Breve intercambio de saludos al llegar al Club Motero El Myzil, dudando casi siempre, si sacar cuernos, un codo, algún tibio abrazo… pero guardando protocolo, eso sí. Preguntas ya consabidas “¿cómo estamos, todo bien?”, reencuentros tras muchas, demasiadas, semanas sin vernos físicamente, entre amigos/as y gente conocida, compañeros/as de medios especializados y artistas varios (por allí estaban Iván de Scape Land, Red Juggernaut, Naphta… Memphis de Pinball, los hermanos de Medictum y otros) y aún siendo todo tan extraño, por unas horas volvimos a recuperar parte de nuestra esencia, de aquella otra realidad o antigua normalidad que esperemos volver a palpar.
Tuve un momento íntimo con el guitarrista de la formación, Viko, quien me comentaba que estaban muy excitados por todo lo que estaban preparando, que el clip que iban a proyectar era “la caña” y se le escapó “buena nueva” en lo que viene siendo ya un habitual del larguirucho frontman WK, cosa que agradezco (y callo).