Soplete en vivo: Celtian, acompañados de Kaelis (Sevilla. Sala X), 20 de enero de 2023
VENI, VIDI, VICI, (de sevillanas maneras)
Las expectativas, la rumorología y, ¿Por qué negarlo? Alguna que otra información privilegiada que llegó a nuestros oídos antes del evento del día 20 de enero de 2023 auguraba un resultado de éxito rotundo e incontestable del bolo capitaneado por los Celtian, cuyo paso por Sevilla sería puesto en bandeja de plata por unos Kaelis en estado de gracia.
La cola que se formó en los aledaños de la Sala X era un deleite para todo aquel que sepa que estos perfiles de afluencia son los menos en Sevilla.
Un público ecléctico, también hay que decirlo, que iba desde “desconocidos” de este tipo de “metal saraos”, pasando por las caras conocidas de bandas de aquí, (y que tanto gustito da ver), así como los «novatos», los clásicos e incluso hasta media formación de nuestros queridos Saurom, que tampoco quisieron perderse el evento.
Kaelis

Como decimos, la Sala X estaba a rebosar, y tuvimos que hacer un arduo esfuerzo para llegar a las primeras filas antes del inicio de la descarga de los sevillanos Kaelis, que irrumpían magistralmente ante el escenario, ataviados de una indumentaria “ciber-punk” con vestimentas muy épicas y gafas futuristas, justo en el momento que conseguimos acceder a un punto privilegiado de la sala, para así poder ver el show centrados y con una acústica más que decente en los primeros compases que, como desarrollaremos más adelante, fue mejorando a cada tema.
De más está decir, y si queréis más datos sobre la cuestión, AQUÍ os dejo la crítica de “Far Galaxy”, que toda la indumentaria e “imagen de marca” que tiene Kaelis es un contundente pulgar arriba.
Llama la atención desde el minuto 0 la cuidada estética de su propuesta, y la carta de presentación del meritado primer trabajo de los sevillanos, “Salvation” dio apertura al concierto, de forma que fueron pocos en la sala que no prestaron absoluta atención a los teloneros.
Con el estribillo pegadizo de este primer trallazo, se empezó a denotar una maravillosa comunión entre el público y la banda, que fue ganando enteros al igual que la intensidad del bolo, a cada canción que fue sonando.

La segunda descarga fue la homónima de su E.P. llamada “Far Galaxy”, que sonó bastante bien.
En este punto fue interesante percibir la cohesión de la banda.
Tuvimos conocimiento, sólo una semana antes, por parte de su vocalista Bethany Neumann, que la intervención del baterista Alberto Manrique lo fue con muy poco margen de maniobra, razón por la cual tuvo pocos días (sí, días) para aprenderse los temas y, lo cierto es que la batería sonó a las mil maravillas.
¿Y qué decir de Carlos Castrejón? La sensibilidad que trasmite con la guitarra, incluso en pasajes más «heavys» de las propuestas es algo digno de admirar en los directos.
Para saber de lo que hablo, os invito a escuchar la versión en acústico de «Far Galaxy» AQUI y veréis del buen hacer del sr. Castrejón.
Sin tiempo para charlar prácticamente nada (eran conscientes de ello), el concierto avanzó de forma constante hasta llegar a la tercera canción.
En esta ocasión, el turno fue para la presentación de “Omen”, adelanto del que será el próximo lanzamiento de la banda sevillana.
Tuvimos el gusto de poder grabarla en su integridad así que, si queréis saber cómo suena, podéis verlo justo abajo.
Spoiler: Kaelis evoluciona en su sonido, a mejor.
Y llegó el momento de la sorpresa de la velada. Una fantástica versión metalera del hit mundial «Euphoria», interpretada por la sueca Loreen y que fuera la que saldría victoriosa del festival de Eurovisión, allá por el 2012.
Un fantástico y bien ejecutado «cover» que hizo que hizo las delicias del respetable.
Si bien es cierto, y así se lo pude hacer saber a cierta cantante peli-azulada que tuve cerca en el directo, la front-woman que inicialmente, aunque cubriendo expectativas vocales, comenzó el concierto con ciertos tintes de timidez, en este punto del concierto, estaba en una posición de auténtica diva, cosa que agradezco, pues la banda se luce muchísimo más con una Neumann disfrutona, que baila y se mueve por el escenario con ganas y garra.
En el momento del inicio de los acordes de la canción, “Prophecy”, composición que, en el disco de estudio no fue de las que más me atrapó, tuve una muy grata sorpresa al comprobar que en directo es un auténtico cañón.
Las voces guturales de don Alvaro Montalbo sonaron cojonudamente bien a lo largo de todo el concierto pero, en esta descarga concretamente, las percibí mas poderosas y contundentes de las versión del disco, donde las notaba más lejanas y opacadas.
El bajo de Manuel Barragán también sonó más presente en temas como éste, dejándose lucir ante el público sevillano.
Me encantó cómo sonó esta composición, probablemente de los mejores del directo de los Kaelis.

