Soplete en vivo: Storm en Sevilla. (Centro Cultural de la Villa – La Rinconada, 13 de diciembre de 2024
El elixir de la Eterna Juventud existe y Storm dan fe de ello.
Que los Storm son una leyenda lo saben en todos lados; y un grupo infravalorado totalmente, ya que el espectáculo que dan cada vez que se suben a las tablas sería para hacer sold-out en salas de gran capacidad. Pero disfrutarlos en un recinto sentado (cosa que no me gusta en demasía), repleto de caras conocidas tampoco estuvo ni mal. El sonido fue perfecto; la escenografía muy completa con la proyección de videos e imágenes de toda la historia de la banda continuamente, el inicio con la performance de las monjas que se exhiben en la portada del último álbum objeto de la presentación de esta noche; la aparición de un robot gigante en un par de ocasiones, y bengalas que dieron un aspecto visual bastante chulo al evento.

Ángel no paró de tirar jeringuillas con muestras de elixir de la eterna juventud, y lo cierto es que debe de funcionar aunque no sepamos los secretos de su composición, pues como los buenos vinos, mientras más años pasan, mejor tocan y más nos hacen vibrar.

Siendo totalmente sincero, después de unas primeras escuchas de su «Eternal Youth» hubo ciertos aspectos que no me llenaron del todo, pero tras ejecutarlo al completo en vivo, tengo que decir que encastran a la perfección con sus temas más populares. El rollo hard rock setentero con presencia de Hammond y guitarras con afinación clásica te eleva a otro nivel.

A estas alturas huelga decir de la calidad de semejantes músicos, y si le sumamos profesionalidad a raudales, siempre comandados por su capitán Ángel Ruiz (gran guitar-hero), compartiendo protagonismo con todos y cada uno de sus miembros, ya que todos tuvieron temas como cantantes solistas, hicieron coros e interludios con sonido añejo llevándolos a una actualidad muy viva.

Creo que a estas alturas todos conocemos la formación: Ángel Ruiz Geniz (guitarra y voz), Diego Ruiz Geniz (batería y voz), José Ramón Torres (bajo y voz) y Manuel Muriel Rivas (teclados y coros).
Se abrió el telón y las monjas de la ilustración de su más reciente obra, dieron paso a la proyección del video completo de “Experiencia Completa”, el cual a su vez sirvió para dar paso a los grandísimos Storm. Como he mencionado, sonaron todos y cada uno de los cortes de éste trabajo (deberían aprender muchas de las vacas sagradas que sacan nuevos discos como escusa pero que son meros posavasos), mezclados con sus grandes «hits». «I Don´t Know», «Woman Mine», «El Día de la Tormenta» (regrabado para la ocasión dándole nuevos matices); menciones para miembros fallecidos y el homenaje a su anterior mánager («Fernández de Córdoba); «Ciberdream», «Trilogía».. más de dos horas y cuarto de show inmaculado, donde tuvimos de todo. Partes progresivas, metal neoclásico, hard rock de la vieja escuela y rock´n roll.

La traca final vino como no en la parte final con los duelos entre la guitarra y cada uno de los instrumentos que estaba encima del escenario, sumándoles el mítico solo de Ángel tocando la guitarra con un vaso, con los dientes y con cualquier parte de su cuerpo si se lo propone; y el de Diego saliéndose de la batería (literalmente).
Hubo detalles dignos de mención como que estaba prevista la presencia de Manuel Martínez (Medina Azahara) para colaborar como en el disco en el tema «No es el final» pero no pudo asistir por problemas familiares; en «Amigo Joe» (sonó fantástica) volvió a salir el robot gigante el cual nos puso en tensión (los que estuvimos allí sabemos el porqué); que Ángel rompió una cuerda de su guitarra, cambiando rápidamente por otra y afinándola durante la ejecución del tema (¡que crack!); y que justo ese día se cumplía 50 años (ni más ni menos) del día que telonearon a Queen.

Una noche mágica de nuevo la que nos dejaron estos eternos jovenzuelos. Al finalizar su extenso show, no tuvieron el menor problema en firmar discos y echarse fotos con todos los fans que se lo pedimos; y es que, aún siendo unos músicos de nivel estratosférico, son muy buena gente que rebosan amabilidad y cercanía. ¡Grandes encima y debajo del escenario!
Texto y fotografía: Javier Barrera (JB)
