Scorpions en Sevilla

Scorpions en Sevilla, desde la perspectiva de Javi Torres.

Soplete en vivo con Scorpions en el Icónica Fest – Plaza de España (Sevilla), 11 de julio de 2023

Scorpions Icónica Fest Sevilla Plaza de España

    Toda vez que los miembros del staff de Esquirlas de Metal que acudimos a la Plaza de España de Sevilla el pasado 11 de julio a ver a Scorpions teníamos bastantes artículos pendientes de escribir, le pedimos ayuda, nuevamente, a Francisco Javier Torres, que ya había colaborado previamente con nosotros, alentando las llamaradas del soplete con su envidiable prosa en la crónica del acústico de Sonata Arctica y Eleine que podéis leer pinchando aquí.

Os dejamos con su particular visión del concierto que ofrecieron los teutones en el marco del Icónica Fest de Sevilla, en un tórrido día de julio. 

Noches de rosa satén… y escorpiones

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Scorpions en el marco incomparable de la Plaza de España (Sevilla)

    No me lo podía creer. No. Imposible. Scorpions venía a tocar a Sevilla. ¡Pero si se habían retirado tres veces!

Había querido volver a verlos—y escucharlos, se entiende— desde que ya lo hiciera en aquel lejano acústico de la EXPO´92. Compra de vinilos, de CDs y hasta de alguna casete. “Scorpions forever”.

Busque usted las entradas, decida si se acomoda en un asiento o salta sobre la pista hasta morir y elija (o no) pareja. Verano, calor… Mi chica acepta acompañarme para revivir los momentos en que me valía de esas baladas para pasar las noches de enamoramiento supremo. Qué recuerdos y qué oportunidad de volver a comprometerse con la causa. El precio, acudir previamente a las actuaciones de Pastora Soler y Vanesa Martín. Precio pop y folclórico para premio metalero. Bien, tres noches de buena y cara cerveza con música en un escenario espectacular.

Festival Icónica. Plaza de España. Luces rosas y satén servido a precio de oro. Nada de botellón, de garrafón o de lo que pudiera abastecer el herido gaznate. Los escorpiones poseen un sistema de termorregulación para adaptarse al clima cálido extremo que no tiene el ser humano. Menos mal que los egipcios comenzaron a beber birras y las hemos heredado. En cuanto a las luces de color acaramelado, evitaré pronunciarme en esta crónica de lo que prometía ser una velada inolvidable.

Repaso del nombre de cada uno de los componentes, sus rostros en la retina, sus canciones mil veces reproducidas y hasta cantadas más mal que bien en la ducha o en el coche, tortura para la familia sin repercusión en el llanto de las nubes. De lluvia, nada. Mitos en cuanto a que llueve tras una mala interpretación musical, máxime si es vocal, y si nos centramos en el dolo, en la nocturnidad y en la alevosía…

Subimos a la grada. Falta poco. Todo está a punto de comenzar. Qué ilusión… Manitas, un último abrazo y… Coño, que estos tíos no salen. No será que… Pasan los minutos, por decenas, y nada de nada ¿Y si alguno de los miembros de la banda ha muerto? Claro, es que me los imagino con treinta años menos y ahora Klaus debe de tener… Qué repelús… Pero si Mick resiste un concierto de tres horas de los Stones, este pequeñín podrá… Claro que sí.

Gritos, abucheo cariñoso, cante flamenco a través de la megafonía y todo se pone en marcha. Pienso que hubiese pegado más un himno rockero para servir de aperitivo, pero no es el momento ni la hora. ¡Vamos!

Scorpions Icónica Fest Sevilla Plaza de Espeña
Scorpions durante la interpretación de "Coast to Coast"

     Batería, guitarra y acción. Mi chica comenta el parecido céreo del cantante con Ortega Cano tras pasar por el quirófano, y no puedo rechistar, Es clavadito el muy cabrón. Esperemos que el bótox labial le permita cantar. No es tan seguro que se vaya a mover como antaño, circunstancia que se aclara desde el primer minuto. Será un concierto estático y con ello nos conformaremos.

