Leyendas del Rock 2023. SÁBADO.

Leyendas del Rock 2023:
Crónica del Sábado

Iniciaba el día final de este Leyendas del Rock 2023…

Sin ánimo de decir que ya estaba «todo el pescado vendido», pues aún quedaban bandas por tocar, algunas de las cuales, con total seguridad, nos apasionarían, (damos fe), lo cierto es que el perfil generalizado de esta edición estaba claro tras tres jornadas de directos.

Hablamos de una sensible rebaja de asistencia, en relación con el año anterior. De algunos «derechos adquiridos» cercenados que han hecho mella en el público más versado. De un puñado de mejoras que quizás no compensaban lo anterior. De un empeño por el festival por abrir campos en diferentes estilos de música y de una apuesta por bandas emergentes, con un claro tinte internacional, por norma general, cuestión que dista mucho de las primeras ediciones del festival. De una sinergia importante entre el pueblo de Villena y el Leyendas, que tiene visos de consolidarse en el tiempo, cosa que aplaudimos desde aquí. De una orden de continuidad, en resumidas cuentas, que debe ser el estandarte del festival, por tener una sede fija a lo largo de los próximos años, según rabiosa actualidad que hemos conocido estos días.

Para nosotros, en resumen, el festival sigue siendo, en espíritu, lo que siempre ha sido.

Una oportunidad de reencontrarnos con nuestros amigos y conocidos, fuera de etiquetas, de estilos, de problemas y de trabajos que nos asolan en el resto del año y, creedme, no estábamos dispuestos a desperdiciar, pese al calor y al cansancio acumulado, la oportunidad de descubrir nuevas bandas, reencontrar a las ya vistas en conciertos pasados, en abrazar a aquellos que aún no lo hicimos, en retomar conversaciones pendientes a lo largo de estos días, a tomar las últimas cervezas, a escuchar los últimos dobles bombos y, en resumen, a disfrutar de este pequeño receptáculo, al margen de la vida cotidiana.

Bienvenidos, queridos esquirlitos, a la crónica del último día del Leyendas del Rock 2023 (música de épico cuerno vikingo de fondo):

Conciertos del Sábado

Angus McSix

Contra el cansancio acumulado... ¡FIESTA!

Debo confesar con gran vergüenza que, cuando anunciaron a Angus McSix en el cartel del Leyendas del Rock 2023, no tenía ni la más mínima idea de quién era ni cuál era su estilo. 

Aunque en realidad, quizá eso solo ha mejorado la experiencia vivida. 

Porque me encontré con un grupo de sinvergüenzas que la liaron muy parda encima, y debajo del escenario. 

Ya tan solo su presencia, sus disfraces y su actitud, provocaron las primeras sonrisas.

Y las canciones no tienen desperdicio, si tienes la dicha de entender el idioma de la pérfida Albión. 

Por resumir, durante todo el concierto nos cuentan cómo Angus, armado con su espada Sixcalibur y apoyado en sus aliados, intenta evitar que Seebulon acabe por conquistar Escocia.

En medio, muchas bromas, un espectador al que envían a lomos de un unicornio alado (hinchable) a que traiga una pócima (cerveza de la barra bajo la carpa), a la amazona (la guitarristaThalia Bellazecca) para darle los poderes necesarios para la misión, una canción sobre un enemigo mítico que, lejos de ser los tan trillados dragones, unicornios y demás es un dinosaurio armado con una pistola de agua a modo de arma láser, un goblin que aparece en el escenario recurrentemente hasta que Angus le arranca la cabeza y la lanza de una patada al fondo del escenario…

Todo un espectáculo con buena música, una muy buena ejecución vocal de Angus (que no es otro que Thomas Winkler, quien fue cantante de Gloryhammer) y, como resultado, un concierto-espectáculo que no dejará indiferente a nadie. 

La pega (y grande), que le pongo, es la ausencia de bajo y la presencia dominante de una pista electrónica grabada en todo el repertorio.

No estoy en contra de que se añadan elementos grabados que den un punto más a una actuación en momentos concretos, pero creo que se nos está yendo de las manos el tema, y hay bandas donde toda la musicalidad del repertorio, se sostiene sobre una base electrónica pregrabada que suena muy bien, pero desvirtúan lo que debe ser un concierto en directo y más en un festival de categoría. 

