O Milagre. Día 2, sábado 24 de agosto.
Soplete en vivo. XVº Milagre Metaleiro (Pindelo Dos Milagres, Videu. Portugal), 23-25 de agosto de 2024.
Tras una maratoniana sesión el día anterior, con el consiguiente cansancio del viaje, logística pre festival, acoplamiento y primeras tundas musicales, acabamos exhaustos el viernes. Miguel cayó como un tronco pero yo estuve removiendo recuerdos e imaginando cómo sería el Día 2 del Milagre, en especial el poder ver al fin a Stormlord, una de mis bandas predilectas, algo inquieto ante la ocasión de estar en la prueba de sonido de la banda romana (y de lo que tendréis pronto un reportaje).
Ya bien ubicados ante el nuevo plano del recinto, sabiendo donde está cada cosa, los puestos de merchand y avituallamiento, con la zona infantil empezando a levantarse y con algo menos de calor que el día anterior (a la noche refrescaba algo), llegamos para ver algunos temas de Ekyrian. Vamos a contaros nuestras impresiones de las ocho actuaciones que pudimos ver.

Antes, para quienes no leisteis el reportaje del Día 1 o queráis revivirlo, aquí os lo dejamos.
Este era el plan musical para esta tarde noche, que cerraría el Black Death crudo de los nórdicos Marduk.

«De los mejores festivales en relación calidad/precio»
Ekyrian. Folk-Metal desde Madrid.

El segundo día del Milagre Metaleiro llegamos más tarde al recinto, más allá de las 16.30h, porque el día anterior había sido matador entre madrugón, viaje y conciertos. Hicimos bien en descansar un poco para afrontar la nueva jornada con plenas garantías.
Este retraso respecto al primer día provocó que, cuando llegamos, los españoles Ekyrian ya estuvieran finalizando su actuación: solo nos dio tiempo a ver los dos últimos temas. «La balada de Wilfred el Enano» resultó animada, pero al final es difícil acoplar con garantías tantos instrumentos (son nueve los componentes del grupo), y hubo algún momento en el que la nitidez del sonido resultó mejorable. Con «El rey blanco» se despidieron, un tema del que nos gustaron sus cambios de ritmo y la conexión entre los diferentes músicos.
Nuestra experiencia con Ekyrian en el Milagre fue cortita, pero sí pudimos ver su show completo en el reciente Liruprint Fest, del que podéis leer la crónica aquí.


Frenzy. Rock clásico... y no tan clásico.

A los Frenzy no los conocíamos, pero sí habíamos hecho lo deberes de cara al Milagre de este año. No es mi estilo favorito, pero, aun así, su propuesta me pareció valiente y sin ningún tipo de complejos. Jugar fuera de casa siempre es una oportunidad de oro para seguir dándose a conocer.
Los madrileños hacen heavy metal de la vieja escuela, con ritmos pesados y riffs melódicos, aunque en ciertos temas meten una marcha adicional y suenan más contundentes. Me gustaron. Y quiero hacer especial mención a su bajista, Choco, muy activo durante todo el concierto: interactuó mucho con el público, con los fotógrafos del foso y (obvio) con sus propios compañeros, lo que hizo que se ganara la sonrisa de más de uno de los asistentes. Bien por esa actitud.
Speedemon. Riffs con clase y poderío.

Humanart. Raw and Rough.

De la escena lusa de Metal Extremo siempre hemos oído decir que ha gozado de muy buena salud. Llegaba al escenario «1» una nueva agrupación oriunda (de Porto) de Black Metal, con mucho recorrido (se crearon en 1998) pero de escasa producción de estudio (dos LP y dos minis).
Nos encontramos de entrada con una batería algo saturada y con guitarras en segunda línea. Veremos a ver…
Musicalmente, su formula me resultó bastante lineal, poco atrayente (soy más del Black sinfónico), con una base de teclas grabada que no me dijo nada.
Bastante crudos, en una línea bastante identificable del «Ancient» Black Metal, sinceramente fue una propuesta que no nos sedujo. Si hubiera una segunda oportunidad, tendríamos que fijarnos más en lo que ofrecen.
Stormlord. Hail, Extreme Epic Metal Caesars!

