Punkarreo y Heavy Metal, de la mano.
Soplete en vivo: Ira Regia y Enfermedad Prograsiva en la La Fábrika de Sonido (Alcalá de Guadaira, Sevilla), 11 de noviembre de 2023
Los sevillanos Ira Regia querían hacer un último concierto antes de ponerse a preparar su siguiente álbum y decidieron hacerlo en el escenario del que disponen los locales de ensayo La Fábrika de Sonido, situados en el polígono La Red, de Alcalá de Guadaira. Contaron con la renacida banda local Enfermedad Progresiva, cuya música podríamos catalogar como una fusión de Rap, Hardcore Punk, Funk, Metal y cualquier cosa que se les ocurra meter en la coctelera.
He de confesar que nunca había estado en La Fábrika de Sonido y, al entrar, me sorprendieron las pequeñas dimensiones del escenario y la sala, que ya contaba con la presencia de fans de ambas bandas, incluyendo a unos pequeñajos que no tendrían más de 3 años y que intentaban de vez en cuando subirse al escenario. El futuro del crowd surfing está asegurado.
Como íbamos diciendo, eran las 21:35 cuando llegué y ya sonaba la música de Enfermedad Progresiva pero, para mi tranquilidad, pronto averigüé que estaban terminando su prueba de sonido, así que realmente no me había perdido ni un minuto del verdadero concierto.
Enfermedad Progresiva
Después de un rato charlando e hidratándonos con zumitos de cebada, dio por fin comienzo el concierto de la banda alcalareña. Uno de los vocalistas, Iván, ataviado con camiseta del F.C. Barcelona, fue presentando al resto de miembros de la banda mientras estos iban subiendo al escenario, luciendo todos ellos camisetas de distintos equipos de fútbol: Germán, el otro vocalista, los guitarristas Casta y Ricardo, el bajista Santi, el trombonista Pablo, el DJ Andrés y el batería Miguel «Megadé». Habéis contado bien: 8 músicos, ¡y faltaba uno! El escenario se les quedaba muy estrecho, como se puede comprender.
Se avecinaba, pues, la fiesta de esta panda de locos. Ellos mismos se autodefinen como «una mierda cachonda, ultragrave y mediocre. Mezclando caos y fiesta desde que Tom Morello estrenó su primera gorra». Así que podéis imaginar que la seriedad no iba a ser lo que más brillase en su actuación.
El sonido me pareció bastante bueno, aunque tuve problemas para entender a los vocalistas y es una pena, porque las letras son un pilar fundamental para pillar la gracia de su propuesta. Aún así, ofrecieron un espectáculo divertido, en el que la interacción con el público y entre los miembros de la banda fue constante.
Comenzaron con «Dame jarcor», toda una declaración de intenciones, rapera y alcohólica, y después tuvieron un momento de extrañas «anécdotas» japonesas para presentar la punkarra y escatológica «Cagando leches».
Más letras rapeadas no aptas para oídos finos siguieron, como las de «Chúpamela», y a continuación enfundaron sus cabezas en gorros con forma de pollos para interpretar un tema que creo que se llama precisamente «Los pollos». Aprovecharon para hacer un concurso de guturales y regalar un gorro (de pollo) a quien mejor los realizara, a juicio del jurado, compuesto por el público asistente. Si queréis ver cómo se desarrolló el concurso, os dejamos un vídeo cedido por la banda.
En la pantalla del fondo del escenario se iban proyectando imágenes alusivas, vídeos caseros y memes diversos referentes a cada canción. En la siguiente canción, «Ay qué dolor», las imágenes eran los típicos vídeos virales de gente dándose trompazos de consideración.
Pasearon entre el público una vieja foto de comunión mientras interpretaban «Miguelito», la triste historia de un chaval que acaba siendo un yonqui, con su estribillo muy coreado por los asistentes a la velada.
Siguieron con un tema nuevo, llamado «Las arenas del tiempo» y dejaron para el final «Patea al facha» y «Yonki de los grandes».
Para despedirse, todos salvo el trombonista fueron dejando de lado sus instrumentos, y siguieron a aquél mientras interpretaba una pegadiza melodía, bajaba del escenario y abandonaba la sala entre los cánticos de los espectadores.
No hacen el tipo de música que suelo escuchar, pero, sin lugar a dudas, su directo es muy entretenido, cumpliendo perfectamente con las expectativas.
Ira Regia
Llegaba el momento de cambiar radicalmente de registro musical, pero parecía que se iba a retrasar, puesto que, mientras tomábamos el aire fresco de la noche fuera de la sala, nos avisaron de que había habido un problema con el equipo y se había perdido la configuración que habían guardado en las pruebas de sonido, así que tendrían que repetirlas. Gajes de la modernidad, supongo.
Pues tan tranquilos estábamos allí fuera, pensando que el «Aqueronte» y el «Inferno» que sonaban eran parte de la reprueba de sonido, pero nada más lejos de la realidad: Ira Regia habían comenzado ya su actuación, así que entramos nuevamente y arropamos a la banda con nuestros coros en el estribillo de «Inferno», mientras Germán Repetto entonaba la letra en dos idiomas.
Las guitarras de Manolo Delgado y Manu Garrido, ambos situados en las zonas sombrías de los extremos del escenario, comenzaron a escupir el veloz riff inicial de «En el espejo», acompañadas por el frenético ritmo de batería de David Jiménez y el grave rugido de las cuerdas del bajo de Juan Vilches.
Otro tema de «Espejismo y realidad» cayó a continuación, «Capítulo final», con Germán dándolo todo con esos agudos imposibles que aderezan la canción aquí y allá.
De vuelta a su último trabajo, el EP «Donde el Sol calla», sonaron «Profeta», con esos cambios tan característicos en la voz y en los ritmos, y la intensa balada «Tiempo», en la que el vocalista tuvo que sentarse en el borde del escenario, dadas las reducidas dimensiones del mismo..
Marcarse una sólida versión de «Sole Survivor» (Helloween) siempre es garantía de éxito, y esta vez no iba a ser menos. El público aprobó la elección con sus cánticos.
Una última mirada al pasado llegó con la potente «Gigantes de barro», a la que siguió el single «Ars Longa, Vita Brevis», un cántico a la única forma de inmortalidad a la que podemos aspirar los seres humanos: pervivir en nuestro legado.
Cerraron la noche con la indiscutible tralla de «Destino», poniendo la guinda a una soberbia actuación de unos Ira Regia que, como hemos mencionado más arriba, prometen ponerse manos a la obra próximamente para ofrecernos nuevas canciones que, estamos seguros, mantendrán la tónica de fuerza y calidad que caracterizan a la formación sevillana.
El único «pero» que le podemos poner al repertorio de Ira Regia es que fue calcado del que ofrecieron en la sala Even en junio de este mismo año (podéis leer la crónica aquí), lo que me ha puesto la cosa difícil a la hora de escribir este soplete en vivo evitando la tentación del «copy-paste».
¿Más crónicas de conciertos? En nuestra sección Soplete en vivo.
¡Hasta el próximo metal-sarao, metal splinters!
Texto y fotos: El Puli de Cádiz
Vídeo cedido por Enfermedad Progresiva