Leyendas del Rock, Villena, Alicante - 2024

¿Ya es el ultimo día? ¿Esto ya se acaba? ¡Noooooo!
Todos los años igual, llegamos a Villena pensando en todos los conciertos que vamos a gozar, todos los amigos que vamos a reencontrar… ¿por qué no decirlo? ¡Todos los kankarros que nos vamos a beber! Y, casi sin darnos cuenta, ¡ya es sábado! ¡Noooooooooooooooo!
Pero bueno, es lo que hay, tempus fugit que decían los romanos, quienes también decían carpe diem así que decidimos que mejor que quejarse porque se acababa, íbamos a disfrutar de todo lo que nos quedaba aún por delante, que no era poco.
Y así nos lanzamos a esta jornada llena de buenos grupos y mejores vibras, arrastrando un poco los pies, pero con el corazón muy arriba por lo que se venía desde primera hora.
Al final, como siempre, haremos repaso de todo lo bueno que queremos destacar, y de los detalles que aún se tienen que pulir (desde nuestra modesta opinión), y siempre sabiendo que opinamos para aportar y mejorar. Esta es también nuestra casa (así la sentimos) y sólo queremos lo mejor para el Leyendas del Rock.

Saurom haciendo arder la Plaza Mayor, esta vez... sin ayuda.

Regresaban los chicos de Saurom a la Plaza Mayor de Villena, después de que el calor quemase la mesa de sonido en medio del concierto, la última ocasión que aparecieron por allí, en el 2019.
Y lo hicieron bajo un sol y calor de justicia, pero con la Plaza rebosando de juglares a los que no importó ni la hora (12 de la mañana del último día del festival), ni la ausencia de sombra, para saltar, bailar, corear y aplaudir a rabiar cada una de las canciones que interpretaron.
Menos mal que estaba Joselito, como siempre, repartiendo agua a los juglarcillos y juglarcillas que, cada vez en mayor número, concurren a los conciertos del grupo. El salto generacional que está dando Saurom es digno de estudio, y parece que cada vez hay más público joven abarrotando sus conciertos, aparte de los de siempre, claro.
Esta vez no ardió la mesa, sino toda la plaza a los sones de un setlist acústico, completamente diferente a lo que nos ofrecerían por la noche. Ellos se lo pueden permitir, no será por falta de repertorio. Hasta tuvieron detalles para la nostalgia, recuperando canciones como «El Joven Poeta», del que sólo queda el poeta, según bromeó Migue con Narci.
También sonó, y era la primera vez que la escuchábamos en directo y os aseguramos que los hemos visto muchas veces, la canción «Tom Bombadil», en la que Migue hizo de violinista (ahora sabemos porqué se dedica a cantar) y Narci tomó el timón de las voces, recuperando aquella primera época de la banda.
Todo jugaba a favor. Poco podemos deciros ya de la calidad de los músicos que la componen, pero además, se hacen acompañar siempre de muy buena gente. En esta ocasión, hubo animación, que nos refrescó con pistolas de agua, nos hizo saltar a la comba y hasta formó una suerte de conga-dragón.
Todo esto que nos fue llevando sobre los sones de la música hacia el inevitable círculo juglar, que anticipaba el final de la fiesta. Pero no era momento de ponerse triste, ya que por la noche, esperaba otro gran espectáculo.
PLK & JOS
Ars Amandi contra el mundo.

Le tocó bailar con la más fea (o feo) a Ars Amandi, abriendo el «New Rock Stage» a primera hora, la de más calor, y con Dani Aller (vocalista), recién operado de la tibia y teniendo que guardar reposo. ¡Con lo fácil que hubiese sido cancelar el bolo, dadas las circunstancias!
Pero ese no es el carácter castellano de estos guerreros sin miedo a nada. ¡Antes morir que cancelar! Y allí se plantó Dani en su silla de ruedas, pidiendo perdón encima por no poder darlo todo, como suele hacer en los conciertos, pero poniendo de manifiesto que no se iban a echar atrás ni para coger impulso.
Y si vienen mal dadas pero tú le plantas cara a las dificultades y le echas redaños, a veces la vida te sonríe, ¿sabes? Y te encuentras con un grupo de bailarinas de Villena que se ofrecen para acompañar tu espectáculo y darle vistosidad en canciones como «En Tierra de Castillos».
Y aparece por ahí José Mancheño de Lándevir para cantar con el grupo la canción final y una de mis preferidas, «Escuchando al Corazón».
Y das un conciertazo que la gente disfruta tanto o más que cualquier otro del festival. Porque hay verdad en su música, porque hay fuerza en sus corazones, y porque tienen canciones que son un gozo para los sentidos, envueltas en sonidos de flautas y con toda la caña de las guitarras de Miguel Ángel Torres y Alejandro Ménez.
No me cabe duda de que la ovación final que se ganaron y se sudaron (pero bien sudada), les compensó por todas las circunstancias que tuvieron que capear. Larga vida a Ars Amandi. Aquí un fan.
JOS
TYR. Hail To The Hammer Of Feroe.

