Bandera negra y pagana en Sevilla: Mägo de Oz.

Bandera negra ondeó en la Sevilla pagana.

Mägo de Oz - Sala Custom- Sevilla. 09/04/2022.

"...Todos lo conocen como... Bandera Negra"

     ¡Cómo de diferente es vivir un concierto de la banda que fue estandarte de la música que amas, con veinte años que con cuarenta!

Y es que en el bolo de Mägo de Oz en Sevilla, que abría el tour en España tras su exitoso nuevo paso por el continente americano, fuimos testigos de esa transformación como espectadores, al menos en nuestro caso, y así os lo vamos a hacer ver, contándoos nuestras impresiones, a medio camino entre el fan joven, entusiasta y entregado y el seguidor maduro, contenido en emociones pero con brillo en los ojos según tema y crítico por representar a un medio musical especializado. Así  vivenciamos Antonio J. Álvarez y Pablo Alarcón este «Al Abordaje Tour» a la Sevilla pagana en Sábado Santo.

Enmarcados en una fecha complejísima para enarbolar un concierto rock en la capital hispalense como pueda ser un Sábado de Pasión, tras 2 años de pandemia, en el que ninguna cofradía pudo hacer su estación de penitencia para disgusto de una buena parte de la ciudad, arriaban estos Mägo de Oz con un nuevo disco bajo el brazo para proceder a presentar ante la capital andaluza.

Y para sorpresa de nadie, a pocas horas del inicio de los primeros acordes de la banda madrileña, un más que justo «Sold Out» se colgaba en todas sus redes sociales.

Decimos esto porque la elección de una sala de medianas dimensiones como pueda ser la Sala Custom, fue una garantía de lleno, si comparamos la otra visita de La Bruja, que aglutinó unas tres mil almas en el Cartuja Center. Tienes nuestra crónica de ese último concierto pre-pandemia AQUI.

Eran las 20:00 horas… El ambiente que se respiraba en los aledaños del polígono Calonge de Sevilla era festivo. Si las edades y las estéticas fueran más amplias de las que vimos con ansias de directo, hubiéramos visto a algún que otro penitente….

Es uno de los valores añadidos de la banda; es capaz de reunir una florida y variopinta mezcla de edades y vestimentas, todos unidos en un afán común: !La música de Mägo!

La apertura de puertas de las 21:00 se vio lamentablemente atrasada, según parece por un fallo eléctrico en el conjunto del polígono, lo que conllevó a una demora en el inicio del concierto, siendo el acceso a la sala una auténtica procesión de almas, cadentes y lentas, cual camino al Tártaro.

Unas notas de piano, como gotas de agua repicando al chocar contra un objeto, precedían la advertencia de un mito marino que en voz de una niña alerta de un barco fantasmagórico que emerge una única vez al año, en abril, tiñéndose el mar de sangre y causando terror con sólo oír su nombre… ¡Banderaaa Negraaaaaaaa!

Al grito de «Al abordaje» cobraba vida la actuación de Mägo, a quienes ví en todo momento muy bien compenetrados, con una Patricia Tapia a la que desde ya reivindico como la gran protagonista en vivo  del grupo (luego habrá tiempo de hablar sobre ella). 

Una triada de canciones rápidas y Power que completarían «El libro de las sombras» y «El amor brujo» hizo que el show volara de forma intensa hasta que llegó la gran sorpresa en forma de desaceleración necesaria tras tanta pólvora: «Astaroth», tema que hacía tiempo no tocaban, si no yerro en memoria. ¡Qué preciosidad de composición! y cómo brilla en vivo con la dupla de voces, con la melodiosa garganta de Patri, manto que lo cubre todo, su luz y su candor.

«Hemos venido a conquistar hoy tu ciudad»… y vaya si lo hicieron, con un público entregado y entusiasta ya a esta altura del bolo.

Continuamos purgando sensaciones y deshidratando recuerdos con temas del que es para mi la mejor entrega de los Gaia, «La voz dormida» (esa temética punzante contra la jerarquía eclesiástica reivindica a los Mägo más controvertidos e hirientes con la Fe cristiana). Venía como anillo del pescador esa letra de una posterior «Diabulus in Musica» en plena liturgia cofrade: «la única Iglesia que ilumina es la que arde, el Nazareno duerme en su cruz»… Así cayeron mismamente «El poema de la lluvia triste» y la instrumental «El callejón del diablo». De este álbum cayó del cielo la gran balada del grupo, asomando, en más de un par, vivas lágrimas de emoción y recuerdos.

Más participación vocal de Patri pudimos disfrutar en «La dama del mar», bien engarzadas las voces suya y de Zeta, tema muy accesible y que despertó el júbilo entre el público, una pulcra interpretación de «Opera Mortis», otra coreada a viva voz como fue «Ciudad Esmeralda» (si nos cansamos, sabemos que para nosotros robarán otros pies…) y una postrera canción del redondo «Ira Dei» tal que «La cantiga de las brujas», tema seguramente con la letra más desafortunada de la banda en años pero cuya música encandiló para enfilar la recta final del show de los Mägo.

