Z! Live 2025: Crónica del viernes

Después de una espléndida jornada de jueves (aquí reseña), con unas muy buenas actuaciones, todo puntual y con una magnífica organización como nos van teniendo acostumbrados estos amantes metaleros del Z!, nos disponemos a seguir disfrutando de otra jornada llena de contrastes y buenas experiencias a base de thrash de nuevo cuño como Injector o ya consolidados como Angelus Apatrida, sonidos más extremos que nos traen Morphium y Noctem; diversión a tope a ritmo de los piratas de Alestorm y los titiriteros de Saurom y heavy metal clásico por parte de unas leyendas como Accept y Lujuria. Todo ello antecedido de unos aperitivos en forma de acústicos en esta ciudad que nos acoge con los brazos abiertos. ¿Quién da más en tan poco rato?

Acústicos. Kinnia & Débler Eternia.

Kinnia abarrotó la Plaza de Viriato.

Ya habían avisado en sus redes los amigos de Kinnia de la ausencia de José Luis Frías por motivos laborales, y bien que nos fastidió la noticia, porque no cabe duda de su importancia en el directo de la banda. Fue sustituido por Alex López (The Drunken Sailors y Profecía), que cumplió sobradamente con su papel.

El ambiente festivo que se produce durante los directos en las plazas de Zamora, no tiene comparación, Y esta Plaza de Viriato con su amigable sombra trenzada por los árboles que la rodean, es un escenario inigualable para conciertos folk, que en acústico, suenan de maravilla.

Jezabel Martínez con su violín, nos empujaba a saltar y bailar, mientras que Rubén Kelsen iba desgranando los temas más festivos de su repertorio. El público no podía evitar acompañar en los coros, con palmas y moviendo instintivamente los pies al ritmo de estos músicos tan jóvenes como talentosos.

Texto: PLK

No muy Debler Eternia, pero ¿a quién le importa?

Casi sin tiempo para abrirnos un botellín y comentar las buenas sensaciones que nos había dejado el concierto anterior, comenzó Rubén a explicarnos que se había quedado solo para defender la actuación de Debler Eternia en este segundo acústico de la jornada.

Menos mal que, en su auxilio, había aparecido Juwdix, quien ya ha colaborado en otras ocasiones con la banda, como en el concierto del pasado mes de mayo en la Sala Changó de Madrid, y que se animó a interpretar a dúo con Rubén los temas más emotivos y melódicos de la banda.

Y la verdad es que con las voces de ambos intérpretes y la guitarra de Rubén, consiguieron transportarnos a un mundo idílico, que tuvo su culmen cuando interpretaron un tema de Lacrimosa. Una papeleta complicada salvada con la preciosa voz de una buena amiga.

No obstante, nos gustaría indicar que la naturaleza lenta y melódica del repertorio, bajó un poco la intensidad festiva producida por Kinnia, por lo que el público pasó a estar más receptivo que reactivo, lo que no resta un ápice de calidad a su actuación, que satisfizo a todos los que estábamos allí, embelesados por tanta belleza.

Texto: JOS

Tras una primera jornada de infarto, estos acústicos fueron el café musical necesario para reponer las energías y aumentar las ganas para enfrentarnos a un viernes que se prometía también intenso. Y casi sin tiempo para nada más… ¡corriendo a IFEZA!

Salduie.

Paso al frente de los maños, que vinieron con todo al Z!

Para quien, como nosotros, ha visto al grupo tocar desde hace unos tres años en diferentes contextos (salas, festival, acústico en plaza…), no puede pasar desapercibida la evolución bestial que ha tenido Salduie de un tiempo a esta parte. Una evolución y un cambio que tuvo refrendo en las tablas del Z! Live Rock 2025.

Estamos habituados, como en su anterior actuación en Sevilla (podéis ver la crónica, entrevista y análisis de DVATIR por la compañera Sonia Theshikari AQUÍ), a que Diego Bernia incluya diferentes vestuarios y realice interpretaciones de escenas de las canciones, pero en Zamora fue muy diferente.

Empezamo con un escenario flanqueado por dos torres de cuatro metros, la habitual caracterización de todos los miembros de la banda, y además, la incorporación de varias interpretaciones de personajes mitológicos que hicieron del concierto una experiencia completamente diferente a lo vivido apenas un día antes, en el acústico.

