MetalTaller. Una experiencia pionera.

MetalTaller. Caja de música abierta... y cerrada.

    Recuperamos reportaje de nuestro antiguo blog en el que contamos acerca de una experiencia cultural musical pionera, al menos no hemos sabido de algo similar en nuestro país: «MetalTaller», un taller dirigido a niños/as de entre 10-15 años enfocado a la música Rock Metal que tuvo lugar en la localidad de Villanueva del Ariscal (Sevilla) durante un período aproximado de 6 meses. Aquí su historia.

Hemos considerado oportuno reflejar tal experiencia, primero porque está relacionado con nuestro mundillo Rock Metal siendo proyecto piloto y segundo, lo esencial, porque puede servir como ejemplo de actividad cultural dirigida a los más jóvenes. Ojalá alguien replique la iniciativa. Los dos impulsores de «MetalTaller» lo intentaron. Que su «legado» sea recogido…

Así lo narraba el compañero Pablo Aliscar en su día:

    «Taller de Música Metal. La Caja de Música» era el nombre original de este taller cultural musical que allá por octubre de 2.013 presentamos al Concejal del Área de Cultura del Ayuntamiento de Villanueva del Ariscal (Sevilla). Previamente, en una noche de litronas y reflexiones en el patio trasero de un buen amigo, mi compañero José A. Costales Lancharro y yo decidimos apostar por invertir nuestro tiempo, esfuerzo e ilusión en dar a conocer entre la chavalería de la localidad y municipios aledaños la música que a ambos nos había marcado desde la adolescencia, promover el Rock Metal en todas sus vertientes e intentar ofrecer un espacio de cultura, ocio y diversión distinto a lo que podrían encontrarse habitualmente en sus vidas. 

¿Cómo lo íbamos a plasmar? Teníamos algunas ideas. Reunir a niñas y niños de entre 10-15 años (esa orquilla barajábamos) en un espacio público donde poder disfrutar de distintas actividades relacionada con la música Rock Metal. Este objetivo era básico. A partir de ahí, confeccionamos un borrador del proyecto y tras el pertinente paso por registro en el consistorio, nos citamos con la persona  responsable del área cultural del consistorio de nuestro pueblo.

¿Una actividad tal, con el Heavy como protagonista, amparada por un ayuntamiento? Pues el `no´ siempre lo tendríamos, así que orgullosos por lo novedoso de nuestro propósito, fieles a nuestros principios y también sabiendo que la persona que tendría que dar el visto bueno era cercana a nuestros postulados polifónicos, creímos firmemente en nuestras posibilidades y, tras definir las condiciones del desarrollo del taller, contamos con el beneplácito para montar el MetalTaller, que es como finalmente se dio a conocer la aventura.

Fijamos la cita con MT una vez cada quince días. Una al mes nos pareció poco contacto, con la posibilidad de que se enfriara el mismo. Una semanal, quizá escaso margen de maniobra para montar contenidos. El ayuntamiento nos cedió el espacio público para las reuniones quincenales (la Casa de la Cultura) y nos ofreció apoyo logístico en forma de proyector y fotocopias de carteles y flyers.
Para promocionar el MetalTaller contamos con la inestimable ayuda de Eduardo «Powerage» Pineda del extinto programa «La Rodilla de la Cabra» de Radiópolis. Se enteró por Facebook de nuestra iniciativa y al instante nos ofreció micrófono en su programa y allá que fuimos ambos a presentar el taller (lástima que no conservamos fotos)

Se nos ocurrió que podríamos empezar la sesión inaugural con algún tipo de proyección impactante, para enganchar a ese público joven al que nos dirigíamos. Nos costó mucho tiempo y esfuerzo montar y editar un vídeo que tuviera punch, que mostrara las señas de identidad de nuestra música (siendo ello complejo por las incontables ramificaciones) y diera un repaso breve pero más o menos completo de los distintos géneros. Creemos que lo conseguimos. En 17 minutos recorrimos la esencia de la música que amamos, desde los Zepp, AC/DC, Kiss, Sabbath…pasando por otros clásicos como Maiden, Manowar, Judas… corrientes como las de Amon Amarth, Epica, Kamelot, para adentrarnos en pasajes más brutos a lo Paradise Lost, Pantera, Death, Carcass, Dimmu Borgir o Emperor. Pusimos fragmentos de vídeos de estas bandas, aquellos más llamativos, divertidos o evocadores de valores y referencias de peso. Desgraciadamente Youtube nos lo bloqueó por tema de derechos de autor (demanda por varios temas) pese a que hicimos referencia al carácter didáctivo y sin ánimo de lucro. 