Con reminiscencias más que destacables al proyecto paralelo de Txus llamado Burdel King, nos sorprendía presenciar que las baquetas eran cedidas a otro baterista (Josemi «Xico» Jiménez, de Alcalá de Guadaíra), para que el oficial agarrara un micro e interviniera, con todo el carisma que es capaz de tener, en la descarga de «Resacosix en pandemia» canción que, muy bien traída por estos cohesionados y nuevos Mägo de Oz, hizo las delicias del respetable. 

Y decimos lo de «nuevos» porque en esta ocasión tuvimos, no sólo la oportunidad de ver sobre el escenario al gran Victor de Andrés (que es una apisonadora de buen rollo ante el escenario) sino también a Manuel Ramil, que se estrenaban ante el público Sevillano igualmente a los mandos de la guitarra y los teclados respectivamente. La presentación de Ramil fue ovacionada por el público hispalense.

La canción más «polémica» del disco y, a juicio de quien suscribe, la que gana más enteros a cada escucha fue muy, pero que muy aceptada por los asistentes.

Fernando Mainer salió al escenario con una careta completa de cabra y la gente disfrutó de lo lindo con la propuesta que empalmó, de forma más orgánica de lo previsible a  priori, con una de las composiciones más elaboradas del disco «Bandera Negra», que no deja ser su canción homónima que, ¿qué queréis que os diga? suena en directo de forma cojonuda.

Hay que destacar el buen surtido de buenos músicos que se unieron y sumaron en un escenario relativamente pequeño como el de la Custom que, pese a estar muy coordinados en sus intervenciones, a veces tenían hasta que casi chocarse al salir y entrara en su diferentes intervenciones.

No obstante, en lo que respecta a este último tema,  la participación de todos ellos rozó la excelencia.

Finalmente, y para sorpresa de nadie, tras abandonar puntualmente el escenario, los músicos volvieron para hacer andar los tres «bises» que todos esperábamos:

Y si  el primero que sonó fue «La Cantiga de las brujas» que fue empalmada con «Molinos de Viento», las quinielas estaban más que saldadas…

Sevilla, Semana Santa… Era de cajón que existía cierto morbo en escuchar «Fiesta Pagana» que, a la postre , no dejaba de ser lo que todos los asistentes al evento estábamos haciendo, mientras que la ciudad entera se postraba a los pies de  de la semana grande de la ciudad, nosotros disfrutábamos, y con ganas, de nuestra particular fiesta pagana.

Sin embargo, recordemos: Hubo lleno absoluto de la Sala y las almas que nos congregamos allí vivimos una velada recogida y coqueta, con unos Mägos más que agradecidos por nuestra asistencia, sobre todo en lo que respecta a Moha, el violinista de la banda, que tuvo a bien dedicarnos unas palabras y, sinceramente, se le veía emocionado con la asistencia de público a la sala, cosa que agradecimos bastante, habida cuenta de lo acostumbrado que está el grupo de recibir asistencias más abundantes de los grandes estadios que son capaces de llenar, sobre todo cuando saltan «el charco». 

Por último, hemos de manifestar que, tanto mi compañero Pablo como yo, vivimos un concierto muy cercano (en toda la extensión de sus acepciones) y alejado de pomposidades de otras propuestas anteriores de la banda, que igualmente disfrutamos en épocas más mozas.

Vimos una banda muy bien engrasada, que desborda calidad por todos y cada uno de sus integrantes.

Las intervenciones de Josema y Manuel Simeone, no mencionados anteriormente, fueron sencillamente impecables. 

Quizás acomodados a este concepto de  disco, mas canallesco y desvergonzado, le viene al dedo a la banda para proyectar este tipo de bolos en salas más pequeñas porque, y honestamente os lo decimos, todos y cada uno de los integrantes son una apisonadora vistos de cerca y se notan las tablas a un nivel extraordinario.

Hasta tal punto denotamos el buen rollo, que el que fuera bajista y colaborador esporádico de la banda, Sergio Martínez, casualmente en la sala, fue invitado a sumarse al escenario en los dos bises, cediendo Mainer su bajo para que punteara acordes de sobras conocido por aquel.

Volveremos  a ver a los Mägo en un escenario que aglutinará a más público, como será el próximo concierto al que acudiremos que tendrá lugar en la XV edición del Leyendas del Rock pero, en lo que respecta éste, en una sala tan coqueta y chula como es la Custom y la singularidad de la fecha, hemos de decir que ha sido uno de los conciertos más especiales y bonitos que le hemos visto a la banda.

¡Larga vida a la Bruja!

* Gracias personales a Txus por invitar a EdeM a este sarao pirata de La Bruja y a Mikel su manager por las gestiones.

Texto: Antonio J. Álvarez y Pablo Alarcón

Fotografía: Pablo A. Alarcón. 

Edición digital: José Luis Alarcón.

Para ver más fotografías del concierto:

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