Pero es que, pese a que les tocó abrir escenario y con calor y poco público para lo que merecen, la TVRMA se entregó hasta el final, sin dejar nada en la reserva. Canciones como «Los Fuegos de Belenus» o «El Agua del Tejo» llevaron al éxtasis al público más entregado que, curiosamente, es de los más jóvenes de media de todo el festival

El fin de fiesta con la inevitable «Numancia» y la coreadísima «Hidromiel», prologó el idilio entre Zamora y Salduie, que pide paso a voz en grito para ir subiendo posiciones en los horarios del festival, y que nos dejaron con la sensación de querer mucho más de eso que nos estaban dando. ¡Grandes y con un futuro ilusionante!

Texto: JOS & PLK

Injector.

El Thrash está en plena forma en nuestro país.

Tras la irrupción a saco de los exitosos Angelus Apatrida en nuestro país, han ido apareciendo muchos grupos del género (como Crisix, ya consagrados), pero tras éstos los que más rápidamente están creciendo son los que nos tocaba ver, Injector. Tenía muchas ganas por diferentes razones, y es que mira que están tocando por doquier, pero no había tenido oportunidad de verlos. Así que la ocasión merecía estar desde bien pronto para degustarlos. Y tengo que decir, que, aunque no soy un especial amante del género, me gustaron, y mucho. Despliegue de energía y brío el que nos trajeron estos murcianos. Riffs cortantes como un cuchillo, una apisonadora a la base rítmica y un vocalista que a pesar de que cante con la violencia que requiere su estilo, tiene unos matices muy “heavys” con unas partes más limpias.

Esos duelos de solos a la velocidad de un tren descarrilado, pero totalmente controlado, hizo que su actuación se me antojase hasta corta. Tanto su frontman Dani MVN (voz y guitarra) y J. A. Ayala (bajo y coros) y Alberto por su parte dando cera a la batería dan mucho movimiento visual y Dani B. más comedido, pero todos con una actitud, precisión y saber hacer digna de grupo muy grande.
Temas como «March to Kill», «UTLOA» o «Enemy of the Sun» así lo atestiguaron. Salieron como unos grandes triunfadores cuajando un bolo excepcional.

TEXTO: Javi Barrera (JB)

Morphium.

Fuckin' tralla para cavar agujeros.

Era la segunda vez que veía en directo a esta banda de Girona (la primera, también en el Z! Live de 2022). Había hecho los deberes a medias, básicamente porque no es el estilo que más me llama, pero debo reconocer que, sobre el escenario, Morphium se dejaron la piel. A nivel de interacción y de conexión con el público, de las actuaciones más destacadas de esta edición.

Me llamó especialmente la atención la actitud de su cantante, Alex Bace, que estuvo hiperactivo durante la hora que duró la actuación; incluso, saliendo con elegancia de un tropiezo al comienzo de la descarga. Sus continuos llamamientos a «hacer agujeros en el suelo», fisioterapeuta mediante, acabaron por transmitir al respetable una dosis extra de fuerza que vino estupenda para afrontar la segunda jornada de festival.

También cumplen este año su vigésimo aniversario como banda, así que aprovecharon para hacer un buen repaso de toda su carrera, aunque hicieron énfasis en sus entregas más recientes: «Descending», de este mismo año, o «Everybody Is Death In This House» sirvieron para romper el hilo de forma abrupta. Ritmos pesados, machacones, con fuerte protagonismo de las guitarras.

El groove de los gerundenses fue abriéndose paso a través de temas como «Dance Of Lies», «Black Soul» o «Parasite», con unas primeras filas entregadísimas y realmente animadas. La canción que más me gustó fue «You’d Rather The Blind», con la que se despidieron. En general, un concierto arrollador de los Morphium, creo que no apto para todos los oídos (yo mismo tendré que darles más oportunidades), pero que ha sabido ganarse por derecho propio una buena legión de fieles.

Texto: Miguel Martínez.

Noctem.

Oskorei patrio.

Con la fecha del Z! 2024 anulada y la de Sevilla hace unos meses a la que no pude asistir, tenía anhelos por ver de nuevo en vivo a Noctem y su parafernalia Iberian/Unholy Black Metal.