Es una opinión personal, claro está, y no pretendo desvirtuar con ella lo que, sin duda, fue un concierto divertido, entretenido y que sonó magníficamente, haciéndonos a todos volver al ambiente festivo que el cansancio y el calor, amenazaban con mermar drásticamente.

Dragonfly

Entregada e intimista propuesta.

Aparte de Angus MCsix, otro grupo daría apertura al último día de festival en nuestro querido escenario «menor».

Sabíamos de lo novedoso y espectacular del guerrero con espada, pero algún que otro «esquirlito» no pudo retener la tentación de ir también a escuchar parte del concierto de los Dragonfly, pues nuestro clásico corazón también se nutre de este tipo de veteranas bandas que merecen todo nuestro respeto y apoyo.

No fuimos muchos lo que llegamos a esta decisión, pues lamentablemente, no sólo por las horas y el cansancio, sino también por la citada coincidencia, el Mark Reale se encontraba bastante vacío.

En cualquier caso, hemos de destacar que tanto la banda como el público, a nuestra llegada, demostraban una bonita comunión, lo que nos hizo, una vez localizado nuestro necesario refrigerio, acercarnos poco a poco a la primera fila del concierto, sin parar de realizar los tímidos head bangings de  aceptación, ante un sonido bastante bueno, que no estuvo exento de  algún que otro acople y fallo puntual, como ocurriera con su guitarrista, pero que en general fue más que correcto, sin alguna que otra estridencia muy típica en días anteriores de grupos que se pasaron de frenada y que hacía del sonido del Mark Reale, en ocasiones, una auténtica tortura por lo excesivo del mismo.

Pablo Solano, en su calidad de vocalista principal realizó un trabajo digno y bien ejecutado, pero hemos de mostrar nuestra impresión más positiva ante el bajo, Juanba Nadal, quien nos pareció un portento en su intervenciones vocales, llegando a nota agudas flipantes. 

Sería menester plantearse el darle más intervención en futuras composiciones de la banda. 

Por lo demás, destacar dos temas que nos llegaron especialmente, cada uno de ellos por razones bien diferentes:

En lo que respecta a lo sentimental, la balada «Regresa a mi» nos pareció perfectamente planteada. La sensibilidad desplegada por los valencianos fue algo increíble.

Supieron crear un ambiente sobrecogedor en cada nota materializada durante el transcurso de  la canción, tirando de «freno de mano» ante un concierto de  puro metal, pero en el momento justo e idóneo.

Tanto es así, que confesamos ver lágrimas en las primeras filas. Y no lágrimas disimuladas, sino auténticos «chorreones» ante la delicadeza del tema. 

Todo un acierto, sin duda.

En el tramo final del concierto, remarcar el buen hacer de la banda ante el cañero «No lo verán hacer», que hizo las delicias del respetable, que corearon el tema desgañitando sus ya reventadas gargantas y dejando un muy buen sabor de boca ante un concierto que, sin duda, hubiera merecido más afluencia.

Avalanch

Challenge accepted!

No era nada fácil la tarea que tenía que afrontar José Pardial, en su calidad de nuevo y «recién estrenado» cantante  de Avalanch, tras la publicación, también bastante reciente, de su nuevo disco «El dilema de los dioses», donde el madrileño de origen asturiano se pone al frente de los micros de la veterana banda.

Y hablamos de la titánica tarea de éste no sólo por el hecho de que tenía que defender el nuevo disco de una banda consagrada, aunque injustamente vilipendiada en ocasiones en, probablemente, una de las etapas más difíciles de aquella, teniendo que refrendar su estatus tras un par de malas decisiones por parte de su alma matter, Alberto Rionda, tanto en cuestiones personales como músico/profesionales, sino también por lo que seguidamente os explicamos:

El nuevo vocalista tuvo que defender temas «mitiquísimos» y cantados por un total de tres cantantes anteriores de la banda, (Víctor García, Ramón Lage e Isra Ramos) los tres, todo sea dicho de paso, auténticos iconos de nuestro heavy patrio. 

Evidentemente, mi expectación y la de buena parte del público congregado ante el concierto de estos «renovados» Avalanch, era máxima.