Llegó para mí (P. Aliscar) el CONCIERTO. Ya veis que no seré objetivo ni ecuánime y que en parte me dejaré llevar por mi pasión por esta banda de culto (para mí) encajada en un género que podría ser propio y que etiquetan como «Extreme Epic Metal», una combinación fantástica de Metal Extremo (más cercano al Black Sinfónico en lo musical) y orquestaciones épicas, con letras relacionadas con las leyendas y cultura y civilización mediterráneas (aquí puedes ampliar en este reportaje sobre Stormlord). Eso sí, señalaré varios aspectos «menos favorables», evitando el fanatismo…
Dejando a un lado el hecho de que estuve en la prueba de sonido, en lo que llaman «Linechek» (de lo que estoy preparando reportaje) y también al margen del apartado fan, me preguntaba a menudo cómo sería un concierto de Stormlord, cómo sonarían en vivo, pues su discografía la llevaba más que trillada. Nunca los había visto sobre un escenario y eso que hicieron en 2015 un mini tour por España pasando por Andalucía. Así que mi expectación era máxima.
Tuve el repertorio en mi móvil, porque me lo mostraron en su momento, pero sólo lo saqué a mitad de la función: 5 cortes de su última obra Far («Leviathan», «Mediterranea», «Far», «Crimson» e «Invictus») ; 3 canciones del Mare Nostrum («Legacy Of The Snakes», «Mare Nostrum» y «Stormlord») y 2 temas del disco The Gorgon Cult («Dance Of Hecate» y «Under The Boards»).


Eché muy en falta aunque fuera un sólo recuerdo al mítico Supreme Art Of War y más estando de celebración por su XXVº aniversario. Luego del LP que supuso un paso importante en su carrera, At The Gates Of Utopia, tampoco tocaron nada…
¿Ejecución, ensamblaje de la banda con los nuevos miembros y sin concierto previo? Pues como si llevaran años tocando juntos. Sonido inmejorable (salvando medio minuto inicial con problemas de micro), pulcro y contundente, poderoso, con unas guitarras casi al unísono, replicándose cuando tocaba, escuchándose nítidamente siempre, hirientes en temas como «Under The Boards»; batería atronadora, bajo grueso y la voz de Cristiano dotando de rabia y agresividad a las melodías de los sintetizadores lanzados.
Lástima que no trajeron teclista en vivo porque la épica, cinemática y grandilocuencia de la música de Il Signore de la Tempesta hubiera ganado muchos enteros. Pero como aclaraba Borchi, alma de la banda, todo llegará y este instrumento esencial y siempre presente en la banda se reincorporará al seno de la misma, a su debido tiempo.
Otra hoja de laurel que les quito a su corona de Césares es por la circunstancia de darle poco uso a la enorme pantalla LED de la que disponían. Vale, pusieron el logo y se jugó con varios colores de luces que lo «animaban» y una ilustración con un par de movimientos de un macho cabrío, ya en el ocaso del concierto, pero me resultó muy pobre puesta en escena.
Creo que se gana en el aspecto visual si se meten portadas, alguna foto de la banda, un trozo de un clip, algún motivo que les caracterice…
Sin embargo, lo clavaron, regreso sobresaliente. Stormlord demostró que es un grupo grande, que su directo es demoledor, que poseen gran talento y composiciones rutilantes y que merecen reconocimiento. El MMOA les ha brindado esta oportunidad y la han aprovechado al máximo.
Stormlord Ride Again !!
Onslaught. Pindelonuclear Devastation.

Cuando te hablan bien de una banda… Pues sí, fue verdad. Onslaught, banda de Bristol (UK) que nace en el ´82 y con ciertos guiños punkarrones, dio seguramente uno de los conciertazos del Milagre.
Ambientazo bárbaro a una hora propicia para darlo todo en el polvoriento suelo que albergó incesantes circles pit y hasta un wallofdeath (abajo, vídeo a modo de testimonio), dieron rienda (bien) suelta a su despiadado Thrash, igualmente con uno de los mejores sonidos de los tres días del festi. Sonaron cual apisonadora, una auténtica barbaridad. Así, sí.
Sin haber oído más que apenas algún tema suelto en spotimetal, no intuía lo que se nos venía encima con metralla como «Let There Be Death» o «The Sound Of Silence». Una maquinaria perfectamente engrasada que no dio tregua durante la hora que duró el concierto. Temas directos de la talla de «Strike Fast Strike Hard» o «Born for War», donde la batería llegó a sonar atronadora; porque no es fácil sacar unas melodías tan ‘entrantes’ mientras estás tocando a mil por hora. Tienen callo los Onslaught, tienen gran trayectoria, y eso se nota sobre el escenario.
Siguieron sonando cortes con raíces diversas, desde puro thrash hasta otros más desgarradores, con la voz de Dave Garnett gritando benditos improperios al cielo portugués. «66’Fucking’6», «Fight With The Beast» o «Thermonuclear Devastation» (con la que se despidieron) fueron buenos ejemplos con los que disfrutar de espléndidos solos, vertiginosos cambios de ritmo y melodías sin tregua que dejaron boquiabierto a más de uno. A mí, entre ellos. Una auténtica barbaridad lo que hicieron ese día los de Bristol. Te podrá gustar más o menos este estilo de música, pero es imposible negar la potencia, la rabia y la profesionalidad con la que descargaron en el Milagre. 10/10, sin duda.
Kamelot. Another Flag In Pindelo, But...