De TYR había oído varios temas sueltos en lista de reproducción en el spotimetal, sabía de su remota procedencia, las Islas Feroes (Dinamarca) y que hacían una mezcla Heavy Power/Pagan/Viking con algún guiño suelto a Hard Rock incluso.
Sus portadas me encandilan casi todas, una maravilla de recreaciones mitológicas. Por ahí me ganan y más al ver el enorme telón con el artwork de su último lanzamiento Battle Ballads. Brutal.
Directo al grano y siendo sincero, me gustó más la versión Power/Heavy de TYR que la de las composiciones de medio tiempo con letras autóctonas (feroés, pero también en danés), más Pagan pero, a mi modo de ver, con cadencias lentas que cortaban el dinamismo del show y algunas me resultaron aburridas (las últmas dos canciones me las perdí).
Que un músico se muestre simpático, alegre y con ganas de animar al público e interactuar siempre suma, como en el caso del bajista. Y bien por ese intercambio de posiciones entre los artistas, dotando al concierto de dinamismo.
Temazo «By the Sword in My Hand», veloz y con riffs matadores, Power que me sedujo desde la primera nota. Otra que fue coreada y seguida fue «Dragons Never Die», facilona, muy Happy Metal/Folkie.
P.A.
Wind Rose. Excavando roca y piedra, llegan los Enanos del Folk/Power.

Había muchísima gente expectante para ver a los enanos italianos Wind Rose. Además de su fiel horda, mucha peña curiosa por ver su divertida puesta en escena y deleitarse con sus himnos épicos.
Comenzaron con la batería saturando el sonido, petando el bombo, pero el resto de herramientas para pulir sus gemas de Folk/Power estaban bien dispuestas, todo revestido de atrezo y atuendos que llamaban la atención, en especial el «Enano Mayor», el vocalista, parapetado en su traje de King Of Mountain.
Desde el comienzo se pudo ver que el auditorio «Jesús de la Rosa» estaba entregado, a tope, con la gente brincando los sones de canciones como «I´m The Mountain» o «Rock and Stone» de su última creación discográfica Trollslayer. No se puede negar que Wind Rose sabe cómo motivar al público y hacerlo participar de su fiesta enana.
Pero los picos y palas hinchables estaban en alto todo el rato, porque tenía que llegar el tema más emblemático de la banda, el que todos deseaban escuchar, su dancepower «Diggy Diggy Hole», con el que llegamos al gran final.
En resumen, grandes estribillos y coros presentes en unas buenas composiciones. ¿Suficiente para evitar parecerse a otras bandas y encaramarse hasta la cima, ocupar un cetro? Desde luego que cada vez tienen más adeptos y que son requeridos para eventos como el Leyendas.
P.A.
Stratovarius. Cumpliendo con lo puesto.

