diferencia entre almas fuertes y espíritus débiles… Así se refleja el personaje bíblico, Eva, una auténtica puta en el peor de los sentidos.»

[Crudeza equilibrada con melodías de órgano con una sugerente presentación de esa Maldad hecha carne (y mujer) en forma de discurso erótico pero feroz, mostrando poder, minuto 3,49”]

9) “Of Mist and Midnight Skies”.

«La Guerra contra Dios nunca cejará, es lo que insufla vida al pulso nocturno. Ellos, que siempre conspiraron para erradicar las costumbres paganas, ellos pagarán y serán escarmentados por quienes están al servicio de los enemigos del Nazareno. La oscuridad desciende y se ciñe ahora en forma de cuervo. Renunciamos a la culpa y avivamos el fuego que postrará de rodillas a sus huestes, mansas y borregas. Tómame, Señora de la Lujuria, hasta que los placeres de la magia oscura me sacien y podamos volver a cabalgar en el cielo de la medianoche, entre la niebla.»

[Pieza que evoca a la clásica de terror cinéfilo en su apertura de ataúd, con un desarrollo posterior lleno de fuerza, dramatismo y sensaciones gracias nuevamente a un hilo narrativo que te conduce a territorios Lovecraftianos, tan de gusto de Dani Filth. Belleza cruda, pálida, sanguinolenta…]

10) “In Secret Love We Drown”. Continuo correr de manantial sideral… el amor secreto puede llegar a ahogar, pero tiene tal magnetismo…

11) “A Dream Of Wolves In The Snow”.

«Ensoñaciones con un ser mágico, poderoso, temido, que deja huella tenue sobre la nieve mullida, que siendo manada caza como uno. Vamos a por el cordero de Dios…»

[Una pieza excelsa y minimalista, puede que excesivamente breve, pero intensa. Cuenta con la voz adicional de Darren White, vocalista de Anathema.]

12) “Summer Dying Fast”.

«El ocaso del estío, lento pero inevitable, dará paso a la aparición de pasajes teñidos de color ocre, mantos de hojas caducas, la llegada del frío, la escarcha y la nostalgia.»

[El otoño extiende sus alas doradas en una composición rápida y virulenta, que arranca con un grito característico de Dani, desgarrado, una parte narrada apoyada por el órgano de Benjamin y una parte sinfónica atractiva ya al final. Así es la muerte de la estación del Astro Rey, rápida, punzante, agónica, bella.]

13) “Imperium Tenebrarum”.

«¡Poder de la Oscuridad, Yo os invoco! Un ritual épico final, espadas flamígeras en mano, para aseverar sobre un Nuevo Orden, para cargar contra esta falsa y fallida humanidad y tallar el futuro a voluntad.»

[Un sermón admonitorio, vencedor, final]

Me gustaría acabar el repaso al debú de los Cradle con un mensaje que vi en internet, un comentario de una chica en uno de los vídeos de la banda del “The Principle…”, acerca de lo que C.O.F., su música y su iconografía significaron en su época de esplendor, muy ilustrativo y jocoso:

“THIS was my first band t-shirt as a teen, two lesbian lovers on it. Mother horrified, father horrified, granny horrified, teachers horrifed. Nailed it 10/10.”

Curiosidades:

– El autor de la portada es Nigel Wingrove.

– Fotografía de portada: Chris Bell.

– La canción “The Fosrest Whispers My Name” fue regrabada para el siguiente redondo “V Empire…”

He encontrado una reseña que considero muy digna y acertada del álbum (esta página suele hacer buenas críticas): https://www.elportaldelmetal.com/critica/cradle-filth-principle-evil-made-flesh

Y hasta aquí la primera parte del especial Cradle of Filth. Espero os haya gustado y os emplazamos a acompañarnos en la segunda senda dentro de unos días, donde nos adentraremos en los universos del Dusk y el Cruelty

Autor del reportaje: Pablo Alarcón «Aliscar»

Fotos e imágenes extraídas de diversas fan page de la banda (COF Fan Club, Un-Official COF Fan Club  y alguno más), imágenes propias y de Pixabay.

7 comentarios

  1. Excelente es una de mis bandas favoritas de toda la vida. La escucho desde que tenía 11 años 😅

    Espero por el reportaje de Dusk and Her embrace

    Saludos

    • Pablo Aliscar

      Excelente. El artículo está hecho para las/os fans, así que si gusta, genial. En unos cuantos días estará la parte 2, atento/a a las redes de Esquirlas, Dear Filthy!

  2. El Puli de Cádiz

    Muy buena primera parte del monográfico.

    Estoy revisitando en estos momentos esos primeros álbumes de Cradle Of Filth, recuerdos de mi época de estudiante.

    Nicholas Barker siempre será para mí Fétido Addams (Fester Addams, en inglés).

    • Pablo Aliscar

      Gracias, querido Puli. Eso anima a seguir preparando cosas similares. Eeeeese Nicho Fester, jajjaja.

  3. Tremenda reseña compi, Cradle Of Filth es una de mis bandas favoritas, ví hasta la película que tiene Dani Filth.

  4. PABLO ALARCÓN

    Isabel, muchas gracias. Mañana miércoles sale la segunda parte. Sigue nuestras redes para estar al tanto. Un saludo, Filthy, y espero te guste igual o más.

  5. No tuve tiempo de leer hasta ahora, pero la espera ha merecido la pena: como siempre, un trabajo exquisito, muy llevadero de leer y bien documentado. Mis felicitaciones, don Pablo, cada vez pones el listón más alto.

    En lo meramente musical, nunca fue una de mis bandas favoritas, pero sí tuve un tiempo donde los seguí de cerca y lograron engatusarme; hasta me compré el Midian cuando salió, hace mil años, aunque esto irá para otra de las entregas. 🙂
    De esta recuerdo con añoranza aquel ‘The forest whispers my name’, muy buen tema.

    Me voy ahora a leer la segunda parte. ¡ENHORABUENA, señor Aliscar! ¡Gran trabajo!

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