Tras dos discos con un sesgo diferente, con sonido más crudo, alejado de lo más melódico/sinfónico de antes y podríamos decir que incardinado en corrientes Old pero con ciertos toques «modernos» (o al menos algunos patrones, ciertas canciones), como fueron The Black Consecration (2019) y Credo Certe Ne Cras (2022), y después de cambios serios en la formación, siempre comandada por el inasequible Beleth, los valencianos prendían fecha en directo de las pocas que tenían programadas en su agenda, y es que deben estar en pleno proceso de composición para sacar nuevo material.

Junto con el de Injector (por el aliciente de verlos por vez primera), el de Noctem fue el concierto del día, para mí, claro.

Haciendo referencias varias a la escena Black nacional, agradeciendo el apoyo y siempre abanderando esa causa sobre todo fuera de nuestras fronteras, Noctem son un aval en su género. Rabioso, furibundo y abrasivo metal extremo con lírica invariable, azote de las religiones (en especial del Cristianismo), cuestionando nuestra existencia, la de la Humanidad, con relatos sobre deidades y civilizaciones antiguas.

Viscerales cortes como «Sulphur» o «A Cruce Salus» me ganaron en vivo, aunque cualquiera del repertorio seguro que satisfizo a su fiel horda, pese a algunas deficiencias de sonido.

La actitud, una cuidada imagen imperecedera como seña del grupo, la performance con cruces invertidas, cráneos de animales y la sangre, pese a ser aún de día, son otros componentes esenciales de un veneno patrio que debe tener más reconocimiento (y no me cansaré de decirlo).

Angelus Apátrida.

25 años siendo garantía de éxito.

Cuando ves a Angelus Apatrida en el cartel de un festival, te vienen automáticamente a la cabeza dos cosas: de un lado, la garantía de que vas a disfrutar de un conciertazo soberbio, porque cumplen siempre a la perfección; de otro, la suerte que tenemos de que una banda española lleve su nombre por ciudades de todo el mundo (que han tenido grandes acogidas hasta en Nueva Zelanda, joder) y participe en los eventos internacionales más importantes de la escena metalera.

Por eso, disfrutar de ellos en festivales como el Z! Live siempre es una satisfacción (como aquel Z! Lite 2021, en el que también estuvimos presentes).

Saben que vienen a no dejar indiferente a nadie, así que desde el primer minuto se ponen a soltar thrash del bueno: «One Of Us», «Cold», «We Stand Alone» o «Of Men And Tyrants» nos fueron paseando por lo mejor de su discografía. Un repertorio que recoge a la perfección lo mejor que han dado durante los últimos 25 años, que son otros que también cumplen aniversario en 2025. Lo mejor de la puesta en escena es su juego de luces; el resto de la escenografía, bastante sobria, como nos tienen acostumbrados. Muy cercanos con el público, eso sí.

Siguieron cayendo grandes clásicos como «Giv ‘Em War», «Sharpen The Guillotine» o la siempre magnífica «Serpents On Parade», motivos más que justificados para darse rienda suelta en los circle pits. Finalizaron la descarga con la mítica «You Are Next», otra que nunca puede fallar en los directos de los albaceteños. En resumen, un concierto potente y sin contemplaciones de Angelus Apatrida en el que lo pasamos muy bien; notable. Con esa actitud, estos chicos se merecen todo lo bueno que les está pasando desde hace tiempo.

Texto: Miguel Martínez

Alestorm.

Duck You, Zamora!

¿Era el concierto de Alestorm el más esperado de esta edición del Z!? Casi con seguridad, no. Pero. Y ese pero viene dado por la cantidad de sombreros, camisas, camisetas y adornos con patos, cuando no complejos disfraces manufacturados o comprados en mercadillo cutre de piratas. ¡Hasta doblones de oro se llevó una pirata muy risueña que nos acabó pagando con uno de ellos una púa de Esquirlas de metal! Duck you, Zamora!

No podemos hacer de menos a grupazos como Accept, Dream Theater, Sepultura, Saurom, Ángelus Apatrida, etc. Pero. Los chicos de Bowes, al son de su keytar, y con un Elliot Vernom estelar al teclado y la segunda voz, nos trajeron una cortíííísima hora de folk metal, drunk pirate metal o como quieran definirlo que, para mí, supuso con diferencia el concierto del que más disfruté de todo el festival.