Novena vez que veía sobre el escenario a los fines, a quienes tengo tatuados, literalmente, en mi gemelo izquierdo, por tanto huelga decir lo que significan para mí. En este último año los he visto en tres ocasiones, así que sabía lo que nos esperaba y el repertorio.
Lo que me llamó más la atención en su descarga leyendera fue que aún teniendo tirón y siguiendo en el candelero con un más que notable último trabajo, Survive, ya no gozan del auge ni lucen los laureles de años atrás. O eso o es que sigo siendo muy fan y no aprecié, estando en cuarta fila, la respuesta positiva del gentío.
No vi mucho seguidor/a fiel que enloqueciera con los stratohits. Yo desde luego lo disfruté mucho, aunque me quedo con aquel salvaje concierto que dieron en Cartagena 2023, con un repertorio inigualable.
Aquí tocaron estos tracks:
«Survive», «Eagleheart», «Paradise», «World on fire», «Legions of the Twilight» (no suelen tocarla por lo que se agradeció este soplo de aire fresco), «Frozen in Time», «Unbreakeable», «Speed of Light», «Black Diamond» y creo que una final «Hunting…» en la que me subí a lomos de mi buen amigo Pepe.
En la balanza del «debe», voz baja durante buena parte del show y la batería saturando en ocasiones. Y en lo extra musical, pues como viene siendo tónica en estos años, muy pobre puesta en escena, sin cartelón, usando lo mínimo la pantalla LED, con lo puesto, y eso siempre resta.
P.A.
Rata Blanca nunca defrauda.

Vaya clase maestra de ese monstruo de las seis cuerdas que es Walter Giardino, la que pudimos disfrutar en el concierto de Rata Blanca.
Cualquier adjetivo se queda corto cuando se está ante uno de los mejores guitarristas activos, con un dominio de la técnica y una capacidad de transmitir sentimientos, que sólo está al alcance de los más grandes.
Fueron muy celebradas canciones míticas ya, como «El Círculo de Fuego» y «Mujer Amante», con un Barilari muy entregado y con gran conexión con el público que se veía disfrutón y a favor de fiesta. Me gustaron especialmente con «Aún estás en mis Sueños», una de mis canciones preferidas, no puedo negarlo.
Esperemos que las nuevas incorporaciones a la banda se asienten y puedan ofrecernos pronto nuevos temas, ya que desde Tormenta Eléctrica en 2015, no tenemos nada nuevo de estudio y estoy segura de que aún tienen mucho que decir. Y como gran sorpresa final, aprovecharon su actuación para anunciarnos una gira española para el 2025, así que habrá que estar atentos para no perdérsela.
PLK
Kalmah. Señores del pantano, lidiando con el hierro.

Tenía muchas ganas de ver a Kalmah en el Leyendas del Rock, en un recinto casi lleno, pero fue una experiencia algo truncada, en parte por culpa mía por no hacer los deberes y no escuchar más de su discografía, pues me quedé en sus 3 primeros álbumes que me fliparon en su día.
El sonido, algo estridente, no acompañó, lastimosamente. Voz (muy arriba, como por su cuenta) y batería tapaban las maravillosas melodías de guitarra y empuje del bajo; las teclas iban y venían. Es como si fuera otro grupo, menos agresivo. Algunos coros pregrabados me pareció advertir.
El recinto ya sabemos que no es el mejor y la música retumbaba reverberando en los laterales. Pero bueno, me llevé algunos temas chulos y verles por vez primera. A ver si hay una segunda.
En cuanto a lo que ofrecieron, recuerdo el tema «They Will Return», «Seventh Swamphony», «The Black Waltz» y un excepcional «Hades» de aquel disco especial para mí, Swamplord (del 2000, que compré en la tienda Record Sevilla, edición promo, sin saber qué hacían).
No fue su noche, considero, y tampoco la mía. Queda una cita pendiente en el pantano…
P.A.
Alestorm. Jodidos piratas y patitos mexicanos.

