Z! Live 2025: Crónica del sábado.
Estimados/as metalsplinters, llegamos al fin de este reportaje del Z! 2025 que esperamos os esté gustando y aportando, más allá de sencillas reseñas, porque en la forja de EdeM intentamos siempre ofrecer algo más. Ojalá lo lleguéis a valorar. Aquí tenéis las crónicas del jueves y del viernes por si se os ha pasado leer.
En esta última entrega, además de nuestras impresiones de las descargar que vimos y disfrutamos, os dejamos al final del artículo un balance global de esta décima edición, con puntos a mejorar y aspectos que hemos comprobado que se han potenciado. Nada más, vamos a por la tralla final del Z!
Jolly Joker.
Versiones muy personales de grandes clásicos.
El tercer y último día de los acústicos nos traía al Parque de la Marina de Zamora, con un sol de justicia que mantuvo al público arrinconado a la sombra de la vegetación colindante, y a los artistas bajo una escueta sombrilla primero, y una carpa algo más grande después, pero sin poder librarse de un calor de justicia.
Ante estas circunstancias, Jolly Jocker optó por hacer versiones íntimas y personales de grandes clásicos en acústico, regalándonos tan solo un único tema propio en todo su repertorio, que se hizo bastante corto y alejado de su habitual hard rock y sleaze.
Nos sorprendió mucho, tras una tan inesperada colaboración de Pacho Brea (quien pidió disculpas por haberle sorprendido la solicitud y no haberse preparado convenientemente, pero que después demostró quién es y por qué está donde está), que anunciasen de forma abrupta el último tema. Pero, si supo a poco, es porque gustó. Y mucho, evidentemente. Esperamos verlos pronto de nuevo en el escenario principal del Z!
Texto: JOS & PLK.
Ankhara.
Cuando actúa Ankhara, comer es opcional.
Lo dijo Pacho al poco de empezar la actuación, que estaba anunciada de 13 a 14 horas, cuando debían estar a las 17 horas en el escenario del IFEZA: «Os quiero ver a todos allí, cuando acabemos tenemos que desmontar, ir allí, montar, hacer la prueba de sonido… comer es opcional». Y tenía razón, claro.
Porque Ankhara tiene tablas para hacer que un acústico, sin distorsiones ni batería, ni bajo, suene a Ankhara por derecho. Y porque la voz de Pacho te envenena y te levanta el ánimo para que acabes coreando sus temas. La energía que desplegaron bajo el intenso sol que apretaba, acabó por levantar al huidizo público que se escondía bajo cualquier sombra de la periferia, dejando una imagen engañosa en las fotos. Éramos muchos.
Vimos a un Alberto con rabia, muy entregado (como después continuaría en el escenario principal), y los temas acabaron siendo coreados y celebrados hasta llegar al final, con «No Mires Atrás» como nuestra preferida.
Texto: JOS & PLK.
Y con este concierto, acabó la serie de seis acústicos que ya se ha hecho costumbre en el Z!, y que realmente nos encanta. Ver a las bandas en este formato diferente, mucho más cercanas, tener la oportunidad de saludarlos y agradecerles su buen hacer, tenerlos tan a mano para firmas y fotos, que siempre son requeridas por los más intensos y, sobre todo, conectar el festival con la ciudad, hacerlo algo suyo, de todos.
Ya estamos deseando saber los nombres de las bandas que tendrán ocasión de visitar la Plaza del Maestro, la Plaza de Viriato y el Parque de la Marina en 2026 aunque, POR FAVOR, intenten gestionar algo de sombra para el Parque de la Marina, porque días como el vivido hacen que se demuestre la verdadera afición y se desoigan todas las recomendaciones de las autoridades para no sufrir golpes de calor.
Opensight.
Quizás un poco demasiado.
Están locos estos británicos-colombianos. Se plantan en Zamora cuando más apretaba el sol, a las 16:15, trajeados de negro y con camisa roja, y con una propuesta que, desde mi iletrado punto de vista es inclasificable), para dar el aldabonazo de salida a la jornada final de un Z! que podemos decir ya que ha sido una magnífica celebración de su décimo aniversario.
