[Para comentar este corte voy a traer una colaboración especial, la de Pablo González Tejero, profesor de Lengua y Literatura en el IES Giner de los Ríos de Alcobendas (Madrid), quien tiene un canal de Youtube especializado en análisis literario y musical, y que realizó un vídeo diseccionando este tema desde sendos aspectos. Abajo tenéis el mencionado vídeo, mucho más clarividente, aunque aquí os dejo una reflexión que me llamó la atención y que creo muy certera.
Sentencia Pablo González que “hay un intento en bastantes canciones [del álbum] de personificar la nocturnidad [la oscuridad], la maldad, en una mujer, voluptuosa, erótica que ejerce un poder magnético sobre aquel que se acerque a ella, una especie de terror reverencial y todo ello, con los recursos musicales y literarios adecuados, recrea un pasaje apocalíptico y de imprecación, deseo de mal.” Para ello se ayudan, como bien explica Pablo, de referencias a seres mitológicos, demoníacos (Saturno, Kraken…) y femeninos (Lillith, Venus, Selena…), alusiones a plagas que traigan el caos, a la destrucción del cielo, etc.]