«¿Qué por que Alestorm ha de ser cabeza de cartel del festival del Leyendas del Rock?» se preguntaba Marcos Rubio a sí mismo tras la típica interpelación al respecto. «Para dar respuesta a eso, invito a quien se le plantee la duda, acuda a ver a lo escoceses y se le desvelarán todas».
No podemos estar más de acuerdo con nuestro alma mater.
Y es que la proyección estratosférica de Alestorm ha sido algo que se ha podido percibir si, como un servidor, has acudido constantemente al festival y has visto (al igual que ha ocurrido con otros elegidos como Saurom) la subida de escalones hasta llegar al escalafón de ser cabeza de cartel por méritos propios. Esta cuestión, a la vista de la afluencia de público en su concierto, es algo incuestionable, te guste más o te guste menos la banda y su propuesta.
Y es que, para bailar, pasarlo bien y divertirse, los de Chistofer Alexander Bowers son la mejor elección que puedas realizar.
Si, con los primeros compases de la canción con la que dieron apertura, Keelhaued, tu cuerpo no entra en incipientes convulsiones danzarinas a lo «Baile de Sambito» es que no tienes alma.
Si no te llamaron la atención los INMENOS PATITOS desplegados en el escenario, es que irías perjudicado por bebidas misteriosas.
Es set list de los escoceses fue escogido con tino. Las canciones más bailables y conocidas de la banda se fueron sucediendo en un extenso concierto (cabezas de cartel, no nos olvidemos,) con nombres destacables como «Magnetic North». «Alestorm», «P.A.R.T.Y.» o la bien interpretada versión de la archiconocida «Hangover».
Todo ello al margen de la celebrada colaboración de Barbara BlackThorne, quien intervino en las canciones de «Vogage of the Dead Marauder» y «Zombies Ate my Pirate Ship».
Finalmente, embriagados por el bolazo que se estaban marcando, tuvimos a modo de trío final las descargas de «Drink», «Rum» y «Fucked with an Ankor», tema divertidísimo que hace que todos nos digamos lo que nos queremos (incluso a los que no conoces) desplegando unas palabras de amor gigantes en el escenario para despedir al público que tan animosamente había bailado las canciones de la banda.
A.A.
¿Qué más tiene que hacer Saurom para ser cabeza de cartel?

Ramón Lage, Isra Ramos, Jezabel Martínez, Wyrdamur, la animación juglaresca de Apatazanca, el Batallón de Mordor (con voces conocidas en sus filas como José Mancheño de Lándevir o Dave Simarro de Hadadanza), pirotecnia, luminotecnia, vídeos en cada canción… y también Saurom.
¿Qué más tiene que poner encima de la mesa este grupo para que lo pongan de cabeza de cartel? Encarando la segunda parte de la gira de presentación de su disco El Pájaro Fantasma, con éxitos de la categoría del concierto dado a principios de año en el Arena Ciudad de Mexico, con un público en continuo crecimiento… ¿Qué les falta?
Pues no les falta nada. Vaya espectáculo más completo, preciso y perfecto que se marcaron estos gaditanos sencillos, honrados y siempre sonrientes y dispuestos a alegrarle las penas a todo el que les de la oportunidad de escucharles, sentirles y disfrutarles.
Tras lo vivido en la Plaza Mayor por la mañana, concierto íntimo y acústico, lo que desplegaron sobre las tablas del Azucena los chicos de Saurom, fue la fiesta total, una combinación exquisita de actitud, capacidad, talento y energía, que solo puede producirse en el corazón de unas grandes personas.
Es evidente que «No seré yo» es un temazo para perder la cabeza, y que el acierto de contar con los vozarrones de Ramón e Isra para acompañar a Migue, es bestial.
Pero es que, no es sólo eso. Saurom ha hecho suyos grandes hitos de la literatura y las leyendas populares, y nos ha dado canciones como «El Lazarillo de Tormes», «El Pájaro Fantasma», «La Batalla de los Cueros de Vino», «La Taberna»,.. Y ojo, que es no es todo ni por asomo.
Y tenemos que nombrarlos a todos. Porque el nivel que demuestra en cada riff Raúl, es una locura. Porque Santi da un ambiente con la musicalidad de su teclado, que envuelve todo el conjunto y sube el nivel.
Pero es que Antonio y Josele marcan el ritmo con una precisión académica (aunque en esta ocasión, Joselito estuvo más contenido que de costumbre, al fondo del escenario). ¿Y qué decir de Narci, maestro de ceremonias y hombre orquesta, que le falta hacer música con las pinzas de la ropa? Y claro, Migue. Qué voz, maestro. ¡Qué voz!
Nota aparte, hay que decir que se viene su nuevo disco, El Principito, que presentarán en marzo de 2025 en todo un Wizink Center de Madrid, en un concierto que promete ser épico y no debería perderse nadie en su sano juicio. ¿Y hasta dónde van a llegar, si siguen creciendo exponencialmente con cada paso que dan?
Pues donde quieran. Y allí que estaremos nosotros para verlos y para contarlo, porque la música es vida, y ver a Saurom, toquen donde toquen, es rejuvenecer el espíritu y recuperar fuerzas para luchar de nuevo contra los sinsabores que te vengan.
PLK & JOS
El Reno Renardo. Fin de fiesta con fiesta.