En la pantalla tras ellos, lo que parecen ser trailers de películas inexistentes, mezclados (maldita IA) con clásicos del cine de género, y un estilo musical que pudiéramos llamar progresivo pero que resulta algo anárquico e inclasificable en directo.
No puedo decir que sonasen mal porque, independientemente de que la voz de Iván Amaya no me entusiasme, lo cierto es que el despliegue de Opensight fue poderoso y bien ensamblado, con muchas tablas y con una energía envidiable dadas las circunstancias climatológicas y lo escaso de un público que, sin embargo, sí que evidenció una destacable presencia de fans desaforados de la banda.
En definitiva, recién llegados de los acústicos y con lo que llevábamos a las espaldas y lo que aún nos quedaba por disfrutar, la propuesta de la banda (muy cuidada y bien trabajada), no consiguió engancharme por más que fuese muy celebrada por el fiel público que venció al más básico instinto de supervivencia para agolparse en las primeras filas. Habrá que ser justos con ellos y darles una nueva escucha, con más calma.
Texto: JOS
Ankhara.
Los viejos rockeros siempre convencen.
Ankhara son otros viejos luchadores que ya son parte de la leyenda del Heavy Metal en nuestro país. La primera vez que los vi fue en un lejano Rock Machina en el 2000; y claro, el reflejo en el espejo de aquellos jovenzuelos que estaban encima y debajo del escenario no es el mismo.
Lo que no ha variado son las ganas con las que se les ve ahí arriba, y hay cosas que han mejorado como el buen vino.
La solidez, los riff y melodías más claras y los solos más pulidos. Son grandes músicos, y se nota.
«No mires atrás» y «3:40» me llevaron al pasado y me alegró el volver a escucharlas en directo, pues me hacen ver que todavía estamos en perfecta forma tanto ellos como yo, por lo que ¡a disfrutar!
El sonido fue bastante bueno y Pancho sigue dando tonos altos con una ejecución bastante excelente.
Dentro del ejercicio de regreso al pasado que hicimos en este festival con grupos tan legendarios, este fue uno de los mas bonitos por ser el grupo nacional en defender este aspecto. ¡Grandes Ankhara!
Texto: Javi Barrera (JB)
Dynazty.
Vientos de cambio en el Power Metal.
Dynazty es una de esas bandas que se sumaron a la nueva moda (véanse otros como Battle Beast, Amaranthe o Beast in Black) de incluir sonidos electrónicos en sus composiciones; y, aunque en estudio resulta una combinación bastante original, en directo deben tirar de partes grabadas, algo que les resta cierta autenticidad. Pero, más allá de este pequeño apunte, los suecos dejaron en Zamora un directo muy compacto.
El sonido de los primeros temas («In The Arms Of A Devil» y «Game Of Faces») fue poco nítido, precisamente, por el acople de estos ritmos sintéticos junto con los sonidos en directo, pero supieron solventarlo durante el transcurso de la actuación. Con «Natural Born Killer» aprovecharon para dar las gracias al público y mostrarse felices de estar de nuevo en España, mientras nosotros les agradecimos haber elegido temazos de este calibre.
«The Grey» me gustó mucho cómo sonó, me parece un corte de lo más acertado para tocar en directo, aunque con «Waterfall» sí que me llevé un pequeño chasco: es un medio tiempo muy pegadizo, que se presta a corear, pero me dejó algo frío que lo tocaran (incluso) a una velocidad menos de lo habitual.
Diría que una de las partes más destacadas del concierto de Dynazty fue cuando sonó «Yours», una balada con gran protagonismo vocal en la que pudimos comprobar desde primera fila las cualidades de Nils Molin; muy entregado el cantante. En este punto, sobresaliente. La festiva «Call Of The Night», la mítica «Presence Of Mind», uno de los himnos de la banda, y «The Human Paradox» les permitieron seguir haciendo el repaso a su ya extensa discografía; con interludio, eso sí, para un pequeño solo de batería.
Con lo que estaré siempre en desacuerdo es que, en un festival, donde el tiempo de actuación es muy limitado, las bandas aprovechen la canción de despedida para extenderse en presentar a los miembros del grupo y alarguen los estribillos de manera artificial. Estuvieron alrededor de diez minutos con «Heartless Madness», animando al público una, y otra y otra vez a interactuar con el estribillo: chico, con un par de veces ya vale. Son minutos muy preciados que puedes aprovechar para tocar al menos otro gran tema de la banda, que los tienen. Personalmente, toda esta parafernalia ulterior sobraba, no debería tener cabida en un evento de este tipo.