No sólo es que las letras te hagan sonreír, cuando no llegar a la carcajada directamente, o que el ambiente festivo y el ritmo folk-discotequero te llame a saltar y bailar todo el tiempo. Es que estos escoceses tocan de maravilla. El sonido es atronador y, a la vez, embriagante. Ya se veía venir por la predisposición del público asistente y su mimetización con la ambientación que la banda propone, pero es que la fiesta fue brutal.

El escaso tiempo otorgado fue aprovechado al máximo, incorporando también al repertorio una canción de su último trabajo (que se publicó hace apenas una semana). La elegida fue “Killed by Death by Piracy”, que nos deja con muchas ganas de escuchar el nuevo disco que parece avanzar un salto de madurez del grupo, que ya tiene un puesto ganado a pulso entre los más grandes del panorama actual.

Por supuesto, no faltaron a la cita grandes clásicos ya, como «Drink» (a eso vinieron, a beberse nuestras cervezas), «Pirate Metal Drinking Crew», «P.A.R.T.Y.» y, por supuesto, para finalizar, la coreadísima «Fucked With an Anchor», que hizo que si aún había algún soso que no estuviera botando y cantando a estas alturas, diese la batalla por perdida y se uniese definitivamente a esta tripulación con una propuesta tan absurda como brillante.

Texto: JOS.

Accept.

¡El Heavy Metal se hace así, y punto!

De Accept a estas alturas poco se puede decir que ya no se sepa y se intuya que pueda ocurrir. Wolf Hoffmann es a sus 65 tacos un maestro que le da un revolcón a muchas de las estrellas de su edad y a los más jóvenes. Creador del Heavy Metal teutón, ha sabido reinventarse una y otra vez, y a pesar de una época de bache en su larguísima trayectoria, ha conseguido un combo muy pero que muy sólido, que por muchas veces que los veas, nunca sobran. Con discos más recientes, en los que siguen apareciendo temas que se van haciendo clásicos junto a los de toda la vida, esa con la que nos hicimos mayores más uno y de dos de los que allí estábamos; completa un repertorio en directo cuyo resultado es que sales extasiado y en ningún momento te da la sensación de: han tocado muchos temas nuevos; han vivido de los clásicos; no. Accept hizo un señor bolazo y fueron a mi entender LOS CABEZAS de cartel del festival.

Como vienen defendiendo su nuevo trabajo en estudio “Humanoid” (es el 17º de su carrera), que mejor que comenzar con «The Reckoning» y el tema que da nombre a dicho álbum, “Humanoid” que, dicho de paso, son dos cortes muy heavys idóneos para el directo y que casan a la perfección con lo que se avecinaba a continuación. Dos clasicazos como “Restless and Wild” y “London Leatherboys”. Mike Tornillo tiene la voz ideal para Accept en estos momentos. Lógicamente todo recuerda a UDO, aunque siendo sinceros, a día de hoy el estado de forma de una formación y otra, no tiene color.

Los movimientos coreografiados, la energía que siguen transmitiendo a cada segundo, y la maestría de Accept en estos momentos; es de disputarse el trono del metal con Judas o Saxon. No sé qué proteínas, vitaminas o yo que sé, contendrían lo que quisiera que sea con lo que se “alimentaban” en esa época dorada del Heavy Metal, que después de una vida en la carretera y de mucho rock´n roll todavía sigan espetando: ¡aprended chavales!

“Straight Up Jack” muy a lo AC/DC; un medley compuesto por “Demon’s Night / Starlight / Losers and Winners / Flash Rockin’ Man” sin dejar de darnos riffs para el cuerpo; “The Abyss” de más nuevo cuño, y vuelta a los clásicos para que no decaiga la fiesta con “Breaker”, “Princess of the Dawn” y “Metal Heart”. Ahí es nada.

Como he comentado antes, para nada vamos a vivir de momentos del pasado: cerrar el bloque principal con “Teutonic Terror” y la magnífica “Pandemic” da testimonio de ello. Y es que son dos temas que son dos trallazos al nivel de los anteriores. Además, añadiéndole un carrusel de solos con los que no puedes parar de hacer air guitar como un poseso. ¡Que espectáculo!
Para terminar la fiesta un trío de ases como “Fast as a Shark”, “Balls to the Wall” y el delirio con “I’m a Rebel”…¿se puede añadir algo más?
Chavales, si queréis saber cómo se hace Heavy Metal, ¡es así!.

