Ambicioso debut de Avaland
CRITICA LD
Material a pulir: AVALAND
Disco: “Theater of Sorcery” (2021)
Procedentes de: Grenoble, Auvergne-Rhône-Alpes (Francia)
Fundación: 2020
Estilo: Power Metal / Heavy Metal melódico
Discografía:
- “Theater of Sorcery” (2021)
Heli Andrea (Mobius/Olane) (voz, en el papel de Solveig Elweiss, la novia de Adam)
Emmanuelson (Rising Steel/Ellipsis) (voz, en el papel del Maestro de Hechicería)
Zak Stevens (Ex-Savatage/Circle II Circle/TSO/Archon Angel) (voz, en el papel de narrador)
Ralf Scheepers (Primal Fear/ex-Gamma Ray) (voz, en el papel de Aloïsius Jestens, rey de Avaland)
Madie (Nightmare/Faith In Agony) (voz, en el papel de ángel de la guarda)
Stéphan Forté (Adagio) (guitarra en «Gypsum Flower»)
Ayman Mokdad (Venus Syndrome/Alien Encounters) (guitarra en «Never Let Me Walk Alone»)
Virgile (ex-Rising Steel/Schräpnel) (guitarra en «Deja-Vu»)
Sello discográfico: Rockshots Records
Redes Sociales:
Web oficial: avaland-themetalopera.com
Facebook: Avaland
Instagram: @avaland_metal_opera
Twitter: @AvalandMetal
Autor de la reseña: El Puli de Cádiz

Creo que lo primero que llamó mi atención hacia este disco fue la participación de Ralf Scheepers en el proyecto, una Metal Opera llamada Avaland compuesta por un jovencísimo y poco conocido músico francés llamado Adrien G. Gzazz, que, además, canta las partes del protagonista principal de la historia y se encarga de los teclados. La discografía previa de Adrien G. Gzagg consiste en un par de EP’s con bandas de la zona de Grenoble. Cómo se ha liado la manta a la cabeza y ha montado una obra de este calibre con músicos de la talla de Zaher Zorgati, Zak Stevens, Stéphan Forté o el mencionado Ralf Scheepers es un misterio para mí, aunque imagino que se habrá dejado sus buenos euros y bastantes horas de trabajo en conseguirlo.
Bueno, otra cosa que llama la atención es la similitud del nombre con el de Avalanch; pero imagino que no habrá sido adrede.
Aunque el concepto de Opera Rock viene ya de lejos, de finales de los 60, con obras como «Jesuschrist Superstar», «Hair» o «Tommy», de The Who, el presente proyecto bebe más de las Metal Óperas como Ayreon o Avantasia, si bien se aprecia un giro más comercial, más moderno, en cierto modo. Musicalmente, el trabajo está bastante conseguido, aunque hecho falta algo más de caña en las estrofas de muchas de las canciones, en las que las guitarras suelen estar mudas mientras las voces se desenvuelven sobre bajo, batería y teclados. En cuanto a las letras, algunas palabras están acentuadas de forma extraña, para que entren bien en las melodías. Llamadme pejigueras, si queréis, pero yo veo que eso es un punto importante a mejorar.

«Theater of Sorcery» es el primer capítulo de una saga, de la que no sabemos cuántas partes acabarán publicándose. La historia que se desarrolla en este disco está ambientada en un reino imaginario llamado Avaland, amenazado por las fuerzas de la oscuridad. El protagonista, Adam Wilstorm, interpretado por Adrien, es un joven brujo que tiene que aprender a controlar sus poderes, ligados a la tormenta, para devolver la luz a Avaland.
Además del protagonista, los otros personajes que aparecen en la historia son su propia voz interior, que no es otra que la del vocalista de Myrath, Zaher Zorgati; el mejor amigo de Adam, interpretado por Jeff Kanji (de Seasons of Silence); la novia del protagonista, interpretada por Heli Andrea (Mobius, Olane); el maestro de hechicería, representado por Emmanuelson (Rising Steel, Ellipsis); el Narrador, que más bien sería un profeta, un antepasado del maestro de hechicería, papel que desarrolla Zak Stevens (ex-Savatage, Circle II Circle, Trans Siberian Orchestra, Archon Angel), el propio rey de Avaland, Aloïsius Jestens, papel a cargo de Ralf Scheepers (Primal Fear, ex-Gamma Ray); y el ángel de la guarda de Adam, cuya voz es la de la vocalista de Nightmare, Madie.
A todo este elenco de vocalistas, se suman Yves Campion (Nightmare, Archon Angel) y Cara (Eltharia) haciendo coros.
Aparte de vocalistas, también encontraremos solos de guitarra a cargo de músicos invitados como Stéphan Forté, de Adagio, Ricky Marx (Now Or Never, ex-Pretty Maids), Virgile (Schräpnel, ex-Rising Steel) y Ayman Mokdad (Venus Syndrome, Alien Encounters).
La banda en sí está formada, además de por el compositor, por los guitarristas Christophe Feutrier y Lucas Martínez, el bajista Camille Souffron y el Batería Léo Mouchonay. Tanto Camille como Christophe son miembros de Eyezery, banda en la que Adrien es cantante.