Antes de la proyección, la mañana y parte de la tarde la empleamos en los preparativos y la decoración del salón de actos de la Casa de la Cultura.
No sabíamos ni con cuántos jóvenes nos íbamos a encontrar ni con qué abanico de público en general. Dos semanas antes habíamos empapelado el pueblo y los institutos y demás lugares de los municipios colindantes del Alajarafe (Olivares, Espartinas, Umbrete, Sanlúcar, Gines, Tomares…)

Cartel inaugural del MetalTaller (16/11/2013)

Cuando decidimos cerrar la puerta del salón de actos para dar comienzo a la primera sesión del MT, sólo 5 chicos y 1 chica, entre los 12-15 años y tod@s de Villanueva del Ariscal, constituían nuestro futurible target. Nadie de otros pueblos… ningún progenitor de esa chavalería para interesarse por el acto en el que participaba su hija/o (curioso). Aparte, una veintena de personas entre familia, amistades y allegados se dignó a brindarnos apoyo moral.
Creamos nuestra página de Facebook y una en la extinta Tuenti para acercarnos más a nuestros jóvenes (también abrimos una de Twitter).

Tras el visionado del vídeo, que comprobamos gustó mucho, los organizadores del taller nos presentamos, hablamos algo de nuestros inicios en el mundillo heavy (cuando ahorrábamos pelas de la paga semanal para comprar algún disco o la Heavy Rock), comentamos las actividades que íbamos a llevar a cabo y, algo en lo que siempre hicimos hincapie, les animamos a participar e interactuar, a que hicieran suyo el taller. Poco a poco se fueron soltando algo y nos contaron cómo fue su primer contacto con el Rock Metal, la mayoría con su padre/madre o hermano/a como persona mentora destacada. Y así pusimos punto y seguido a esa experiencia rockmetalera que tendría una vida escasa de 6 meses…

En las dos subsiguientes citas vimos incrementada la asistencia de nuestros impúberes metaleros/as, hasta un máximo de 8 asistentes a los que cariñosamente llamaba yo «MetalÑekos» (Lancharro no estaba muy conforme…) En ellas pudimos desarrollar el siguiente contenido:
Visionado de videoclips de bandas como Kreator, Within T., Testament, Amon Amarth, D.R.I., Galneryus… en cada sesión.
Comentarios sobre esos clips. Queríamos saber qué les había llamado la atención, si las temáticas que abordaban las habían captado, en lo musical qué opinión…
Concursos en Twenti, que era la red que por entonces manejaban los de su edad (preguntas sobre bandas, artistas… con algún premio en forma de cd)
– Creamos una discoteca propia a partir de discos que un buen amigo nos cedió de su colección para prestar a los chicos/as asistentes. La «VaderTeca» (gracias Miguel M.)

– Asistencia a concierto de versiones de Stratovarius, Angra, Bon Jovi
– «Análisis» de portadas.
– Comparativa de tema original y versionado (cogimos el «Smoke on the water», el de los Purple y la versión metalizada del grupo Metalium)
– Montamos un Especial Iron Maiden,la banda más representativa del Heavy Metal.

     Y sí, teníamos en mente organizar una especie de clinic con músicos para acercar verdaderamente la música Rock Metal a ell@s, pero finalmente no pudimos llevar a cabo esta experiencia por diversos motivos. Se nos ofrecieron varios amigas/os como Bethany Neumann o Daniel Pérez Villanueva, músicos sevillanos; pensábamos hacerlo más adelante, ya asentado el proyecto, pero fue tarde. Quizá debimos usar esta opción mucho antes, como gancho perfecto para fidelizar a nuestros jóvenes, pero… creemos que fue un error nuestro.