“Rising Empire” fue otro de los regalitos que nos entregó la banda en la pasada velada del 20 de enero.
Aunque no fue la primera vez que lo tacaron, en mi caso si fue la primera vez que lo escuchaba y vuelvo a reafirmarme con lo dicho en “Omen”: parece ser que hay Kaelis para rato.
Por último, la canción que daría cierre al bolo de los sevillanos fue “Barrend Land”, tema que también cierra el E.P. de los sevillanos donde, la agrupación acabó dándolo todo, conquistando a los asistentes, con un poderosísimo concierto el cual, a buen seguro, recordarán mucho tiempo, sobre todo por la simbiosis que se percibió entre Kaelis y su público, creando una más que bonita noche para la banda.

Celtian
Los madrileños Celtian hacían su aparición con una sala ya a rebosar de público.
Ya van tres las ocasiones que un servidor ha tenido el gusto de verlos en directo y he de admitir que la profesionalidad que ostentan es digna de admirar, habida cuenta de la juventud de sus miembros y lo corto de su bagaje, con sólo dos discos en el mercado, (tres, si contamos el instrumental “The Druid’s Awaiting”).
Pero es evidente, por las razones que sean, que la banda es capaz de congregar a muchísimos fanáticos y son un ejemplo de cómo rematar un buen concierto, y saber crear ese clima de conexión con su público el cual, no se saltaba ni una sola estrofa de las diferentes propuestas que lanzaron en la “X” y, creedme, fue la gran mayoría de la sala quien cantaba.
Con todos estos mimbres, era indudable que lo de Celtian iba a ser un éxito, como así fue.

El tándem de la intro de su nuevo disco, “Sendas de Leyendas” + “Nueva era” y “Magia de Luna” fue toda una declaración de intenciones de lo que sería el concierto: Buen sonido y una Xana Lavey que cada vez está más cómoda entre las tablas, derrochando simpatía y buen hacer.
Las primeras tonadas que recordaban a su E.P. que vino a llamarse “En tierra de hadas” fue “Mirada de fuego” que sonó especialmente bien, sobre todo en lo que los riffs de guitarra se refieren de Sergio Culebras.
Estribillo especialmente cantable y que gustó mucho al respetable.
La canción que da nombre a su más reciente disco, “Sendas de Leyendas” suena, indudablemente, mejor en directo que en estudio.
Los acordes “celtas” te embriagan mucho más y le melodía vocal de la Lavey es coqueta y atrayente. El que se haya descubierto como flamante batería de la nueva formación llamada Delalma (de la que pronto escribiremos por estos lares) David Landeroin, realiza una labor fantástica con sus potentes baquetas, contundencia que ensambla sorprendentemente bien con los sonidos más “amables” que el resto de la banda.
¿Recordáis cuando he comentado más arriba que existe un primer disco antes de la irrupción de Xana en la banda?
Pues sí, Diego Palacios realizó un bonito e intimista disco instrumental al frente de su buen hacer con las flautas que sonaba celta, irlandés, bucólico-pastoril etc…