En general, descarga notable de Dynazty, que supieron meterse en el bolsillo a muchos de los presentes a esa hora, pero que podrían haber llegado a sobresaliente si no fuera por los problemas de sonido iniciales y esa mala manía de desperdiciar minutos sin ningún argumento sólido.
Texto: Miguel Martínez
Rhapsody of Fire.
Cumplidores, pero sin garra.
Me debería costar ser objetivo al tratarse de una reseña de una de mis tres bandas favoritas, pero uno es profesional y equitativo, y he de decir que en esta ocasión mis Rhapsody cumplieron y no mucho más.
El llevar en el repertorio dos temas baladas como fueron «The Magic of the Wizard’s Dream» y casi de inmediato «Warrior Heart», en un festi donde se espera otra dinámica, hace que el global del show no suba lo esperado. Y eso que estuvo bien, pero no notable o sobresaliente.
De la etapa Voli (Giacomo, vocalista) me encanta el primer trabajo, The Eighth Mountain, un disco notable con himnos épicos; en mi opinión, con mucho, el mejor álbum de los tres que han sacado en este nuevo periplo. Eché en falta cortes furiosos y de Power galopante como «The Legend Goes On» o «Master of Peace», por ejemplo. Sí que cayó «Rain Of Fury», para mi gusto la que mejor ha encajado del repertorio más reciente y «cacho» de composición, brillante.
Del último lanzamiento sí que vi acertado meter «Challenge The Wind», en esa línea apuntada.
Desde luego, no hay duda de que la fanaticada y en especial quienes se asoman al castillo de Ancelot sin ser fiel horda, lo que demandan y lo que añoran son los clásicos, así que ahí fueron como canciones finales «Dawn Of Victory» (rabiosa y coreadísima) y «Emerald Sword». Completando el setlist más tradicional y de hits, «Unholy Warcry» y «The March Of The Swordmaster», «güena» cosa.
Actuación que golpea pero no traspasa el escudo, y eso unido a un balance más bien pobre de los dos discos postreros, hace que los italianos deban, bajo mi óptica, buscar otros retos aparte de desafiar al viento…
TEXTO: PABLO ALARCÓN «ALISCAR».
Gotthard.
El Hard Rock bien hecho entró de maravilla al Z!
Gotthard es de esos grupos que tengo quemados tanto en cd como en las playlist de las plataformas, y es que siempre me transmiten buen rollo y positividad. Ya es por lo menos la quinta vez que los disfruto en directo, (inclusive en una ocasión con el añorado Steve Lee).
Tengo que reconocer que aunque no ha sido la mejor (porque las veces anteriores has puesto el listón muy alto), Gotthard son de esas bandas que cuando cogen sus instrumentos, sin necesidad de artificios ni parafernalia extra, te hacen un bolo de auténtico hard rock sincero, y ahí amigo, nada puede salir mal.
Arrancaron (logicamente) con el tema de inicio de su más reciente trabajo «Estéreo Crush» pues tienen que defenderlo, y que sirvió un poco para poner en orden el sonido que no estaba nada fino. El siguiente tema (muy Bon Jovi de los últimos tiempos) «Thunder & Lightning» es muy bonito y «cantable», aunque tranquilo a la par. Ya se iba poniendo todo en su punto para darnos lo que veníamos buscando.
«All We Are», «Hush» (versión que ya han hecho suya), y «Mountain Mama» formaron un bloque donde no se pudo parar de cantar y bailar. Y es que cuando un grupo de este calibre tiene tantas tablas, lo que hacen, lo hacen muy bien.
«Burning Bridges» (también de «Estéreo Crush», comenzó la parte más melódica, a la que siguió la imprescindible «Heaven» (esta vez sin las proyecciones recordando al malogrado vocalista). y es que este tema me pone los pelos de punta siempre que lo escucho en directo.
«Feel What I Feel» completó el trío más tranquilo aunque de una calidad que para los amantes del metal más «amable», nos supo a gloria.
