Scream For Me, Algarrobo!
Soplete en vivo: Algarroba Rock, Algarrobo (Málaga), 11 de septiembre de 2021

Hoy os traemos la crónica, nuestro punto de vista, de la XVII edición del Algarrobo Rock a la que tuvimos la suerte de asistir. Empezaremos como siempre por el principio.
Este año, como era de esperar, y debido a la crisis sanitaria, cambiaba el formato, en principio iba a ser sentados y sin posibilidad de moverse durante todo el festival pero dos semanas antes Tony, el encargado de la organización, decidía poner una zona habilitada para los test de antígenos y así poder estar de pie y moviéndonos por el recinto con la correspondiente mascarilla tal y como hicimos en el Metal Paradise.
La idea nos pareció a la mayoría una genialidad porque este festival prometía y no sería lo mismo estar sentado que de pie.
Llegaba el día y desde las 12 estaban los sanitarios haciendo los test, que fueron bastante rápidos. A la hora esperada abrían las puertas y podíamos acceder. Este año la ubicación era diferente a la de años pasados la cual pasaba al patio del C.E.P José Gil López, el cual era perfecto, con zonas de sombra, gradas para sentarse y un sitio bastante grande para moverse.
Había una barra bastante grande, zona de bocadillos, hot dogs y bastante merchand.
A nuestro parecer cuanto más tiempo veía el sitio mejor me sabía estar allí y encima rodeado del inmejorable paisaje de las montañas de Algarrobo.

Empezando la crónica del concierto decir que en la puerta avisaban que la mascarilla solo se podía quitar para comer y beber.
Dicho esto y siendo poco más de las 16.30 empezaban los desconocidísimos para mi Krypticy, que soltaron una descarga de death metal que me dejó con la boca abierta.
Seguiré a este grupo muy de cerca ya que no se acostumbra a ver este tipo de música en grupos nacionales.

Tras ellos aparecían los gaditanos Snakeyes que nos deleitaron con su heavy metal y la calidad musical que nos tienen acostumbrados.
Los Incursed, concierto que esperaba con ganas ya que soy un fan de este tipo de vikingos folkies paganos, se dejaron la piel en el escenario en poco más de media hora, aguantando el calor de justicia que hacía a esa hora sin que su fuerza bajara ni un ápice.

La maratón de metal continuaba pero ya hacía mucho que las mascarillas habían desaparecido dejando paso a los pogos y los cientos de litros de cerveza que corrían.
Desde EdeM no vamos a entrar a valorar si quitarse la mascarilla fue o no irresponsable por parte de los asistentes tras hacerse un test de antígenos, pero la realidad fue esa, el 98% de los asistentes se la quitaron para no volvérselas a poner más en toda la tarde.

Era la hora de de la fiesta de la birra con Lépoka y pocos quedaron sentados en las gradas, cantando al son de El Baile de los Caídos mientras el sol por fin se escondía tras la montaña y dejaba de hacer el insoportable calor y la noche se animaba.
Ya con la noche encima y tras algún retraso por problemas de sonido Vhäldemar aparecían arrasando con todos allí que estábamos entregados, canción a canción, sobre todo gracias a su carismático cantante Carlos Escudero. Si alguien saben hacer heavy metal de verdad son ellos.

Y por fin lo más esperado de la noche, Angelus Apátrida empezaban con bastante retraso pero mereció la pena porque el concierto fué épico, se les notaban las ganas de ver gente de pie, viviendo el metal de verdad y se dejaron la piel.
Tras ellos y casi ya sin tiempo debido a las restricciones de horarios que había salían los Invaders que tenían preparado un espectáculo de 2 horas con el «Seventh Son Of A Seventh Son» al completo y los más clásicos de Maiden y el cual solo pudieron tocar 4 canciones.
Ciertamente fue una pena porque sonaron genial pero no hubo más remedio que cortar y salir del recinto.

Todo el festival fué estupendo y desde EdeM queremos dar las gracias a Tony y a la asociación Algarrock por habernos hecho pasar un día inolvidable.
¡Salud y metal!
Texto y fotos: Alberto G. y Laura R.