Antes de entrar en el análisis de esta tamaña empresa, analizaré los aspectos más importantes de la banda, al margen del sr. Pardial:

Alberto Rionda sigue siendo un guitarrista delicado y elegante. 

No ha perdido ni un ápice de su buen hacer a las cuatro cuerdas. Aunque lo cierto es que, sobre todo al inicio del concierto se le encontró nervioso y estático, muy pendiente de la intervención de su nuevo frontman y muy al tanto de reacciones del público ante cada movimiento de aquel y de la interacción de la banda de cara al respetable. Cierto es que, avanzado el concierto y viendo al público entregado, se relajó, y bastante.

Avalanch ha dejado de  tener dos guitarras tras la salida de Jorge Salán. 

Manuel Ramil ha asumido parte de esa participación incluyéndola en sus teclados y dando de forma solvente una salida airosa a dicha carencia. Por lo demás el pianista es una garantía de éxito por su versatilidad y virtuosismo a la teclas.

Nando, el nuevo bajista, realizó un trabajo sobrio, pero contundente. Supo donde está su lugar y realizó un buen show.

Terrana, por su parte, fue una bestia parda a las baquetas. Sabiendo retroceder en determinados momentos para potenciar a otros instrumentos y reaparecer, casi cuando menos te lo esperabas, para dar caña a un nivel imponente.

José cumplió, y a  mi modo que ver con creces, al ponerse a los mandos de canciones tan importantes en nuestra propia banda sonora de una vida como son canciones, como Xana, (Víctor GacíaMil Motivos (Ramón Lage) o La flor de Hielo (Isra Ramos), realizando su propia versión de temas cantados por sus predecesores, trayéndolas a su terreno pero realizando un acopio vocal que le permitió navegar entre estos tres registros tan diferentes.

Y sí, es obvio que las canciones mencionadas (y un buen puñado más que sonaron en el recinto villenense) fueron compuestas para cada uno de los cantantes que estuvieron en su momento al frente de la banda, pero lo cierto es que supo defender con mucho empaque todos y cada uno de los temas. 

Con «Horizonte Eterno», único tema que sonó del ultimo plástico de la banda y compuesto «para su voz», suena genial y Pardial convence.

No me quiero extender más y, sin embargo, me quedo con ganas de hablar más de este ilusionante proyecto. 

Baste decir que la banda funciona. Que José Pardial es una fantástica decisión y que sus directos hacen recordar a los  mejores Avalanch.

Desde aquí, apostamos fuerte por ellos.

Ea. Ya me callo.

Hämatom

Los "tapadillos" del festival fueron su auténtica sorpresa.

Hamätom fue y ha sido el auténtico descubrimiento del festival.

Una ya no tan veterana banda, que canta en alemán y que tiene una estética cercana a a Slipknot, con tonalidades vocales similares a Rammstein, que realizan un metal alternativo, muy rollo groove metal y que además, tienen un toque fiestero al mas puro estilo Alestorm, por poner algún ejemplo.

Pones todo estos ingredientes en una coctelera y el resultado fue el espectáculo más divertido que pudimos vivir en el festival, con permiso, claro está, de los Gigatron.

El concierto tuvo un poco de todo, y el show que se marcaron los alemanes fue de dejarte la boca abierta:

Desde meter al cantante en una especia de silla eléctrica para realizar sus intervenciones, pasando por llevar en el dedo índice un mecanismo que disparaba fuego, además de una pistola que también lo disparaba, y llegando a  desplegar una tabla donde una  pequeña batería, y el propio baterista fue paseado por todo a zona del público, entre otras lindezas, hicieron del bolo de los Hamätom una auténtica delicia.

El público, por su parte, fue un miembro más de los alemanes. circles pits, pogos, movimientos de remos con gran parte del respetable sentado, bailes, cantes, y disfrutes en general.

Todo un ramillete de misiones completadas por parte de público de un concierto de este estilo.

Además, lo temas de los de «los puntos cardinales» fueron divertidas y bien ejecutados a partes iguales. 

¡Maldita sea!, si hasta realizaron una versión de El Mariachi de Antonio Banderas con un castellano con marcado acento alemán. Toda una fantasía.