Y vuelta al Rock´n roll más movido con «Top of the World» y la final «Lift U Up». Todo un Hit con el que salieron triunfadores como no podía ser de otra manera.
Los que íbamos casi por ellos al festival, nos hubiese gustado más tiempo y quizás algunos temas más cañeros en la parte central, pero dadas las circunstancias, fue de nuevo un placer ver a estos magníficos músicos en directo.
TEXTO. Javi Barrera (JB)
Lita Ford.
Back to the 80´s.
Tras un buen chute de Hard Rock energético por parte de Gotthard, llegó el turno para una diosa para los que peinamos canas. Junto a Doro, Azuzena, las hermanas Wilson, las Girlschool, y todas las luchadoras que en un mundo eminentemente machista, rompieron barreras poniendo su arte encima de un escenario y demostrando que las féminas podían poner los ovarios como las que más, y con calidad de sobra, Lita Ford fue toda una pionera con sus Runaways, que revolucionó el cotarro, creando un estilo de Glam Metal que daría paso después a bandas formadas por mujeres tipo Vixen, etc.
La marchosa (del 84 nada más y nada menos) «Gotta Let Go», el segundo éxito de su carrera fue el encargado de abrir fuego. Como en casi todas las actuaciones que hemos visto en este Z!, salvo los cabeza de cartel, el micro no sonó al principio y casi que sirvió para poner todo en su sitio. Para la más gruesa «Restless», ya estaba todo más correctamente. La versión de Elton John «The Bitch Is Back» le viene como anillo al dedo, haciéndola suya, y es toda una declaración de intenciones (cosa que a estas alturas no necesita).
«Playin’ With Fire» es un single de los que te llevan a épocas anteriores directamente y es que es parte de la banda sonora de muchos de los que amamos este género, y que queréis que os diga, en directo me sonó a gloria, además, con unos maravillosos coros por parte de los excelentes músicos que se acompaña,
«Back to the Cave» bajó un poco el ritmo, aunque sirvió para demostrarnos su maestría y feeling a la hora de abordar las seis cuerdas. De acuerdo que llevar a las baquetas a Bobby Rock que es también una leyenda es un lujo, pero solos de batería en festivales no por favor.
La fiesta volvió con la vuelta a sus orígenes. «Cherry Bomb» de las añejas The Runaways y su estribillo punkarra a tope. y el «Black Leather» de los Sex Pistols endurecida debidamente, nos puso a brincar y cafrear.
Se intuía que íbamos llegando al final cuando guitarra de doble mástil en mano, empezó a sonar «Close My Eyes Forever», su megahit; donde el guitarra Patrick Kennison hizo de Ozzy a la perfección. No podía faltar para despedirse su otro éxito más sonado y marchoso. «Kiss Me Deadly» clausuró este viaje al pasado, en que Lita Ford a sus 66 tacos nos demostró al igual que Wolf Hoffmann el dia anterior, que no debemos de dejar el rock para seguir jóvenes. Una barbaridad.
TEXTO: Javi Barrera (JB)
Sepultura
¿Se acaba la caña?
Una vez más, me pongo a los mandos de uno de los grupos cañeros del festival, y dado que no son mi especialidad, no puedo aportar más que la experiencia vivida.
Sepultura son un grupo de los de toda la vida que anuncian retirada, y con ese aliciente de ser el último show en España, la ocasión para sus allegados era una cita imprescindible.
Apoyados por un montaje escénico bastante aparente, y uno de los sonidos más limpios del festival, comenzaron con un clásico absoluto como es «Beneath The Remains».
Tras un par de temas, tengo que confesar que me perdí en labores de avituallamiento y los escuché en la lejanía. Tralla bruta conocida por todos, y efectividad máxima con la experiencia que su larga carrera les ha dado.
Poco más que contar salvo que dejaron satisfechos y extasiados a todos sus seguidores con una parte final con «Territory», «Refuse/Resist», «Arise», «Ratamahatta» y «Roots Bloody Roots». ¡Ahí es nada!
Texto: Javi Barrera (JB)
Dark Funeral.
Fueron el Apocalipsis.