Llegando abril vimos que la afluencia y el interés fueron mermando. Y ya con el «Especial Maiden» nos llevamos una tremenda desilusión dado que habíamos invertido en su confección mucho esfuerzo, ilusión y tiempo. Solo una de ellos vino a la cita, la chica que no solía perderse ningún evento («Halley» se hacía llamar), pero a mitad del pase se marchó (entre tanto adulto, sola…) El resto de asistentes, unos 15, eran amigos/as que, curiosamente, disfrutaron con los datos que dimos de La Doncella, las innumerables fotos que pusimos, las portadas, los Eddie´s y algún que otro vídeo que nos curramos.

     Y esa hipotética primera parte del «Especial Maiden» fue nuestra última actividad con el MetalTaller. Tras la misma, Lancharro y yo quedamos para analizar la situación y tras sopesarlo bien, optamos por clausurar el taller (yo incluso quería hacer un último intento y cerrar, llegado el caso, con la parte 2 de la banda británica, pero desistí). Así lo anunciamos en nuestro Facebook:

Sobre las causas de por qué no funcionó al 100% esta iniciativa pionera, pensamos que:
1) A esas edades, 10-15 años, no suelen tener claro qué quieren ni cómo.
2) La mayoría mostraba dejadez a la hora de interactuar, de involucrarse más en las actividades, dado que incluso les propusimos que ellos crearan el contenido de alguna sesión; sí, lo hicieron, pero esperábamos más.
3) Todo lo tienen al alcance de un click, por lo que pretender que apreciaran el formato físico, letras de un libreto, una portada o el interesarse por una banda en concreto o estilo, teniendo todo en internet, es una quimera. No vimos cultura del esfuerzo, esa chispa por conocer y entrar a formar parte de una comunidad como la de la música Rock Metal.
4) Nos faltó ese gancho, ese puente entre nosotros los monitores que les mostrábamos una visión quizá demasiado teórica y ellos como fan primigenios de la música Metal, y ese enlace, vínculo, pasarela, debió ser la concexión con músicos, el poder verles tocar y ellos/as también poder acercarse a un instrumento.

5) Puede que si hubiéramos perseverado más, si hubiéramos dado un giro al ritmo y contenido del taller… pero estábamos convencidos de que ellas/os ya no tenían ilusión por seguir.
6) Nunca sopesamos la alternativa de montar el taller en otro sitio que no fuera nuestra localidad, por comodidad más que nada. ¿Qué hubiera pasado si hubiésemos tenido como sede física un barrio de Sevilla capital o en Dos Hermanas, por ejemplo? ¿o ahora en Lebrija, donde hay adultos con ganas y chavalería que responde?

Y enlazando con lo que decíamos al principio de este especial, si sirve o puede llegar a servir esta experiencia aquí narrada para ayudar a personas con inquietudes por fomentar el Rock Metal o a asociaciones culturales, pues mayor orgullo y alegría (se nos ocurren en Sevilla la Asociación La Colmena de Lebrija que en su día se interesó por nuestra iniciativa intentando algo parecido o el colectivo Káñamo Rock de San José de La Rinconada).

     Y así concluímos, un poco sin acabar de cerrar este análisis de la aventura MetalTaller. En meses venideros nunca nos cerramos a reactivar el proyecto o a volver a montar algo similar, pero no se dieron las circunstancias. Ahí quedó, para nuestra satisfacción (aunque incompleta). Personalmente, ambos nos alegramos de haber creado tal experiencia, porque llevamos a cabo un «sueño», un objetivo. Y si en su momento sirvió para promover nuestra música, para que alguno de aquellos chicos/as se enganchara a ella, de alejarlo de malos vicios de la calle o simplemente para darles a conocer otra cultura, pues satisfechos estamos.

¿Retomaremos algún día MT? …

Para quien tenga curiosidad de cómo se derarrolló la actividad del MetalTaller en sus seis meses de vida, puede constatarlo en la página de Facebook aún sin cerrar:

Facebook/MetalTaller

Autor de la entrada: Pablo  «Aliscar» Alarcón.

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