Cabalgando en los Vientos de la Eternidad.
Sabio y poderoso, eres fuerza de la tierra, feroz se convierte el mar a tus órdenes.
Vientos del sur, vientos del norte, dejadme oir vuestra llamada. Sopla en mi corazón llenando mi alma, dadme la fuerza de la tormenta.
Durante el tiempo que yo cabalgue sé mi guía, yo seguiré tu señal por una vida justa.
Cabalgando en los Vientos Sagrados, vientos de la eternidad, lucharé con vosotros por siempre, hijos de las pesadillas.
La Sinfonía de las Tierras Encantadas.
Parte I. El último vuelo de Tharos.
“Oh , cruel destino… las lágrimas cubrieron rápido el rostro del guerrero y Tharos, el amado dragón, despliega sus alas por última vez, feliz por haber conseguido la libertad aunque fuera a costa de su muerte… Vuela, vuela alto, poderoso Tharos… tu nombre siempre será recordado por la gente de las Tierras Encantadas y tu memoria estará siempre entre nosotros contra las hordas del Señor Negro para la salvación de estas tierras. Adiós, hermano, adiós.”
Tharos, The Mighty Dragon*
Parte II. El himno del guerrero.
Dios del amanecer, padre del trueno, señor del viento que sopla ahora sobre mi.
Gracias por todo, por tu sagrada señal, por las montañas y colinas, por el bosque, el mar; por todos aquellos que murieron y por mi princesa.
Ellos derramarán su sangre porque finalmente la Espada Esmeralda es ahora mía.
Parte III. Reyes terribles.
Por lo que hiciste, arderás en mi odio. Hijo del Infierno, traidor de la Luz, rey de la Oscuridad, tu nombre está grabado en mi acero.
Por tu voluntad mueren inocentes cada día pero mi espada pronto vendrá a por todos vosotros y vuestro reino caerá, serás polvo otra vez y para siempre.
“Los Reyes terribles son siempre enemigos de la gloria perpetua.”
[“Rex tremende semper inimice ad gloriam perpetuam”]
Con valentía marchamos para darte agonía eterna.
Una palabra mágica de amor colma eternamente todos mi sueños, utilízame.
Amor, guíame hasta el éxtasis, hasta la victoria, el infinito, hasta las rimas del viento de la voz de los muertos, de la inocencia de mi memoria.
Tierra destruida, quiero tu cabeza. Cerdo sádico, no puedo perdonar lo que hiciste. Toda la sangre que estás chupando de mi tierra pero mi espada pronto volverá a por todos vosotros y tu reino caerá, serás polvo otra vez y para siempre.
Parte IV. El Fuego Inmortal.
¡Vamos, poderoso guerrero… los Reyes de las Tierras Encantadas están esperando tu victoria! Cabalga en las Alas de la Sabiduría, cabalga más allá de los Valles Medios para derrotar al Señor del Caos en nombre de la Justicia Cósmica. ¡Paz y amor parasiempre!
Crónicas de Algalord, parte II.
Continúa…
El guerrero había perdido a su hermano Tharos pero ese sacrificio pudo significar una esperanza real para la salvación de las Tierras Encantadas.
¡Sí, habría derrotado al cruel Akron también por su pobre amigo!
La Espada Esmeralda brillaba de forma mágica en las manos del héroe y ahora el viaje hasta Ancelot tenía que comenzar tan pronto como fuera posible.
Arwald no pudo esperar ya más… Las noticias de la victoriosa hazaña se extendieron más allá de las Tierras Encantadas y todo el mundo lo celebró y recordó al Hijo del Hielo por mucho tiempo.
Tampoco los reyes que participaron en los diferentes frentes de la sangrienta guerra contra el ejército de Akron pudieron contener su alegría y esta minúscula llama representando la esperanza para las queridas tierras estaba destinada a ser apreciada por siempre.
Aquí acaba un capítulo, aquí comienza otro… Parte de la historia ha sido escrita, otra parte no… pero siempre estaré aquí listo para contarte los sucesos relativos a las Tierras Encantadas… acontecimientos de coraje y poderío, del bien y del mal.
¡Paz y amor para todos vosotros!