Dos de esos temas fueron lanzados al público Sevillano en forma de “Morning Star” y ”The Hill of Cloguer”. No voy a desvelar de quien vino el comentario, pero escuché a alguien decir que prefería a los Celtian así, en rollo instrumental.
Se bailó mucho con estos dos temas y la gente estaba (si cabe) más entregada en este punto del concierto que al inicio. Y aún quedaba bastante…
“El solsticio de Driade” y “Tu hechizo” continuaron con la reaparición de Xana que, en momentos hablaba de frío como del calor en la Sala. Detalle divertido.
Y si he de decantarme por mis preferidas, no sólo del bolo sino también de la discografía de los madrileños, sin duda están “Tu Hechizo”. Composición muy bonita y cantable, que suena muy agraciada en estudio, pero más aun en directo, la verdad sea dicha.
“La Musa del Bosque”, quizás de las canciones más ”heavys” que tiene la formación madrileña, sonó especialmente bien en la Sala X, aun sin la presencia de los hermanos García, que daban empaque al tema.

Aun así fue de las canciones más vitoreadas del bolo. ¿He hablado ya de lo que me gustó el sr. Landeroin en el directo? ¡Pues eso, me reitero por última vez en lo que me gusta este baterista!
La rápida y versátil “Eala” daba muestras de lo que el sr. Palacio es capaz de hacer a los vientos (por si todo lo anterior no bastara, claro está), pero he de admitir que es una canción que había oído poco y suena a las mil maravillas en un ambiente festivo como el que se encontraba imbuido el directo en estos compases.
Y casi sin poder respirar, a modo de homenaje a los muchos integrantes de la banda Saurom que se desperdigaban por la sala, sonó la bien recibida “Hija de las Estrellas” que fue incluida en el disco «Mester de Juglaría» de los gaditanos.
Canción muy aplaudida y cantada, letra a letra, por prácticamente todo el respetable.

Avanzando el concierto empezó a sonar “El otro lado del Camino”.
Tuve la duda de si se iban a obviar las estrofas cantadas por el gran Isra Ramos o, por contra, las iba a continuar Xana. Fue agradable ver a Diego marcarse dichas partes de la canción.
Tema muy resultón a mi parecer.
“Niamh” es garantía de éxito. El primer tema por el que se dio a conocer la banda es archiconocido y tiene una composición preciosa y entrañable.
Fue por ello que la eligieron como cierre (antes de los «bises») para que el público se “desgañitara” cantándola con gusto y soltura.
Para finalizar la descarga, a mi parecer ya algo larga en las propuestas lanzadas, (hubiera sido mejor acortar en dos o tres temas) lanzaron “El hijo de ayer” y “En tierra de Hadas” que, como podréis imaginar, y en sintonía a todo lo que he ido desarrollando a lo largo de la presente crónica, no hizo más que refrendar el fantástico “feedback” que la banda tiene con su público y la aceptación tan grande de sus temas.

Sin lugar a dudas, la velada del viernes que disfrutamos con los Kaelis y los Celtian se podría denominar como un pequeño oasis, con nombre propio: “Sold Out”, cosa que gusta muchísimo.
El público que disfrutamos este tipo de propuestas tenemos la posibilidad (y la obligación, si cabe) de seguir llenando salas y crear vínculos con las bandas que vengan a visitarnos, trasladando nuestro gusto, acá por estos lares, de la buena música y, sobre todo, de la que se hace en directo.
Ambas bandas, por tanto, y en esta ocasión, vinieron, vieron y, lo más importante: VENCIERON.
Texto: Antonio J. Álvarez Asencio
Fotografía y edición: José Luis Alarcón Pérez