También destacar otra versión que se marcaron de «I want it all» de Queen que hizo las delicias de los asistentes.

Pero, en lo que respecta a sus propios temas destaco las interpretaciones de «Wir Sind Godd», «Behind the Mask» y, sobre todo, la fiestera «Es Regnet Bier», que funciona como un auténtico cañón en directo. 

Queremos dedicar la presente crónica a Petter «West» Haag, ausente en el concierto (aunque no su máscara) a consecuencia de una enfermedad que se lo llevó sólo unos pocos días después del concierto de sus compañeros. D.E.P.

Hammerfall

Martilleando con fuerza.

Había muchas ganas de ver a Hammerfall sobre el escenario del Leyendas, como ellos mismos recordaron, por primera vez en España tras la maldita pandemia. 

Me sorprendió no verlos más arriba en el cartel, porque esta banda, además de su trayectoria innegable que les hace disponer de una discografía repleta de temazos, tienen una profesionalidad y un saber hacer en el escenario que les sitúan, en mis gustos, como uno de los top tres del cartel de este año.

Y el público estaba claro que quería verlos tanto como yo, porque apenas con los primeros acordes de su nuevo álbum, ya comenzaron a conectar con el grupo quienes, martillazo a martillazo, fueron envolviéndonos y haciéndonos vivir uno de los mejores conciertos de toda la edición.

Para el repertorio, repasaron casi todos sus grandes éxitos, pero tuvieron lugar sin embargo para presentar algunos de los temas de su último álbum que, al ser de 2022, no habíamos tenido oportunidad de escuchar en directo, 

Para quedarme con dos, porque no puedo prescindir de ninguno, resaltaré <<Hearts on fire>> que me sonó excelso, y el tema de apertura, <<Brotherhood>>.

Los temas fueron cayendo, uno tras otro, alternándose con alguna broma de Joacim Cams, en un estado de gracia en cuanto a voz y actitud en el escenario, y fueron encendiendo más y más al respetable hasta la apoteosis final con <>, que sonó glorioso, dejándonos a todos con la sensación de que se habían quedado cortos los 80 minutos que tuvieron sobre las tablas de este Leyendas. 

Ojalá vuelvan pronto a España, y tengáis ocasión de verlos, porque están de dulce en este momento de su carrera.

Dirkschneider

Directo al corazón de los nostálgicos.

Se presentaba Udo Dirkschneider en el Leyendas del Rock, como Dirkschneider, habiendo incorporado a su banda al mítico bajista de ACCEPT, Peter Baltes, y con un repertorio que incluía únicamente canciones de dicho grupo. 

Contando con dos de los miembros históricos más conocidos de la banda, no extraña que esos temas sonasen casi iguales que cuando ellos integraban ACCEPT.

No obstante, me gustaría resaltar aquí que, en esta edición, se han dado quizá en demasía, los casos de artistas que vienen siendo ex de grupos, con repertorios plagados, cuando no únicamente compuestos, por canciones de esas bandas. 

Y sí, a los metaleros de pro nos encanta escuchar esas canciones en directo, y sí, son en todos los casos verdaderas leyendas del heavy cuyo lugar, sin duda, es este festival y no otro.

Pero no sé, creo que se podrían hacer esfuerzos por introducir más bandas emergentes en los lugares destacados de los carteles, e ir dosificando más a estos fierabravas de la escena que, sin duda, nos emocionan, pero que están al final de sus carreras, viviendo de lo que fueron y sin aportar nuevos sonidos ni grandes hits desde hace tiempo.

Son, evidentemente, un aliciente para todos los que somos nostálgicos de otros tiempos, dan un espectáculo fabuloso, nadie lo duda… pero quizá en esta edición, han ocupado demasiada escena principal, quitando sitio a gente que está en pleno auge y merecen más reconocimiento del que tienen.

Del concierto, poco voy a comentar. 

Catorce preciosos temas, elegidos con una inteligencia privilegiada de entre todo el repertorio posible (me quedo sin duda con el <<Son of a Bitch>>, que canté a voces hasta desgañitarme), y con un Udo pletórico que suplía las limitaciones que le va suponiendo su edad y su estado físico con verdadera pasión por el escenario y una complicidad innegable con Baltes, que se notó y mucho.

