Z! Live Lite edition 2021

Y volvimos a los festivales en el Z! Live Lite Edition de Zamora.

Soplete en vivo: Z! Live Lite Edition, Zamora, 4 de septiembre de 2021

Z! Live Lite edition
Cartel de festival

     No soy el único que pensaba que volver a un festival se había convertido en la gran asignatura pendiente de la pandemia, culturalmente hablando. En estos últimos meses, la actividad musical ha ido retomando poco a poco el vuelo en España y ya podemos vislumbrar, al menos, un poco de luz al final del túnel. Por eso, eventos como el que pudimos saborear el pasado fin de semana en Zamora son tan importantes, vitales para que público y bandas nos demos cuenta de que seguimos en pie…

…o sentados y con mascarilla, pero que seguimos, al fin y al cabo. Este Z! Live ha sido un festival algo extraño por las restricciones existentes (completamente justificadas, claro está), pero que ha sabido conservar la magia de ediciones anteriores y la buena comunión en el ambiente. Todos a una entre bandas, aficionados a la buena música, prensa y organización, como mandan los cánones: desde aquí, nuestro más sincero agradecimiento a los organizadores por su firme envite ante las adversidades y por hacerlo sobresaliente, como es habitual en ellos, tanto a nivel digital como sobre el terreno zamorano.

Nocturnia, la eterna banda emergente
Z! Live Lite edition - Nocturnia
Z! Live Lite edition - Nocturnia

     Abrimos la crónica con los sempiternos toledanos, otros guerreros del metal que llevan años peleando por dejar el pabellón bien alto. Por un pequeño retraso en la entrada a la hora de colocar las pulseras de prensa y la posterior ubicación en el recinto, solo tuvimos oportunidad de ver los 3-4 últimos temas de Nocturnia.

La banda empezó puntual, una constante durante toda la velada, para seguir defendiendo su último disco, «La tempestad». Tenía especial interés en ver cómo se presentaba su nuevo cantante, Kike Fuentes, ante una cita de este calibre, y la verdad es que salió airoso con creces: buena presencia sobre el escenario y buena voz melódica. Desde fuera escuchamos algún tema como Siempre hay un lugar y, ya sentados, grandes creaciones de Nocturnia como «Alza tus puños» y «Cenizas», con la que cerraron la actuación. Hay ganas de escuchar su próximo trabajo, que no se hará esperar, y comprobar si siguen afianzándose en la escena nacional tras tantos años de duro trabajo metalero.

Megara, Fucksia rock con un trabajado aspecto visual

     Mi buen amigo Pablo Aliscar me había hablado siempre bien de esta banda madrileña, con sonido accesible y cercano por momentos al rock-pop; de hecho, teníamos apalabrado acudir juntos a su fin de gira en marzo 2020, pero la pinche pandemia trastocó los planes. Era, por tanto, la primera vez que me enfrentaba a este ‘género’ que el propio grupo ha denominado Fucksia rock.

Lo que más me sorprendió de Megara fue su puesta en escena durante toda la actuación, un aspecto visual que han trabajado a conciencia y que hacen que el espectador disfrute de estímulos más allá de la música: humo, pequeñas coreografías, ‘conejas’ bailarinas, máscaras… Este apartado, muy convincente.

A nivel musical, no cabe duda de que su frontwoman, Kenzy, es el alma de la banda y la que se lleva todo el protagonismo. Es un torbellino sobre el escenario, no para de moverse y de involucrar al público en el concierto. Sonidos pesados en ocasiones, en otras más pausados, pero con su aguerrida voz en continua presencia. Hubo tiempo para repasar temas clásicos del grupo, como «Vivo de rodillas» o «Seis», para una nueva composición que tocaron por primera vez en el Z! Live, llamada «Ni contigo ni sin ti», o para su tema quizá más conocido, «Truco o trato», coreado por más de uno. No es mi estilo predilecto, pero seguiré de cerca a estos Megara, porque seguro que no tardarán en dar mucho que hablar.