Cuando pasan varios días de la celebración de un festival que además de disfrutar has ido a cubrir como medio especializado, hay veces que te arrepientes de no haber aguantado más en tal o cual actuación (fue la penúltima del evento, y ya había cansancio generalizado). Esto me pasó con los suecos Dark Funeral, a quienes no veía desde 2017 y cuyos dos últimos lanzamientos me habían gustado bastante, por su mayor abordabilidad, con pasajes con mayor carga de atmósferas y melodías, sin dejar de fabricar un sonido Black Metal estándar.
Pude ver algo más de medio bolo, y si mi oído no me falló, pude degustar del eminente «Unchain My Soul», de «Nosferatu» y «When I´m Gone» (estos dos de su más reciente discografía, el LP We Are The Apocalypse, de 2022). Medio repertorio de canciones de los dos últimos discos.
Sé que tocaron también «The Arrival of Satan’s Empire» e incomprensiblemente absolutamente nada del legendario The Secrets Of The Blacks Arts. Lástima.
Sus riffs acuchilladores, estructuras rapidísimas con pasajes sombríos, referencia del género, pudieron palparse en Ifeza, una propuesta que entiendo necesaria por ser el Black un estilo que debiera tener mayor presencia en festis, aunque claro, es mucho más que música…
Calling Another War!!
TEXTO: PABLO ALISCAR.
Antes de pasar a las reflexiones globales, os traemos el carrete final con imágenes de los grupos que actuaron y vimos en esta postrera jornada.
Dad a la flechita para ver foto a foto o podéis contemplar el álbum completo aquí.
ConclusioneZ globaleZ. Balance.
ASPECTOS POSITIVOS DEL FESTVAL Y OTROS A MEJORAR EN SUCESIVAS EDICIONES.
- Aspectos positivos:
1. Nos reiteramos en destacar la amabilidad y el buen rollo que se respira en el festival y toda la ciudad, tal como hicimos público en el reportaje final de 2024. Todo el personal, encargados de los tickets, de las pulseras, seguridad, limpieza, barras, etc.
2. Este año se comentaba mucho el sobresaliente para el aspecto de los WC de material, como el de tu casa, con hasta tres hileras con una buena tanda de váteres, y la limpieza también ha salido a relucir.
3. El subir la organización otro peldaño en cuanto al trato con medios especializados, constatando en los diversos grupos de Whatsapp ese compromiso profesional, cercano y atento.
4. Habilitar el acceso al parking de Ifeza para la prensa de un mejor funcionamiento, con gestión previa de matrículas y espacios.
5. Refuerzo de la iluminación general del evento y el contar nuevamente con la PekeZeta y el merch del Z! al instante.
- Aspectos a mejorar:
1. Precios elevados de la comida. Que una hamburguesa te cueste 13€, por muy buena que sea la calidad… Seguro que se puede encontrar una fórmula intermedia.
2. Se echó en falta una pantalla aunque fuese en la zona central para en los grupos que tocase descansar, verlos desde la lejanía disfrutando del sonido en directo.
3. Pensar en una sombrita para el Parque de la Marina daría mucha vida a los acústicos de dicha ubicación. ¡Que nos asamos!
4. Gran idea la de los conciertos en los garitos del miércoles por la tarde, pero ¡no cabíamos! Despertó tanta expectación que fueron completamente desbordados. ¿Y si se pudieran hacer en la calle, en zona anexa a los locales?
5. Había grada, pero se antoja pequeña para la demanda existente.
6. Habría que pensar en una camiseta barata para que todos los asistentes puedan tener acceso a un recuerdo así. 25 euros por una camiseta que, a la postre, hace publicidad del evento y lucimos con orgullo para promocionar la cita en Zamora por el resto de la orografía nacional, bien se podría disponer (como pasa en el Resurection Fest, por ejemplo) de una versión económica limitada a X unidades.
Nos despedimos con una lagrimilla en los ojos, por todo lo vivido en el décimo aniversario de un festival que hemos visto crecer desde aquel 2018 en que fuimos por vez primera (aquí, report) y que ya se ha hecho mayor de edad, al que esperar seguir acudiendo cada junio y continuar dando aire en nuestros hornos de EdeM.
Un abrazo a todo el Equipo del Z! Live y hasta el 2026.
Larga vida al Z!
Por OtroZ
tropecientoZ
añoZ
máZ