Si eres fan de ACCEPT o U.D.O., si siempre has admirado al bueno de Udo Dirkscheider, no puedes perderte un concierto como este.

Delalma

No hay quinto malo, pero ¿y séptimo?

A ver, ayudadme un poco: 

Warcry, Sauze, Avalanch (con quien también dobló bolo en este Leyendas), Alderaan, Adventus, Magö de Oz y ahora… Delalma. 

Eso sin tener en cuenta colaboraciones y participaciones menores. 

Son siete los grupos con los que hemos escuchado ya a Manuel Ramil, el prolífico teclista que parece estar continuamente insatisfecho y buscando nuevos objetivos.

Y, en esta ocasión, lo encontramos muy bien acompañado, por otros músicos que también compatibilizan su participación en Delalma con su pertenencia a otros grupos, como Death & Legacy (Jesús Cámara) y Celtian (David Landeroin), así como otros dos grandes históricos del metal patrio, como el contundente guitarrista Manuel Seoane (ex-Magö de Oz) y la increíble voz, por fin recuperada, de Ramón Lage (ex-Avalanch).

Los mimbres son buenos, su primer trabajo homónimo, es un buen inicio para la banda, pero por un momento temimos que los 70 minutos que les dio la organización finalizasen de forma abrupta, como sucedió en la anterior edición con su malogrado penúltimo proyecto, Adventus. 

Y por el mismo motivo: la falta de repertorio.

Pero Ramil había aprendido la lección, añadieron versiones como un preciosísimo <<Wicked Game>> de Chris Isaak, que en la voz de Lage es una auténtica delicia. 

También tiraron de vídeos de presentación y apoyo pirotécnico, tuvieron momentos para que cada integrante mostrase su maestría en su elemento y, en definitiva, dieron un muy buen concierto.

Personalmente, noté a Ramón Lage un poco apresado por los nervios en el arranque, no en vano eran 10 años desde su último Leyendas, y muchos años de parón personal. 

Pero con la última canción, <<Cárcel de Cristal>>, todos pudimos comprobar que el mejor Lage está de vuelta, que este proyecto promete dar muchas alegrías, y que el público está entregado con ilusión a esta nueva propuesta.

Gigatron

¡Los putos dioses del metal!

– ¡Vamos, no me jodas! ¿No vas a aguantar hasta el cerrar el último día día del festival? Tocan los putos, Gigatron, ¡Eso hay que verlo!

– Illo, esta peña son la hostia de malos

– Que sí, que ya los hemos visto otras veces, y que el mierdas de Charlie Glamour canta como un perro apaleado. Pero, no me toques los huevos, son una fiesta. Illo, yo es que me parto la polla cada vez que salen con esas pintas  y se montan un show de puta puta madre.

– Pero es que estoy reventado. Venga, nos tomamos una y nos vamos…

Estoy convencido que muchas de las conversaciones previas al concierto de los Gigatron podrían haber comenzado así, y la verdad es que el público congregado en este último concierto del festival era admirable.

La gente estaba entregada y con ganas de fiestas pese a todo el cansancio acumulado a lo largo de los días pasados y, probablemente fuera así, pero las almas reunidas en este final y cierre de este Leyendas del Rock 2023 estábamos seguros que si estábamos allí, lo era para hacerlo sin concesiones.

He visto muchas veces a los valencianos y podría decir, sin miedo a equivocarme, que esta ha sido la ocasión en la que más he disfrutado de ellos.

Como hicieran Warcry en la jornada del miércoles, los dioses del metal decidieron realizar un show que iría avanzando por su extensa carrea musical, desgranado todos sus discos de estudio, haciendo un divertido repaso por sus XXV años de existencia.

Divertidísimo concierto, con una puesta en escena nunca vista para los Gigatron, con ayuda del grupo de bailarinas villenenses de Espacio creativo Qamar, que llenaron de color y espectáculo una buena parte del show.

«Apocalipsis molón», «El barco de colegas» y «Heavy hasta la muerte» fueron, como ya viene siendo habitual, las canciones más celebradas de su concierto.

– ¡Me cago en la puta, tío, vaya conciertazo!

– ¿A qué ha estado guapo? 