Sólo los que han tenido el gusto de acudir alguna vez al festival y «comerse» todos los días, saben lo complicado que es llegar con fuerzas al último concierto del último día. Es una tarea titánica.
Pero llegar es toda una satisfacción. Saber que podrás decir que has «cerrado» el garito hasta el año que viene es una medalla que no todos se pueden colgar.
Y sí, Esquirlas de Metal lo hizo. Y con honores.
El Reno Renardo es una banda canalla y divertida. No son los músicos más virtuosos de estos lares pero, es que tampoco les hace falta.
Sólo con la presentación en las pantalla grade de su nuevo disco (divertidísimo, por cierto) «Regreso al Metalverso y la buscada cutrez del mismo nos hacía augurar que encontraríamos el concierto que necesitábamos para dar cierre el festival de este 2024: Cachondeo, canciones con estribillos fáciles y desternillantes y bailes «tontacos».
Empezar con la «Meriendacena medieval» fue todo un acierto. Canción de sobra conocida por todos y que nos hizo reactivarnos para afrontar de cara este último concierto.
Obviamente, alguna que otra canción cayó de su nuevo trabajo pero, como podréis imaginar, las más coreadas fueron las de siempre «El bogavante» y «El megalodón», tocadas incompletas para darle más versatilidad y rapidez al directo, al igual que ocurriría con «Tu hámster» y alguna más.
«Crecí en los ochenta» y «Camino a Moria» fueron el fin de fiesta.
Los que quedábamos congregados en el recinto, que fuimos bastante más de lo que en principio se esperaba, bailamos y cantamos a pleno pulmón, siendo conocedores de que arañábamos minutos al ya agonizante festival, que se iba retirando con las tonadas de los vizcaínos, con una sonrisa en la cara y en nuestro caso, además, con un trozo de papel, de coste 120,00€ que nos ponía puente de plata a nuestro regreso en 2025.
¿Tiene el Leyendas la clave?
Y hasta aquí llegaron las crónicas del Leyendas del Rock de mano de los miembros de Esquirlas de Metal.
Tirando de hemeroteca, sabemos que fuimos un poco pesimistas el año pasado, pero también os decimos que no quitamos ni una coma de las conclusiones que extrajimos de la pasada edición.
Si quieres saber a lo que nos referimos, antes de continuar, echa un vistazo a nuestras valoraciones del año 2023 aquí.
Sin embargo, este año, al cierre editorial, las sensaciones son bien diferentes.
Pareciera que la organización ha sabido hacer una lectura de nuestros comentarios del año 2023 y, dentro de lo razonable, en términos económicos y logísticos, ha conseguido devolvernos algunos (que no todos) los «derechos adquiridos» de años anteriores y decantar la balanza de forma que no se quede en el lado del «debe».
Así las cosas, y para no extendernos en demasía, os pasamos nuestros ya clásicos pros y contras del festival, para finalmente realizar la valoración completa sin desarrollar cada uno de ellos, pues sería una lectura demasiado densa… (Y ya sabéis que nosotros somos muy concisos en nuestras cosas…)
PROS:
– Que desde el miércoles el New Rock Stage estuviera en funcionamiento.
– Que desde el jueves hubiera acústicos en la Plaza Mayor (en total, tres).
– Que las gradas estuvieran techadas.
– Un anuncio interesante de bandas para la compra del año siguiente desde el mismo miércoles.
– Que hayan habilitado una «garita» concreta para la venta de enteradas del 2025.
– Que haya vuelto el hilo musical en el camping.
– La vuelta del Glamping (en 2 modalidades).
– La «metalizacion» de los tokens y la posibilidad de devolver cambio en las barras.
– Los camiones echando agua en los «carriles» del camping para asentar el polvo.
– Las 10 variantes de la camiseta oficial de este año del Leyendas (y alguna más).
– La vuelta del cartel de bienvenida en el pueblo.
– La puntualidad exquisita en la celebración de los directos de los 3 escenarios principales.
– Las luces en los sanitarios «buenos» del acceso al recinto. Se acabó entrar con las linternas de los móviles.
– Que hubiera hasta 4 puntos de cambio de dinero por tokens: Recinto, Camping, Zona de descanso y New Rock Stage.
– Bien por los aspersores.