¡Buenas noches, Sevilla! Gute Nacht… Qué bien suenan esas guitarras… Comienza el repertorio con las canciones del último álbum, «Rock Believer» y el sonido es de puta madre. Los acordes de Schenker deben de estar reventando las copas de algún pub cercano mientras que el punteo de Jabs acapara la atención del auditorio. Ha perdido limpieza, pero el tío se lo curra de lo lindo. Me parece que han subido a Meine. Seguro. De otro modo no se le escucharía. Reparte baquetas a diestro y siniestro (que de ambos hay en la pista) mientras entona, como puede, las canciones y el público va entrando en calor. No podemos olvidar al bueno de Mikkey Dee a la batería, el que mejor conserva sus cualidades y eso se nota.

Han desaparecido las melenas y han sido sustituidas por las calvas. El cuero ha hecho lo propio intercambiando su papel por cualquier prenda (se incluye cualquiera que cumpla la definición) y así se desarrolla el concierto menos heavy de Scorpions en su carrera, pero en cualquier caso resulta brutal pues el sonido es perfecto y el público se sabe los canciones.

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Scorpions piden la paz con "Wind of Change".

     Cantamos, cantamos y cantamos. Nos emocionamos con el «Wind of Change» “ucraniano” y “seguimos amándote como siempre”, como nunca, como un huracán en las grandes noches de la cuidad.

El mejor de los conciertos del prestigioso cartel. Ya dejaron alto el listón los Deep Purple el año previo —los hosteleros afirman que el cuarteto británico debió ser desalojado de la Plaza de España por cierre de los bares— y los alemanes lo mismo…

Aplausos y tensión. Emoción antes que virtuosismo. Eso sí, mucho cuento, pero en esta ocasión bienvenido. Demasiados repostajes en boxes (agua y se supone que algo más de “vitaminas”) para terminar repasando la lista de “clásicos” esperada. No hubo “vacaciones” y el humo no bajó a la tierra. En cambio, nos mandaron un ángel y todo explotó como se esperaba.

Noche mágica con escenario de lujo y juego de luces muy conseguido, telonero del rosa y del satén que volvieron a envolver a lo concurrencia a los postres.

Scorpions, Stingers y la sensación de que esta sí que será su última batalla en Sevilla. El que pueda, que lo diga: “Yo estuve allí”.

Texto: Francisco Javier Torres Gómez

Fotos: Francisco Javier Torres Gómez y El Puli de Cádiz

¿Más crónicas de conciertos? En nuestra sección Soplete en vivo.

¡Hasta el próximo metal-sarao, metal splinters!

3 comentarios

  1. De verdad se sabía la gente las canciones, la parte delantera de la pista no se sabían ni still loving you, camisetas recién compradas y mucho paripé. La gente qué llevamos 40 años siguiendo el heavy, cómo no tenemos pelas, nos ponen detrás de una baya. Esto del heavy es para ricos, y los heavys de toda la vida a jodernos.
    Creo qué tu crónica es un pastel, pero es normal, sí la primera vez los vistes en la expo

    • Javier Torres

      Sí, es un completo pastel. La próxima será más cañera, pero cuando yo canto de verdad las canciones de Scorpions es con mis colegas en fiestas y garajes, con cerveza asequible y a morro. No es plan de contar mi vida, que no es interesante, pero sí lo es el haber vivido este concierto cuando nadie lo hubiese esperado. Colega, yo llevo esos mismos años y ya soy calvo (ahí lo dejo), pero es el modo en que viví esa actuación.
      Por cierto, «valla» se escribe así, o al menos llevo haciéndolo de ese modo 48 años.
      Un abrazo y te prometo que a partir de ahora me voy a dejar de pasteleos.

  2. El Puli de Cádiz

    Hombre, tampoco creo que sea de recibo llamar «pastel» a la crónica que ha escrito el compañero. ¿Qué problema puede haber en que los viera por primera vez en la Expo ’92? Por edad y procedencia, es lo más normal. No sé sus padres, pero los míos no me habrían dejado irme a Madrid o Barcelona a ver a Scorpions en el 88 u 89, con 13 o 14 años.

    Respecto a los precios, te doy la razón. Es una barbaridad lo que cobraban por estar en primerísima fila. Y odio la moda esa de poner la valla y cobrar casi el doble por estar en primera fila. Yo estaba en pista general (lo más barato y ya era caro) y la gente que había alrededor se sabía las canciones, más o menos, en el inglés medio inventado que usamos los españoles.

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