Texto: Javier Barrera (JB)

Saurom.

Llenando el Z! de Magia e Ilusión.

Uno no se acostumbra a ver a Saurom medio desnudos, sin parafernalia juglar, sin pompa ni atrezo, pero oye, al final la función siempre es de garantía y se disfruta. Puesta en escena sobria, con la pantalla LED como única compañera de un viaje que les llevaba por el universo de El Principito pero con destellos clásicos con «La Batalla de los Cueros de Vino».

«Por favor, dibújame una sonrisa …» Así levantaron el festival, como acostumbran a hacer siempre. Fiesta, fiesta en «El Círculo Juglar», desparrame en «La Taberna» de los Landerth que siempre está atestada de fieles y de sueños maravillosos.

Lástima sufrir algunos problemas de sonido (que saturaba por momentos), y tener tan solo una hora para disfrutar de tan magníficos músicos y de unos corazones tan cálidos que se salen de sus cuerpos por obra de sus voces e instrumentos y abrazan a sus fieles juglares que los siguen en tropel, allá donde vayan.

Y no hay más que ver la cantidad de camisetas, gorros juglares y demás merchandising con motivos juglares que pueblan cualquier ciudad o festival en el que tocan. Y lo mejor, en gente de todas las edades, desde maduritos resultones como somos ya la mayoría de los esquirlitos varones, a juglarcillos y juglarcillas que se las saben todas.

El poco tiempo disponible permitió, no obstante, disfrutar de un directo desgarrador de «Todo en mi Vida», con un Miguel Ángel Franco que seguramente no tiene la mejor voz del país (tenemos muchas y muy buenas), pero que compite a diario con Ramón Lage para proclamarse «la voz que más transmite». Vellos de punta, picha. Qué bonito.

Poco más podemos decir de un grupo del que tanto y tan bueno decimos siempre. Sólo que si tenéis tiempo y podéis, os acerquéis a Rociana del Condado (Huelva) el 11 de julio, o a San Fernando (Cádiz) el 17 de agosto, porque allí sí que irán con todos los colaboradores, escenografía, coros y el inigualable espectáculo que son, a día de hoy.

Texto: PLK, Pablo Aliscar y JOS.

Lujuria.

Reivindicación compartida y unidad en el rock.

A Lujuria los llevamos siguiendo tantos años y les hemos visto en directo tantas veces (quince, veinte, no sé) que siempre decimos lo mismo: ‘estamos los dos o tres primeros temas y nos vamos, que a esa hora estaremos reventados ya’. ¿Qué ocurre? Que te atrapan con la primera canción, empiezas a disfrutar… y al final no sólo terminas viendo el concierto completo, sino que te quedas incluso con ganas de más. Es lo que pasa cuando tienes delante a leyendas del rock patrio.

Como ocurrió con Saurom, el sonido de Lujuria no fue todo lo nítido que nos hubiera gustado, y la voz de Óscar hasta pasó desapercibida en algunos momentos concretos. Eso sí, a actitud no les gana nadie: discursos comprometidos entre canción y canción (porque, aunque siempre hay disparidad de opiniones, creo firmemente que son necesarios; eso sí, también comentamos que fueron algo más comedidos que en otras ocasiones), arengas a la hermandad del rock (con un merecido reconocimiento al Z! Live! como festival) y un Óscar Sancho que sigue siendo una verdadera joya como frontman.

A nivel musical, concierto más que correcto y un repaso a los grandes éxitos de la banda, que creo que es lo que debe ocurrir en un festival: «Escuadrón 69», la siempre divertida «Jekyll & Mrs. Hyde» o «María Martillo», un tema que no esperaba y que me trajo buenos recuerdos, cubrieron la parte más sexo-libertaria del repertorio; por su parte, «Viejo rockero», «No soy carne de cañón», «Traidores y criminales (contra nosotros batallan)» o «Sin parar de pecar» pusieron la nota reivindicativa. Todo, para finalizar con un tremendo «Corazón de heavy metal» que nos unió en una única voz para despedir la segunda jornada del evento. Personalmente, Lujuria, siempre en mi equipo.