Categorías
Menú
-
Entradas
Que las artes se nutren unas de otras no debe extrañarnos. Esta sinestesia se hizo más evidente durante las vanguardias. Sirvan como ejemplos los del chileno Vicente Huidobro (creacionista) o el del francés Guillaume Apollinaire (cubista) con sus caligramas, poemas visuales cuyos versos forman un dibujo. La imagen es el contenido mismo.
La literatura y la música han vivido hermanadas durante siglos. Así, las musas Calíope, Erato y Euterpe han posibilitado que Cervantes y Purcell coincidieran en una venta con desenlace de pentagrama, que el don Juan de Tirso de Molina sirviera de inspiración a Mozart o que Lorca y Camarón acabasen en la zambra cueva de Curro Albayzín.
Pero estas musas también son heavies. H. P. Lovecraft (Reckoning, de México, en «Cuentos y laúdes»), Poe (Opera Magna, Legado de una tragedia) o J. R. R. Tolkien (Saurom, Red Wine) son algunas de las figuras más reconocidas y admiradas por nuestras bandas.
No me quedo corto si afirmo que es posible estudiar Historia de la Literatura a través del heavy metal. Es más, me parece un recurso muy atractivo para el fomento de la lectura.
Tierra Santa nos habla de la «Biblia» en «Tierras de Leyenda» de «Sodoma y Gomorra»; de David y Goliath , en «Sangre de Reyes» («David y el Gigante»), y de Homero y su «Iliada» en «Caballo de Troya». También Warcry se adentra en la obra del bardo ciego con «El guardián de Troya» en «Alea Jacta Est».
Una época muy revisitada es la Edad Media. La figura del Cid es tratada por los ya mencionados riojanos Tierra Santa en su segundo trabajo, «Legendario», y también por los asturianos Avalanch en Llanto de un héroe (Cid).
Metalium, banda del tristemente fallecido Lars Ratz, titulaba «Revenge Of Tizona» al segundo corte del redondo «Hero Nation (Chapter III)» que, al igual que hicieran Tierra Santa, cuenta la leyenda en la cual el que en buena hora ciñó espada volvió a montar en Babieca después de muerto. Sus enemigos, al verlo, huyeron despavoridos. Este había fallecido en Valencia a consecuencia de unas fiebres muy altas.
Sobre la identidad de Rodrigo Díaz de Vivar se preguntan Purgatory’s Troop, aludiendo al rol de mercenario que le otorga la historia y del que huye la literatura.
En cuanto a la lírica, no hay que olvidar la literatura de los goliardos en grupos como Lèpoka, o Wild Chain («Rota Fortunae»), cuyas letras beben directamente de las fuentes originales. Que nadie deje atrás a «Wallada, la Omeya» (Saurom, «Once romances desde Al- Andalus») una de las poetisas más influyentes, la cual abrió un salón literario donde enseñaba poesía a chicas de todas las clases sociales.
Los siglos de Oro tienen al Lazarillo de Tormes y a El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha como protagonistas. La vida y adversidades del (no precisamente un) pícaro de Tormes es cantada por los gaditanos Saurom en su último trabajo, «Música» (2020).
Por otro lado, el caballero de la triste figura es celebrado en el disco La leyenda de la Mancha, por Mägo de Oz y por Brujería de manera bizarra conjuntando dance, techno y metal en su EP «Marijuana».
Antes de todo esto, Asfalto, en su disco homónimo de 1978, dedicaba a Rocinante una canción en la que el equino se presenta ante el protagonista flotando, y comienza a hablarle de cómo don Quijote, idealista al microscopio de Cervantes y de la crítica especializada, cayó en los brazos del sistema.
Barón Rojo, además de parafrasear el octosilábico comienzo del Quijote en su «Un lugar de la marcha«, recrearon en su portada el capítulo ocho desde el punto de vista de la ciencia ficción.
Igualmente, Óscar Sancho, cantante de Lujuria conduce en Mariskal Rock un programa de radio que tiene como protagonista al rocín flaco de nuestro hidalgo.