Y llegó el turno de los ganadores de la velada: Dünedain

     Había ganas de ver a los abulenses, se notaba en el ambiente; incluso, durante la espera en la entrada, escuchamos a un par de personas verbalizando esta sensación. La banda estuvo muy activa de principio a fin, dando una descarga que queda para el recuerdo del Z! Live y, desde mi punto de vista, fueron los auténticos triunfadores del festival. En los primeros temas no se escuchaba el micro de Tony (según han comentado, fue un fallo del técnico, a quien se le pasó activarlo), pero ni siquiera estas vicisitudes del directo afectaron al cómputo global. Un conciertazo en toda regla.

Comenzaron con «A un paso del cielo» y fueron desgranando sus temas más conocidos para deleitar al respetable: «El viento de la batalla», «Vuela» o «Memento Mori» sonaron como apisonadoras en Zamora. Me gustó especialmente la actitud de Alberto al bajo, sonriente en todo momento y mostrando una gran complicidad con Carlos; sus poses a lo Harris quedaron retratadas. Sonido muy bueno y una compenetración estupenda de la banda, son cosas que se notan a simple vista.

Siguieron dando guerra con más temas de su último disco, «Memento Mori», como «Eterno» o «Unidos», hasta que llegó el momento de los grandes clásicos de Dünedain, que fueron recitados a voz en grito por buena parte del público: «Mil golpes», «Fiel a mi libertad», «Por los siglos de los siglos» y «Corazón de invierno», éxitos de la banda que envejecen de maravilla, como los buenos vinos. Me gustó especialmente esa frase de Carlos que rezó “tenemos el mejor público, ya quisieran los del puto reggaeton” y que levantó los cuernos de todos los allí presentes. Razón no le falta desde luego, y más viendo el ambientazo que consiguieron estos buenos castellanos. Para mí, una de las bandas más en forma del heavy patrio actual. ¿Lo mejor? Que nunca defraudan, son garantía de buen hacer. En el Z! Live pudimos disfrutar de su mejor versión.

Angelus Apatrida: una lección sobre cómo ser profeta en tu tierra

     De Angelus Apatrida poco podemos decir que no se haya dicho ya. Bueno, quizá sí: como comentó con cierta sorna otro buen amigo, “el año que viene les va a salir la declaración a pagar” con todos los conciertos que están dando este año. Da gusto ver a una banda de thrash metal encabezar festivales, listas de ventas y tener una presencia mediática que hacía tiempo que no se veía. Las decenas de camisetas del grupo entre los asistentes al festival dieron buena fe de ello, vencedores por mayoría absoluta.

Comenzaron su descarga con la reciente «Indoctrinate», un puñetazo en la mesa para anunciar lo que venía a continuación. Otros grandes temas como «One of Us», «Bleed the Crown» u «0f Men and Tyrants» permitieron al público hacer headbanging aun estando sentados, porque el espíritu nunca debe perderse. Sí me gustaría destacar el excelente sonido durante la descarga de Angelus Apatrida, impecable en todo momento.

Siguieron otros trallazos de la talla de «Violent Dawn», «We Stand Alone», «The End Man», «Give ’em War» (sonó muy emotiva la presentación que hizo Guillermo, recordando los primeros tiempos del grupo) y la mítica «You Are Next», con la que cerraron, el gran himno de la banda que hizo las delicias de todos los allí presentes. También es importante señalar la complicidad que tienen con el público, siempre es algo que me ha gustado de sus conciertos. En resumen, otros que nunca fallan, tralla burra y necesaria en un concierto impecable. Lo bueno que les está pasando es más que merecido. ¡ENHORABUENA!

