Menú degustación rico, rico.
Soplete en vivo: Mind Driller, Tooth Unlabeled Society y Bleeding Rock en la Sala X (Sevilla), 27 de abril de 2024

El último fin de semana de abril ha sido el elegido para esta cuarta edición del Cachopo Fest y varios miembros del equipo de Esquirlas de Metal estuvimos allí para saciar nuestro apetito con los golosos y variados platos musicales que conformaban el menú, nuevamente confeccionado por los gourmets Fátima y Daniby.
En los bares cercanos a la sala X (los que estaban abiertos), se concentraba la fanaticada metálica local, degustando diversos manjares gastronómicos como paso previo a las viandas auditivas que se servirían en el interior.
La labor de presentador del evento recayó en Marco Rondán, locutor y director del podcast Electroshock, que fue conduciendo al público a través de las diversas propuestas musicales como si de platos de un menú se tratase.
Bleeding Rock

Cuando aún era escaso el público que había accedido a la sala, Bleeding Rock dieron comienzo a su concierto. La banda había comunicado la baja de su batería, Kike, por problemas de salud apenas dos días antes del festival. Pero consiguieron un sustituto de lujo, Emilio «Kanina», que tuvo que prepararse el repertorio en tiempo récord y lo hizo realmente bien, como de costumbre.
Por razones meramente culinarias, no fuimos de los primeros en estar en la sala y nos perdimos los primeros compases de la actuación del Bleeding Rock. Supimos después que comenzaron con «You Can’t See Me» y «Different».
El sonido de la banda bebe del Hard Rock de los setenta, del Blues, del Stoner, de Black Sabbath, de humo, cerveza y whisky. La banda mostró todas esas influencias a base de composiciones como «Guilty», «Sólo queda morder» o «My Medicine», que con sus ritmos pesados, las guitarras sucias y la voz desgarrada de Abel nos trasladaron al instante a algún garito del sur de los Estados Unidos.
Y como «no está reñido escuchar a Chuck Berry con oír a Slayer«, nos invitaron a mover un poco las caderas al ritmo de un rock’n’roll, que «un poco de ejercicio viene bien para después por la noche con la pareja». Presentaron de esta manera su tema «Lucky Man», el más bailongo del repertorio, sin duda.
A juzgar por el setlist con el que nos hicimos al terminar el espectáculo, el grupo tenía previsto interpretar una versión de «Whiskey in the Jar», pero debido al escaso tiempo del que dispusieron para preparar el concierto a causa del mencionado problema del batería, la cambiaron para rendir pleitesía a quienes iniciaron el Heavy Metal hace más de 50 años, atacando un «War Pigs» en el que se lucieron especialmente el bajista, Antonio, y el Kanina tras los parches.
Tras el éxtasis final de «War Pigs» y lanzar una camiseta y un CD al público, llegaría la última canción del repertorio, «The End», cuya extensa introducción hizo pensar a más de uno que se trataba de un tema instrumental de influencias clásicas del Heavy Metal, pero quedó finalmente patente que ahí también había voces, en la parte final del tema.
En líneas generales, Bleeding Rock salieron airosos de un concierto que podría haberse cancelado, pero que resultó muy grato. A quien escribe le gustaron más en directo que en disco.
Podéis ver las fotos de la galería de más arriba en este enlace a Flickr.
Tooth Unlabeled Society

Tooth Unlabeled Society serían el siguiente plato en salir de la cocina de la sala X. El cuarteto sevillano trajo a la mesa sabores diferentes y texturas más complejas. Aun siendo la propuesta menos «digerible», en principio, no puede negarse que la mayoría del público estaba allí por ellos. Así lo certificaba el hecho de que la sala estaba mucho más llena y la gente colmaba las primeras filas, además del considerable número de camisetas de la banda que se veían entre el respetable.
«The Realm of Ignorance» fue la canción elegida para dar el pistoletazo de salida a su concierto, tras la preceptiva presentación a cargo de Marco Rondán. En esta ocasión no contaron con la tétrica figura que señala con dedo acusador al público. En cambio, Pepe Arincón, Nacho Sánchez y el guitarrista de apoyo, Juanmi de la Torre, aparecieron en escena enmascarados y encapuchados. Poco aguantó el Sr. Arincón con la máscara y la capucha. Antes de la entrada de la voz de Cristina Mayo ya estaba tocando a cara descubierta.