– Joder, macho, ya te digo.. ¡Yo no quiero que el Leyendas acabe!

– No te preocupes, que el año que viene ¡volveremos!.

– ¡Eso esta hecho!.

– Entonces échale huevos y besa el puto césped del festival. y júralo.

– ¡Te lo juro por mi madre, hermano! (Muack)

     Antes de pasar a las reflexiones finales, os dejamos la galería de fotos de los grupos que actuaron el sábado. 

¡Dadle a la flechita, insensatos!

Gigatron_MG_5267

Leyendas del rock, es donde viven mis sueños.

Así acaban nuestras crónicas del Leyendas del Rock 2023

Primero de todo, nos gustaría hacer un repaso sobre los pros y los contras del festival, lo que hemos percibido, y que está sujeto, obviamente, a percepciones personales y que hemos condensado en el siguiente texto.

No lo hacemos con ánimo de nada, únicamente para destacar estos puntos, con el franco interés de, a ser posible, se mejoren los negativos y se reiteren los positivos, siempre y cuando esta entrada llegue a la organización del Leyendas. Caso contrario, sirva la presente como declaración de intenciones para hacer que el festival mejore en la medida de lo posible:

CONTRAS:

– La no instalación este año, por primera vez desde la instauración del festival en Villena, del escenario camping (Forjando leyendas stage)  y el escenario de la plaza.

– La desaparición de la socorrida y necesaria  barra de la derecha, (a la vera del escenario Jesús de la Rosa).

– La inexistencia de zona de merchand situada, en años anteriores, en el campo de hockey situado al lado del escenario Mark Reale.

– La falta de oferta gastronómica, en forma de food trucks situados en la zona carpa/barra del camping, a excepción de sólo una, lo que lo hacía más desolador a la vista.

– Eliminar la útil tela verde en las duchas del camping, que dotaban de cierta intimidad a aquellos/as que quisieran usarla.

– La, no tan sensible, subida de precios, que la organización no desveló hasta la llegada de los asistentes al festival (por obvias razones).

– Aunque no dependa del propio festival, se ha echado de menos el enganche para carros de Mercadona para los que cargaban la compra hasta la entrada del camping.

– El deplorable estado del césped del recinto principal sólo a la entrada del propio miércoles. Las fotos de «promo» no hacían intuir eso.

– La falta de instalación de más papeleras en el recinto que permitan a los asistentes depositar sus desperdicios. Mucha suciedad a medida que avanzaban los días en el recinto (incluido los confettis de días anteriores)

– La falta de la típica oferta promocional de regalo de tokens si acedías a packs de 50€ o 100€ con anterioridad al inicio del festival.

– La inexistencia de «Glamping» en la zona (¿anunciada?), con el consecuente espacio desaprovechado para otros fines.

– La destacable carencia de hilo musical (sobre todo a ante la falta de conciertos) en la zona de carpa del camping, que creaba clima y buen rollo cuando llegabas al mismo.

– Falta limpieza en los nuevos sanitarios situados en la zona del Mark Reale.

– La desaparición del clásico «tifo» de bienvenida a la llegada a Villena.

PROS:

– El necesario «microclima» situado en la cuesta de acceso a los escenarios, que sirvió para refrescar a los sufridos asistentes del sofocante calor.

– La fuente ampliada en este mismo espacio, con más sitio para refrescarnos y rellenar botellas de agua, la cual, por cierto, salía bastante fresquita.

– Las pistolas de agua que rociaban a las privilegiadas primeras filas. ¡Gran acierto!

– Un destacable y mejor equilibrado sonido en TODOS los escenarios.

– Un refuerzo muy importante en la seguridad de acceso al recinto (sobre todo en piscina).

– Más variedad en oferta gastronómica en forma de foods trucks dentro del recinto.

– Los nuevos WC’s con sanitarios «de toda la vida», que mejoró sustancialmente la estancia dentro del polideportivo.

– La entrega de botellitas de agua, por parte de la organización a las primeras filas, en especial, a los niños.

– Una sensación de mayor limpieza en los WC’s, de forma constante y pormenorizada. (Salvo en Mark Reale)

– Por experiencia propia, un estupendo y atento trato a la prensa acreditada. Gracias, de corazón.