Siendo cabezas de cartel, pues… No es que nos pongamos exquisitos, pero se hizo corta y no del todo satisfactoria la velada de Kamelot. De una banda de su calibre exigimos lo mejor, que lo dieron, pero nos faltaron cosas y nos sobraron otras.
Empecemos por las «deudas», lo que hizo que no nos dejaran con la boca bien abierta que condensaremos en que se comieran un tema y medio (o dos) al presentar la banda y con un par de solos. Eres el rey de esa noche, vale, pero somos de preferir una descarga sin parones, por muy guay que sea inteactuar con tu gente (hazlo en tu gira, la que tienen en escasas semanas)
El otro ingrediente que desequilibra la balanza es el apartado de atrezzo y escenificación. Un cartelón, bonito, resultón, pero ya está. Y nada de pirotecnia, extra que siempre se agradece. ¿Desluce la actuación el no contar con tales elementos visuales? La música siempre prevalecerá, pero se engrandecerá arropada por este tipo de detalles. Y son cosas que se esperan cuando hablamos de uno de los grupos principales del evento.

A nivel de sonido, las expectativas sí se cumplieron; se nota que hay un gran equipo detrás de los americanos, y eso siempre revierte en positivo hacia el devenir de la velada. Hubo hueco para todas las etapas de Kamelot, desde temas tan pegadizos como «Veil Of Elysium» hasta canciones que parecen medio recientes pero que, poco a poco, van cumpliendo años con presencia y buen hacer, como «Rule The World»; que parece mentira, pero 17 años tiene ya.
Hubo también hueco para temas mucho más recientes, como algunos pertenecientes a su último disco, The Awakening (2023): «New Babylon» o «One More Flag In The Ground» tuvieron gran acogida. A Tommy Karevik se le vio suelto, disfrutando y ensayando poses con las que un buen frontman acaba ganándose al respetable.


¿Más temas? Grandes clásicos como «Forever» (cómo hemos disfrutado siempre de esta canción, maravillosa), «Center Of The Universe», pero también canciones top como «When The Lights Are Down», «Sacrimony» o «March Of Mephisto», que hacen que la balanza se incline hacia el plato de lo positivo; muy buena actuación de los de Thomas Youngblood y CIA. Ambos, Miguel y Pablo, los veremos de nuevo en un mes y algo en Madrid.
Y antes de terminar el texto de esta crónica, me siento obligado a hacer un apunte desde una visión más personal. Lo comentamos varias veces sobre el terreno, y necesito dejar constancia: buen setlist, a la altura de lo que se espera de un grupo como Kamelot, pero no me parece de recibo que en poco más de una hora de concierto dediques tiempo de la actuación a varios solos de instrumentos (con todos mis respetos, creo que aportan poco a estas alturas) o a meter con calzador un trozo del «We Will Rock You» de Queen. Tienes a una legión de fans mirándote desde abajo y es tiempo que puedes (y debes) aprovechar para tocar temas propios que lleguen a la gente. Otra cosa diferente es cuando tocas en una sala, que tienes más de dos horas para ti, pero en un festival… es algo que se deberían mirar.
Marduk. Panzer Division...

Muy complejo el escribir sobre una banda como Marduk, sobre todo si no se controla (más allá de algún disco suelto). Pero había ganas de verles en acción y saber cómo suenan y respiran fuera del plástico, y más siendo un referente de la escena Black Death.
Lo hablaba hace poco con mi colega J.A.C. Lancharro, gran conocedor del género, dándome a entender que Marduk es una propuesta densa y muy bruta.
Con un cartelón de fondo alusivo a su última obra, Memento Mori, y con un juego de luces de tonos azulados (que hizo horrendo lo de sacar fotos…), metiendo más oscuridad si cabe a su carácter, salieron a cumplir su misión de evangelizar Pindelo. Directos, contundentes, marmóreos, implacables.
Tanto el Sr. Morgan Hakansson con su guitarra como el Mr. Mortius (voces) imponían respeto por sus casi dos metros, este último con su rabia al recitar los podridos versos, entre los que sólo pude identificar el incial «On Darkened Wings» por ser clásico, del redondo Those Of The Unlight, cedé que tengo en mi estantería (el único junto al celebérrimo mini Fuck Me Jesus).
Posteriormente supe que el repertorio fue bastante variado, abarcando álbumes de toda su carrera.
En proporción, vimos a bastante peña con camisetas del grupo sueco, incluso a algún infante engalanado para el paseo bélico del Panzer Division Marduk.
No sé si habrá una nueva incursión por las alambradas y trincheras de los Marduk, pero si es así, tendré que ponerme las pilas.

Fin de los carretes fotográficos de este segundo día del Milagre´2024.
Os emplazamos a leer la reseña última, de lo que queda del Milagre, de aquí a unos días.
Vejo você em alguns dias!

Textos: Miguel Martínez & Pablo «Aliscar» Alarcón.
Fotografía: Pablo Alarcón.
Edición fotográfica: José Luis Alarcón P.
*Gracias a Andrés Gutiérrez, veterano guerrero de «Tu Metal Salamanca», por las instantáneas de Marduk