Por si el listado de músicos invitados fuera poco, la portada tampoco se queda corta. El arte corre a cargo de Stan W. Decker (web oficial) que ha trabajado previamente con grupos como Dragonforce, Impelliteri, Rage, Jorn, Kiske/Sommerville, ADX, Mystic Prophecy, Place Vendome, Primal Fear, Ross The Boss, Serious Black, Stryper, Timo Tolkki’s Avalon, The Ferrymen, Vanden Plas, Victorious, Allen/Lande, Allen/Olzon, etc, etc.

Ya va siendo hora de analizar las piezas que componen este primer capítulo de la historia de Avaland.
El disco da comienzo con la pista que le da título, «Theater Of Sorcery», que se inicia con unos teclados que imitan el sonido de una flauta y enseguida dan paso a las baterías, bajos y guitarras que acompañan a la melodía de teclados que nos introducirá ne Avaland. Adrien canta las estrofas sobre una base de bajo y batería con colchón de teclados, algo que se repetirá en más ocasiones a lo largo del álbum. Las guitarras entran en el puente, cantado por Emmanuelson, donde también es digna de mención la línea de bajo. El estribillo resulta pegadizo, con coros repitiendo las frases de la voz principal. Ricky Marx presta su talento para el solo de guitarra. La letra nos da la bienvenida a Avaland y a la historia que nos van a contar. Esta canción fue elegida como primer single. Podéis ver el vídeo más abajo.
El segundo corte, «Gypsum Flower», es el que presenta una ambientación más épica, por la utilización de modos exóticos, podríamos decir que árabes, tanto en los «psicodélicos» teclados de la introducción como en el riff inicial, con un «groove» bastante clásico, o en las líneas de bajo. Además, es el tema más extenso de esta obra, sobrepasando los 8 minutos de duración. En su desarrollo nos iremos encontrando con las voces de Ralf Scheepers, Emmanuelson y Zaher Zorgati, así como la colaboración de Stephan Forté a las guitarras. La letra nos presenta el problema al que se enfrenta el reino de Avaland: una roca, la Flor de Yeso, de la que emana la oscuridad. El Rey está muy preocupado, el Maestro de Hechicería recuerda que su antepasado, el Narrador, utilizó su magia para combatir este peligro, y Adam, el protagonista, nota una fuerza nueva en sí mismo: en sus dedos aparecen chispas cuando sopla el viento, y se pregunta si podría utilizar sus poderes en la lucha contra el mal que amenaza su tierra. Oyendo esta pieza, se da uno cuenta de aunque el inglés no es el punto fuerte de Emmanuelson, tiene una voz desgarrada y cálida, apta para cantar Hard Rock clásico, aunque en algunas de las canciones del álbum se descontrole un poco.
Las estrofas del tercer corte, «Let the Wind Blow», constan de una primera parte cantada sobre bajo, batería y teclados y una segunda mitad donde entran las guitarras. Heli Andrea, cuando sube y se pone operística, canta en tesituras cercanas a Tarja Turunen. En el puente se mezclan las voces de Heli, Zaher Zorgati, Jeff Kanji y Adrien acelerando la interpretación del diálogo entre el protagonista y sus amigos. El estribillo se muestra muy hardroquero y pegadizo. En el aspecto lírico, esta es la parte de la historia en la que Adam teme las consecuencias que pueda acarrear el uso de sus poderes, llegando a sentir miedo de sí mismo. Su amigo y su novia lo animan a que deje fluir ese poder, a que deje al viento soplar.
En «Storyteller» nos encontramos con un ritmo inicial muy Power Metal, si bien la estrofa que lo sigue baja algo las revoluciones y es cantada sobre acordes largos de guitarra. El puente, sin embargo, es Speed Metal, bastante disfrutable. Para el estribillo recuperan el riff inicial, resultando incluso memorable. El trabajo de Zak Stevens, que interpreta al Narrador (creo que más bien sería un profeta, pero esa es la traducción de «storyteller»), es bastante bueno, en mi opinión; tiene poco o nada que ver con Savatage, pero lo hace muy bien. El solo se abre con el bajo y luego se despliega sobre un ritmo de Speed Metal melódico de corte centroeuropeo. La letra nos habla de profecías del pasado de Avaland, a las que nadie hace caso, pero que serán la guía para evitar la tragedia que se cierne sobre el reino.
«Escape To Paradise», con la presencia de Zaher Zorgati y Jeff Kanji, tiene cierto rollo Hard Rock en las estrofas. El estribillo tira más hacia el Power Metal pero no es especialmente espectacular ni original. No me ha entusiasmado especialmente este tema. Tampoco sé si he interpretado bien la letra de este corte. Entiendo que se trata de una historia del pasado de Avaland, sobre un rey que abusó de su riqueza, convirtió al reino en un lugar yermo y baldío y se marchó buscando reconstruir su reino en otro lugar, una especie de tierra prometida.