– Algo que nunca ha cambiado:  la simpatía camareros, seguridad y, en general, todos los «currantes» del festival.

– La apertura del Leyendas en lo que se refiere a oferta y variedad de grupos en estilos y nacionalidades.,,,

Y, para finalizar, permitidme robaros sólo unos minutos, para realizar una reflexión:

He de admitir, primero de todo,  que escribir estas líneas, con carácter de conclusiones finales a un festival tan grande como el Leyendas del Rock es, cuanto menos, un trabajo complicado de acometer.

Hablamos del festival por antonomasia, a gusto de un servidor, del estilo heavy/rock más clásico de este país, y que aglutina simpatías por doquier, por circunstancias que quedan al margen de las opiniones personales que podamos plasmar. Sólo tenéis que daros una vueltas por Redes para saber de qué hablo.

Y, sin embargo, la sensación con la que redacto esta entrada es, cuanto menos, agridulce.

Son ya once años acudiendo de forma ininterrumpida  a este evento (a excepción de la pandemia), creando vínculos indisolubles con todo lo que tenga que ver con el festival, su gente, su organización, su nueva ubicación en Villena, y su forma de entender, de la mano de Marcos Rubio, este submundo tan nuestro del heavy metal.

Pero, la alargada sombra de tener la sensación de «ocaso» de este festival ha rondado mi cabeza durante todos y cada uno de los días de duración del evento, pensando en la posibilidad de que el cénit del festival haya llegado en tiempos pretéritos.

Me acosa la sensación de que el Leyendas del Rock haya podido «estancarse», agonizando de éxito o siendo, simplemente conocedora la organización de que el festival que se sucede sólo una semana después pueda resultar más rentable que el que hoy nos ocupa. No lo sé…

En cualquier caso, es indudable que el festival no se encuentra en su mejor momento.

Puede que a consecuencia de las circunstancias económicas, puede que aún nos se haya recibido el total impacto de la pandemia, pueda que la gran oferta de festivales estivales de la época o puede que sean otras razones que dejamos en manos de nuestros lectores. 

Nosotros no tenemos la clave.

Sin embargo, hemos entendido qué significa el Leyendas y todo lo que nos ha dado a lo largo de todos estos años. Hemos asumido que este festival ha tenido claro lo que es y lo que quiere ser.

Nunca ha tenido aspiraciones mastodónticas como otros que salen de la nada y mueren tras un par de ediciones. 

El Leyendas sigue aquí y tienen visos de continuidad a lo largo de varios años más. 

Como habréis comprobado, somos conscientes de sus pros y de sus contras y nos sabemos legitimados para destacarlos ambos, en aras de propiciar el beneficio de nuestro querido festival.

Queremos al Leyendas del Rock. 

Queremos que siga adelante y poder llevar a nuestros hijos y que nuestros hijos sigan yendo cuando nosotros, quizás ya no podamos.

Queremos ser los baluartes de un festival imperfecto pero el cual, dentro de su imperfección, para nosotros siempre seguirá siendo perfecto (pese a todo).

Hemos de esforzarnos en seguir manteniendo el espíritu de nuestra comunidad, apostando por propuestas tan valientes, aunque irregulares, como nos ha demostrado es ésta.

El Leyendas del Rock ha de crear su propia leyenda. 

¿Quieres ser partícipe de ella? 

Esquirlas de metal responde con un contundente SI.

Autores de la crónica:

  • Antonio J. Álvarez «Nono».
  • JOS
  • Ale Puch

Fotografía: Ale Puch

4 comentarios

  1. Verdaderamente debe de ser una experiencia muy gratificante que se plasma en este escrito que transmite amor al rock y a todo lo que rodea este evento anual. Dan ganas de ir el próximo año!!

  2. Viajé desde Chile a mis 62 años, a Leyendas para estar cerca de las atractivas bandas algunas ya conocidas que merecían el gran viaje.
    Una bella experiencia, un pequeño paraíso para mi recuerdo.
    El entorno, se alaba la organización y la disposición de los espacios el público, el sonido,
    la comida…
    Gracias ¨VIllena¨

    • Pablo Aliscar

      ¡Oooooh! Qué magnífica aventura, Pilar. Nos alegramos de ello. El año que viene, más. Un abrazo.

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