En seguida pudimos comprobar que la voz de Cris estaba al 100%, cambiando de registro limpio a gutural con total soltura, quitándose así la espinita de lo sucedido en el Viking Fest, donde apenas pudo cantar el primer tema por una infección de garganta. En el aspecto visual, como ya nos tiene acostumbrados, lució sus mechas verde fluorescente, a juego con algunos complementos en su indumentaria.
Los músicos se desprendieron de sus máscaras al terminar esta primera canción, lo que nos permitió apreciar que el maquillaje a modo de arañazos en sus mejillas era también fluorescente en esta ocasión, dando mayor cohesión a la imagen del grupo, imagen de la que también se hizo partícipe al público, puesto que repartían pulseritas fluroscentes en el puesto de merchandising de la banda.
Para el segundo tema de la noche, una pianista amiga de la banda tenía que haber interpretado las partes de teclado, pero su ausencia por motivos de salud forzó a que Pepe tuviera que tocarlas, como ya le hemos visto hacer en otras ocasiones. De nuevo como cuarteto, puesto que Juanmi de la Torre sólo aparece en escena en la primera canción, Tooth atacaron con «Shores of Rubicon», durante cuya interpretación comenzaron a volar globos entre el público. Pudimos ver a Cris haciéndole señas a los técnicos indicándoles que no oía bien por los auriculares, extremo que nos confirmo la propia vocalista al finalizar el concierto.
Prosiguieron con «Through the Storm», el tema donde probablemente se vean más influencias de Jinjer en la forma de cantar de Cristina, con incesantes cambios de registro, a la par que los riffs también mutan continuamente.
En los primeros compases de «Lullaby» pareció que Cristina se perdía, sin duda por los mencionados problemas con sus monitores «in-ear», pero recuperó el hilo del tema rápidamente y siguió cantando a las mil maravillas.
«Cursed» fue el siguiente tema en sonar, mostrando nuevamente la riqueza de matices de las composiciones de Tooth Unlabeled Society, con grandes contrastes entre las partes más clásicas y melódicas y las más extremas y desgarradas, y finalizando con una cuenta atrás que anuncia el apocalipsis.
La brutalidad mezclada con ambientación oriental de «Orphan» tuvo su colofón en un solo de batería de Samu Vázquez, cuya habilidad a las baquetas no deja de sorprender. Nacho y Pepe, repitiendo un patrón rítmico desde un lateral del escenario, sonreían viendo el despliegue de golpes de que hacía gala el joven baterista.
La organización comunicó a los músicos que tenían tiempo para un tema más. Supimos después que sacrificaron «Rotten», decantándose por finalizar el espectáculo con «Beneath the Shadows of Filth», durante cuya ejecución se vio al público más animado, llegando a montarse un pequeño pogo en las primeras filas.
La gente pedía más, pero ya no podía ser. El tiempo apremiaba.
El único reparo que le pondría al espectáculo de Tooth sería que falta algo para rellenar esos silencios entre canción y canción, que podrían aprovecharse para interactuar de alguna manera con el público y que no decaiga la expectación. Por lo demás, considero que la banda llevó a cabo una actuación soberbia, con un nivel instrumental y vocal sobresaliente.
Podéis acceder directamente al álbum de fotos, tomadas por Jose Luis Alarcón, pinchando en este enlace a Flickr.
Mind Driller

Llegaba el plato fuerte de la noche, Mind Driller, el «cachopo», en palabras de Marco Rondán, quien fue repasando los lugares de procedencia le parte del público mientras los músicos se preparaban: Málaga, Aracena, Alcalá de Guadaira, Sevilla Este…, dio las gracias a la organización, la sala y los medios y cedió el escenario a la banda alicantina.
Se apagaron las luces y una figura vestida simulando un traje de amianto dirigió la luz de una linterna al público, mientras sonaba una introducción que terminó en una cuenta atrás que dio paso al primer tema del repertorio de Mind Driller: «Game Over».
La llamativa puesta en escena de la banda, con sus miembros enfundados en ropas blancas con ciertos detalles en negro, maquillaje facial y complementos varios, refuerza su propuesta musical, en la que se mezclan los sonidos electrónicos, el Metal industrial e incluso el Nu Metal, en una amalgama que invita a moverse, saltar y bailar siguiendo los machacones ritmos de Reimon (batería), Pharaoh (bajo) y Javix (guitarra).