Tarja: sonido impecable, opiniones encontradas

    Con Tarja seguro que hay opiniones diversas y, por lo que pudimos ver en Zamora, incluso antagónicas: la mía se encuentra en la parte menos amable. Sé que peco de subjetivo, pero no soy el único que opina en este sentido al ver el número de asistentes que se levantaron de sus asientos cuando le tocó el turno a la cantante finlandesa. El bajón que me dio después de la descarga de Angelus Apatrida fue notable; pero, reitero, ya son cosas personales.

Lo que no se puede negar es la calidad de su producción, con un sonido impecable y unos elementos visuales que, sin ser copiosos, encajan a la perfección con la propuesta que ofrece la ex cantante de Nightwish. Buenos músicos, incluyendo un ex de Apocalyptica al chelo. También me sorprendió gratamente que se dirigiera al público en español en varias ocasiones, algo que siempre ayuda a ganarte al personal.

A nivel musical, reconocí canciones como «Dead Promises», «What Lies Beneath» o «I Walk Alone», además de un par de guiños a Nightwish con temas como «Nemo» o «Over the Hills and Far Away», que levantaron ovaciones.

Lèpoka y su notable fin de fiesta

    Me sorprendió que siguió yéndose gente del festival al acabar el concierto de Tarja, por lo que cuando llegaron los beerserkers Lèpoka había ciertos huecos en el aforo. Pero ni siquiera eso puedo impedir un fin de fiesta notable. Y digo notable porque exageraría mucho si dijera sobresaliente, mal que me pese, porque es una banda que me encanta: el sonido siempre ha sido una cuestión mejorable en los conciertos de Lèpoka, con instrumentos que se acoplan en no pocas fases y que impiden nitidez en la escucha. También, y que me perdone el cantante Dani, creo que la voz no estuvo a la altura, muchos fallos: en esta ocasión, viendo el concierto sentados en lugar de saltando, tiene uno la oportunidad de fijarse en este tipo de detalles.

Los Castellonenses salieron como siempre a darlo todo, es un gusto verlos sobre el escenario y contagiarse de las ganas que le ponen. Lo viven, disfrutan tocando en directo, y es algo que se transmite desde el inicio hacia el público. Apostaron por un buen repaso a su último disco, «El baile de los caídos«, centrando en él buena parte del repertorio: «Beber para creer», «Pandemonium», «Seguimos en pie», «Contra viento y marea» y la propia «El baile de los caídos», que siempre me ha parecido un temazo. Me gustó especialmente la actitud de Zaraph y del violinista Dani, plenamente integrado en la banda y que no paró de moverse durante toda la hora de actuación.

A su show particular sumaron guindas que no había presenciado las veces anteriores que los vi en directo, como un cambio entre Jaume y Dani, que terminó con el primero cantando y con el segundo tocando la batería; muy divertido ese guiño. También nos sorprendieron permitiendo subir al escenario a una pareja para una petición de matrimonio en directo, delante de todos, que cuajó debidamente: dijeron que se habían conocido en la primera edición del Z! Live, así que, lo que ha unido el Z!, que no lo separe el reggaeton.

Hubo hueco para otros temas más clásicos como «Beerserkers», «Goliardos», la festiva «Chupito» o el ya mítico «Yo controlo», con el que dijeron disfrutar tanto como lo hace el público. Quedó patente la comunión entre ambas partes, coreado por muchos asistentes incluso de pie. El broche a la fiesta lo pusieron con «El picorsito», también de su último disco.

    En resumen, un Z! Live cargado de sentimientos, de buena música y, sobre todo, de ganas por que todo vuelva a la normalidad. Tenemos mono de conciertos, de festivales, de cultura, y eventos así nos permiten seguir creyendo en una pronta puesta en marcha de la maquinaria. Nuestro agradecimiento a todas las bandas por brindarnos una jornada estupenda y, sobre todo, a la organización por hacerlo posible; ha habido mucho trabajo ahí detrás.

¡Nos volveremos a ver en 2022! 

Texto y fotos: Miguel Ángel Martínez

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