«Holy Kingdom Of Fools» comienza con un riff sencillo pero muy efectivo. Las estrofas, que no son especialmente brillantes, representan un diálogo entre el protagonista y su amigo. El estribillo, por el contrario, me ha resultado bastante interesante, fresco y original. Es un Power Metal que me recuerda a algún tema de la primera época de Edguy, con una melodía muy pegadiza cantada a coro. Tras el solo de guitarra, los teclados hacen la melodía del estribillo sobre una base de bajo, pero ahí se desvirtúa un poco el tema: parece que estuviéramos oyendo al gitano de la cabra, si me entendéis. En el diálogo que mantienen el protagonista y su amigo, éste último habla de su intención de quedarse en esa especie de tierra prometida que se describía en la canción anterior (el reino sagrado de los locos), mientras Adam le recrimina su decisión. Más abajo tenéis el vídeo clip.
Un riff de Heavy Metal clásico, con un cierto colchón de teclados, da inicio a «Never Let Me Walk Alone». Un solo nos introduce en la primera estrofa, que es prácticamente una balada, que evoluciona hacia un Hard Rock bastante tradicional, manteniendo esa tónica en el puente y el pegadizo estribillo. El solo de guitarra de Ayman Mokdad se desarrolla sobre un ritmo muy clásico, sin pretensiones, mientras la batería va haciendo el crescendo. La letra describe cómo el ángel de la guarda del protagonista le habla y le dice que nunca lo dejará solo y que tiene que continuar porque, según la profecía, sólo sus poderes podrán salvar Avaland. Adam muestra preocupación porque sus hechizos no parece que funcionen.
«Deja-Vu» es la siguiente canción con la que nos encontramos. Y un deja-vu es lo que sentimos al oír el primer riff, puesto que es el «Man On The Silver Mountain» con una ligera variación al final del segundo compás. ¿Es un homenaje a Rainbow? ¿Llamaron al tema «Deja-Vu» porque les sonaba el riff y no sabían de qué? Habrá que averiguarlo algún día. Después de ese «momento Ritchie Blackmore«, se emplean otros ritmos para las estrofas, que representan el diálogo entre Adam y el maestro de hechicería, interpretado por Emmanuelson. Por su parte, el puente va cantado sobre una línea de piano. El estribillo es, de nuevo, hardroquero y muy pegadizo, no en vano va sobre el mencionado riff que escribió Mr. Blackmore hace tantos años. El solo corre a cargo de un tal Virgile. En esta parte de la historia, Adam visita al maestro de hechicería, que resulta ser quien siente un deja-vu al tomarlo como aprendiz.

Un arpegio de piano nos introduce en la balada «I’ll Be Ready For Your Love», que describe cómo el protagonista y su novia se echan de menos mutuamente. Heli Andrea no toma realmente protagonismo hasta la primera vez que se canta el estribillo, si bien hace coros en las dos veces que se repite el puente anteriormente. Cantan la última estrofa a dúo, y ahí Heli sí que tira más hacia su registro de soprano.
En «War Of Minds» recuperan la velocidad, al menos en los momentos iniciales, ya que las estrofas son más pausadas, como a medio tiempo, en comparación; pero al menos van sobre un riff de guitarra y no sobre bajo y batería solamente. Ahí el Sr. Zorgati sí que suena a sí mismo. El estribillo es bastante bueno, con la dosis adecuada de épica. La letra describe la lucha interna del protagonista; Su voz interior, o más bien su demonio interior (Zaher Zorgati), está llena de temores e intenta hacer que abandone, mientras que su ángel de la guarda (Madie) le da ánimos para sobreponerse a esos miedos.
El final épico que una Metal Opera necesita viene de la mano de «Rise From The Ashes», donde participan todos los vocalistas que han ido apareciendo en el resto de canciones. El estribillo es sencillo y repetitivo, pero resulta efectivo, sobre todo por las guitarras que lo acompañan. El único punto negativo de la canción es la intervención de Emmanuelson, cuando pronuncia «let’s finish» como aguda en lugar de llana para encajarlo en la melodía. Llamadme pejigueras otra vez, pero me matan esas cosas. La canción nos relata que el protagonista vuelve a su hogar, ya preparado, conociéndose a sí mismo y listo para enfrentarse a su destino. Su amigo también regresa, tras su periplo por esa especie de reino de los locos (que podríamos asemejar a la tierra de los lotófagos de la Odisea). Abajo os dejamos el «lyric-video» de esta canción.
En definitiva, Avaland se ha presentado al mundo con un debut notable y muy ambicioso, en el que los jóvenes galos muestran un gran potencial, lastrado un tanto por los aspectos que ya hemos comentado, a pesar de los cuales les auguro un gran futuro, porque se les ve capacidad para crecer compositivamente.
Recomendado para amantes del Power Metal más melódico y para aficionados a las Metal Operas.
Gran trabajo exhaustivo y muy profesional, mi en hora buena. Más quisieran hacer este tipo de análisis a este nivel en otras web con supuesto más renombre . Ouhhhh yeahhhhh . Larga vida a Ñu
Muchas gracias, Íñigo.