Albufeira Under The Spell.
Soplete en vivo: Moonspell (Albufeira, Portugal), 24 de septiembre de 2022.
Iba como fan pero no he querido desaprovechar la oportunidad de hablar de nuevo sobre Moonspell y su hechizo lunar eterno.
Nada más saber de la cita, a dos horas escasa de mi residencia, con un emplazamiento tan singular y bello como es el Algarve y siendo una de mis bandas preferidas de Metal Extremo, no tenía duda de que iba a asistir. Ahora bien, ¿en familia, con algún amigo o en solitario? de eso no estaba seguro. Y finalmente tras varias llamadas infructuosas tiré millas yo solo para Albufeira intuyendo que sería una gran aventura. Y así fue.
Tras realizar el Check-in pertinente en el alojamiento (a 3 minutos en coche del recinto conciertil) quise saber de la ubicación exacta, ver el escenario y ya almorzar por los alrededores.
Albufeira centro no deja de ser un hervidero de turistas (sobre todo de Alemania e Inglaterra) y aún a finales de septiembre sigue presentando esa estampa veraniega con calles repletas, bares atestados, sol y… ¿Metal?
Pues sí, porque la Câmara Municipal de Albufeira (el ayuntamiento) costeó el evento, de entrada gratuita -era en la Praça Dos Pescadores- posibilitando que cientos de personas, también las ajenas al Rock Metal, pudieran disfrutar de una propuesta cultural-musical distinta, ofrecida por la banda madre del Metal portugués, casi nada.
Fue llegar y besar… a Amorin. Anclé, almorcé viendo la playa, vi cómo montaban los equipos y probaban la pirotecnia y me encontré a Ricardo Amorin, el guitarrista, a punto de entrar a la zona de backstage, así que apreté el pasó y pude hacerme un selfie con él.
Luego regresé al apartamento, me di un buen baño en la piscina, leí y descansé algo para estar aparcado no muy lejos del recinto una hora y media larga antes.
Poquito ambiente Metal por los aledaños del bolo; eso sí, mucha gente de turisteo. Y en eso que me encuentro con una pareja amiga que intuía que podría venir a la cita y a otro colega que me presentaron. Risas porque en el almuerzo la camarera me dijo que unos tales Luis e Isabel de Sevilla estaban por ahí… ¡vaya coincidencia!
Pizza y birras tragadas rápidamente y para las primeras filas donde ya encaramada a la valla pegada al escenario estaba la pareja española de fans.
Una banda local hacía de telonera, No Time To Waste, que amenizaron con caña Rock la espera, que se alargó hasta las 22:45h. (chequeo de cuarenta minutos) cuando se dejó oír lo nuevo de Moonspell, «The Greater God».
El atrezzo que llevaban era minimalista; un único telón con la silueta de una luna, icono muy vinculado a la banda de Brandoa. Sí quiero destacar un espectacular juego de luces que en todo momento hizo brillar la actuación en el plano visual.
Volviendo al aspecto musical, del nuevo álbum, que no termina de convencerme salvo cuatro dignas composiciones, que recuerde sólo tocaron un corte más, «Common Prayers».
Espectacular y compacto sonó «Extinct», con esa orquestación extraordinaria tan bien ensamblada y lo armonioso de las estructuras. De ese álbum también tocaron «The Last Of Us», que sin saber el título (gracias Isa) sí que advertí el rollo más oscuro y de Rock Pop mecanizado onda grupos británicos. Lo extinto dio paso a una aclamadísima «In Tremor Dei» cosa que ocurrió también posteriormente con «Todos os Santos», supongo que por ser cantada en el idioma natal. Luego llegó la anécdota de confundirse Fernando Ribeiro (vocalista) de canción venidera en el Set List (se le ve algo «cegato», lo vimos gesticular con los ojos más de la cuenta; tanta lectura filosofal e indagar para letras le está pasando factura con la edad, jeje), cosa que se repitió en otra ocasión.
Los lobos más salvajes los sentimos con la pieza maestra «Finisterra», abrumadora. Del elepé «Antidote» creo que tocaron una donde se gustó P. Paixao a las seis cuerdas igual que en la mencionada «The Last Of Us».
Hubo un momento en que el sonido se saturó. Pasó, afortunadamente, y enfilamos el último tramo del show, con «Mephisto», «Todos os Santos» y alusiones continuas al inminente 30 aniversario de la banda que celebrarán por todo lo alto en Porto y sobre todo en Lisboa, precisamente en la fecha de los muertos.
El aullido del combo luso iba menguando y era el momento de escuchar dos grandes composiciones para cerrar el espectáculo. La infaltable y exquisita «Alma Mater» atronó en la Playa de los Pescadores y una preciosa y emotiva «Full Moon Madness» con fuegos puso el broche a una idílica noche licantrópica.
Haciendo balance y comentando con la compañía a la que me había sumado, coincidíamos en que Moonspell no suele llevar pirotecnia en sus bolos y que resultó algo cautivador y, por supuesto, enriquecedor para el público.
Como anécdota contar que al lado nuestra se puso un hombre bastante mayor y ajado (quizá por la mala vida, el alcohol…) del que temíamos que la liara o no nos dejara ver tranquilos/as el directo, pero que se comportó ejemplarmente e incluso se sabía algunas letras… ¿Un antiguo fan que se reencontraba con la banda?
Más curiosidades. La fanaticada fiel, como Isa y Luis, llevan incontables citas con Moonspell, ya sea a diez kilómetros de casa, ya a 600, y allí veíamos caras conocidas que no faltan (una chica polaca que está en todas, jaja).
Tras el último baquetazo, entre chispas, de Fernando sobre los platos de Hugo y la postrera reverberación de las teclas de Paixao acabando de sonar «Full Moon Madness», todo se apagó. El saludo de los cinco músicos dio pie a un regreso entre murmullos y cuando enfilábamos las aún bulliciosas calles de la Albufeira más turista, cotidiana y terrenal, sonando cualquier son reguetonero, Isabel exclamó: «Bienvenido a la realidad»…
Fue un sueño hermoso que habrá que repetir.
Álbum completo del concierto aquí:
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¡Hasta el próximo metalsarao, Metal Splinters!
Texto y fotografía: Pablo «Aliscar» Alarcón.
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- Pablo A., Isa, Luis y Pablo