– Mayor calidad y calidad y limpieza en los WC.
– Bien por esos puestos de comida algo variada, aunque algo cara.
CONTRAS:
– Que aún no se haya encontrado una solución para paliar el inclemente calor en la Plaza del pueblo para los directos. ¡Insufrible!
– Que hayan quitado los servicios del escenario de la derecha.
– Que no haya vuelto la barra de la derecha.
– Que aún no hayan vuelto tampoco la zona de tiendas a la vera del New Rock Stage (¿tan difícil es dividir tiendas y foodtrucks para que esa zona no se vea tan vacía?).
– Que no hayan vuelto los conciertos del Camping Stage (¿sois conscientes de lo que nos encantaban?).
– Que en la carpa del camping solo haya 2 puestos (aparte de la barra). Queda muy pobre la cosa…
– Aunque ya sabemos el motivo de la no apertura del bar al acceso a la piscina, podéis saberlo en esta interesante entrevista, si el kiosko también estaba cerrado, ¿no hubiera sido buena idea más «productos» en la barra instalada por la organización en la zona de descanso?
– Este año el césped ha estado fatal.
– Lo de los tokens sigue siendo un misterio, ¿o es que renta por algún lado más que poner un mejor servicio de pulsera Cashless?
– Lo de las consignas es un atraso. Coger datos a mano y hacer esperar a la gente media hora o más para la gestión.
– Otro aspecto a mejorar sería lo del escenario pequeño. Si no lo han puesto ya en el campo de fútbol 7 de césped artificial debe ser porque no ha habido acuerdo con el ayuntamiento o es inviable por los daños que se puedan causar (una buena tela/lona para protegerlo quizá fuera una opción).
– Si no hay otro emplazamiento, habría que ver soluciones para mejorar el sonido del New Rock Stage, porque deja mucho que desear.
– ¿Y otra grada pequeña en frente del escenario? Por dejar sugerencias.
– La ubicación de los técnicos y las cámaras de grabación a ambos lados de cada escenario, sumado a la altura de las pantallas de sonido puestas frente a los escenarios, hace que se pierda mucha visión en las primeras filas. Encima que te lo curras para ver de cerca a tus grupos preferidos, los ves solo de cintura para arriba, si no te toca el técnico de casi dos metros delante…
– Que la gradilla para personas con discapacidad no tenga sombra ni sillas, es algo que no se entiende. Si para que puedan tenerla hay que buscar otra ubicación, puede hacerse justo en la torre central de sonido, pero no puede seguir así.
Que sí. Que sabemos que organizar un festival de este calibre no es fácil y siempre habrá cosas que gusten a uno y no a otros.
Por ejemplo, lo de quitar los servicios del lado de la derecha de los escenarios ha sido algo aplaudido en Redes por mucha gente (tema de olores y tal) y a nosotros nos gustaban. Es sólo por poner un ejemplo, ojo.
Sin embargo, pareciera que el festival ha sabido oírnos.
Ha entendido que hay cosas que se pueden mejorar y otras (aún) no.
Aplaudimos en cualquier caso la intencionalidad de hacer las cosas bien, cosa que este años hemos denotado.
El Leyendas del Rock no tiene interés (a corto plazo) de crecer, eso es algo que han dejado claro.
El Leyendas no ha entrado, (ni lo va a hacer) en la batalla de festivales que da comienzo el año que viene. Él no participa en estos «juegos del hambre».
El Leyendas tiene su propio público y su fecha muy concreta determinada desde hace años.
El Leyendas es el Leyendas.
Este año hemos disfrutado mucho el festival, puede que, en términos absolutos, el que más desde que nos azotó la pandemia.
No sólo estamos tremendamente orgullos de Marcos Rubio, sino también de su equipo de Run to the Hills por hacer un festival a la altura de lo que requerimos en estas circunstancias. Es por ello que este año les aplaudimos y agradecemos su implicación y ganas de hacer las cosas como deben hacerse.
Este año volvemos a casa con unas sonrisa en la cara y con ganas de retornar y seguir contándoos del festival en el 2025.
PD: ¡Alcalde, dame un pase de foto!
LEYENDAS. Álbum fotográfico del sábado.


Textos de:
Don Pablo Alarcón
Mister JOS
Monsieur Antonio J. Álvarez
Senhorita PLK