Al deshacerse de la escafandra que cubría su rostro, vimos que la figura que nos había iluminado con la linterna era Dani N.Q., encargado de las voces graves, y de cantar las partes en alemán. Su voz se combina con las de V, algo desgarrada y menos grave, y de Estefanía Aledo, que combina su registro limpio con el gutural en ciertos momentos. Noté en varias ocasiones que Estefanía y V no terminaban de ajustar el tono en que cantaban. Supe después que la vocalista estaba algo enferma, lo que puede servir de atenuante para esto que comento.
Estefanía saludó al público, mostrándose muy satisfecha de haber conseguido por fin tocar en Sevilla, tras más de 10 años de existencia de la banda y recordándonos que venían presentando su nuevo disco The Void, al que pertenecía el primer tema que habían interpretado.
«Armour», también de The Void, nos ofreció otra imagen de la banda, con los instrumentistas cubriendo sus rostros con máscaras blancas en forma de picos.
V se dirigió al público, arengándolo a responder al «¿Cómo estáis, Sevilla?» y presentando el un corte de Zirkus, su anterior álbum, titulado «Psycho», para el que Estefanía lució un delantal ensangrentado, mientras que los instrumentistas cambiaron de caretas y Dani no cesaba de hacer gestos obscenos y prácticas sexuales simuladas con el bajista Pharaoh.
Estefanía y V se intercalaban en el aspecto de comunicación con el público a la hora de presentar canciones. Fue a la primera a quien le tocó introducir «Insanity», en la que combina sus guturales con la voz melódica, y con la que pusieron a toda la sala a botar. Parte del público jaleó al guitarrista con gritos de «Javi Industrial» al terminar el tema.
Volvieron a su material más reciente con «Happy Hunting», que les sirvió para bajar un poco las revoluciones y en la que Dani acabó con su cabeza cubierta por un sombrero de copa y sentado sobre un V a cuatro patas.
V anunció que el siguente tema era algo raro en ellos, pues estaba cantado en castellano. Dedicaron «M4n1k1» a todos los presentes, a los que seguro que alguna vez alguien habría menospreciado por su imagen. Los instrumentistas lucieron máscaras con luces y Dani cantó desde un púlpito de atrezo que colocaron delante de él.
Tras unos gritos del público recordando a los músicos que «esto es Sevilla y aquí hay que mamar», Mind Driller volvieron a The Void con el single «End of the World», cuyo pegadizo estribillo puso a cantar a la sala entera. Y con «Calling at the Stars» nos pusieron a saltar como posesos.
El concierto iba llegando a su fin y se colocaron otras máscaras, esta vez incluso para dos de los vocalistas, para interpretar «A.I.», cuya letra se inspira en un tema tan actual como a linteligencia artificial; mientras que para la muy «numetalera» «Rotten», los instrumentistas lucieron unas gafas azules que brillaban en la oscuridad. Todo este asunto de las máscaras, diferentes en cada ocasión, me hace sospechar que quizá tengan un bono de clientes premium en El Millonario.
Javix dio las gracias a SevillaMetal y la organización del Cachopo Fest, así como al público, e hizo un alegato ìdiendo el paoyo del público a las bandas emergentes.
Por motivos de tiempo, tuvieron que finalizar con «The Fallout», dejando fuera «Ich bin anders!», y con la sala convertida en una pista de baile, pues la gente se animaba más y más con cada tema.
Os podrá gustar más o menos su estilo, pero es indiscutible que estos Mind Driller hacen conciertos muy entretenidos en los que es prácticamente imposible quedarse quieto, y eso es un punto muy gordo a su favor.
Si queréis ver el álbum de más arriba a pantalla completa, podéis usar este enlace de Flickr.
Os dejamos ahora con unos vídeos que grabó el compañero Antonio J. Álvarez, para que rememoréis esa noche, si la vivisteis, o para que os tiréis de los pelos por no haber ido.
También podéis ver los conciertos en streaming en la plataforma que los retransmitió en directo, Vackstage. Es gratis, pero hay que darse de alta en la plataforma.
Bleeding Rock, aqui.
Tooth Unlabeled Society, aquí.
Mind Driller, en este enlace.
¿Más crónicas de conciertos? En nuestra sección Soplete en vivo.
Y si queréis las de las anteriores ediciones del Cachopo Fest, aquí tenéis enlaces directos:
¡Hasta el próximo metal-sarao, metal splinters!
Texto: El Puli de Cádiz
Fotos: José Luis Alarcón:
Vídeos: Antonio J. Álvarez