El Romanticismo supone un viraje violento en nuestras letras. Las reglas, característica del tan denostado XVIII dejan paso al individualismo, a la libertad. Se cantó a lo marginal, se miró a lo exótico. La canción del Pirata, de José de Espronceda es un claro exponente. Tierra Santa (otra vez) en el disco «Tierras de Leyenda» y Dark Moor en «Ancestral Romance» no solo plasmaron el rebramar del viento sino que consiguieron levantar de sus pupitres a toda una generación de estudiantes, cuernos en alto, desgañitándose verso a verso. Unos años antes, Lancelot, en su álbum «Desde la grada» (1989), toma, con algunas variaciones, las primeras estrofas del poema engarzándolas a un estribillo original que da nombre a la canción «Solo tú, solo yo».
El otro gran autor del Romanticismo español, con permiso de Rosalía de Castro, fue Gustavo Adolfo Bécquer quien aparece representado en El monte de las ánimas del disco «Once romances desde Al-Andalus», de Saurom.
La generación del 27 aparece representada en la figura de Federico García Lorca. De nuevo, los gaditanos Saurom en su disco «Once romances» nos presenta la canción basada en el famoso «Romance de la luna luna».
El argentino Jorge Luis Borges escribió el cuento «Tlön, Uqbar, Orbis Tertius», que apareció publicado primero en mayo de 1940 en la revista «Sur» y, después, en diciembre del mismo, en «El jardín de senderos que se bifurcan», corpus que acabaría formando parte de «Ficciones». Necrophliac, banda de death metal sevillana, se inspiró en una cita de ese relato en el disco «Chaopula, Citadel Of Mirrors». Sobre literatura hablamos con su vocalista Bongo aquí.
José Agustín Goytisolo pertenece a la Generación del 50. Uno de sus textos más conocidos es el poema “Palabras para Julia” al cual Los Suaves ponen música en «Víspera de todos los santos» (2000).
En Héroes del Silencio es posible encontrar versos de Benedetti, de Felipe Benítez Reyes, del premio Nobel Nicanor Parra, de Fernando Arrabal o de Antonio Gamoneda. Así lo recoge Fernando del Val en su libro «El método Bunbury» (Ed. Difacil, 2020).
Con Sabato, sus héroes y sus tumbas se atreven At The Gates en su trabajo «At War With Reality», de 2014.
Se quedan en el tintero de la melodía muchas bandas, autores y libros. Echo de menos obras clásicas como «La Celestina», o épocas como el Realismo (si las hay, las desconozco). Sabemos que es posible bucear en lo más underground y sorprendernos gratamente pero eso es otra historia, otro tiempo y posiblemente, empeño de otro autor. O no.
Autor de la entrada: A.Gil
Señor Gil , me ha encantado leer estas líneas y le ánimo a sondear en las más oscuras y olvidadas profundidades del heavy rock de nuestro país para descubrir grandes tesoros músico literarios. Dejaos guiar por el que camina solo hacia la única y pura verdad musical mesetaria .
¡Qué buen repaso, Sr. Gil!
Viendo los ejemplos que pones, resulta curioso hasta qué punto el dominio anglosajón ha relegado a las letras hispánicas prácticamente a los países que comparten la lengua de Cervantes.
Hay incontables ejemplos de grupos que basan sus letras en obras de la literatura anglosajona, de autores como Tolkien, Moorcock, Lovecraft… mientras que las obras de autores hispanohablantes son reinterpretadas y musicalizadas en la inmensa mayoría de las ocasiones por bandas españolas o hispanoamericanas, siendo difícil encontrar ejemplos de artistas de lengua extranjera como los que mencionas: At The Gates o Metalium, suecos y alemanes, respectivamente.
El Instituto Cervantes tiene mucho trabajo que hacer.
Así es. Resulta complicado encontrar bandas foráneas que dediquen letras a nuestra literatura. ¡¡Muchas gracias por sus palabras!!
Muchas gracias. Lord de la Meseta. Seguiré su consejo.