Fiesta Juglar en Jaén

Emoción a flor de piel

Soplete en vivo de Reino de Hades + Saurom en Jaén (Sala Kharma), el pasado 26 de octubre de 2024.

JOS y PLK se fueron soplete en mano, hasta Jaén, para vivir el reencuentro tras más de veinte años de Saurom con sus fans jiennenses, acompañados por Reino de Hades. Y ni la lluvia, ni el frío, pudieron con la fuerza y la ilusión arrolladora que se desató en la Fiesta Juglar que vivimo

     Como dijo Migue durante el concierto, no tocaba Saurom en Jaén desde hacía más de 20 años. Y fue como invitados en un Manga Fest, no en una sala ni un festival de rock o heavy. Su trenza morena ya no le adorna la cabeza, y ahora, seguro que tiene más canas, pero tanto él como el resto del grupo demostraron que acudían con las mismas ganas y muchísima más experiencia.

Pero no adelantemos acontecimientos, y vayamos poco a poco…

La previa

De casualidad, pero...

     Tras tomar posesión de la modesta habitación que habíamos pillado para pernoctar, cercana a la Sala Kharma, y por casualidades de la vida, buscando dónde comer en los alrededores de la Sala dimos con la Arrocería Cervecería La Victoria. Una carta sugerente y los premios acumulados a su chef por sus arroces, nos hicieron decidirnos a entrar.

Y sin esperarlo, dentro nos encontramos con miembros de Reino de Hades, que habían reservado para comer allí. La camarera que nos atendió, que volvimos a encontrar esa noche en la Sala Kharma ejerciendo de fotógrafa oficial y encargada de la tienda de merchan de la banda, nos proporcionó una mesa pese a la alta ocupación del local y nos dispusimos a comer.

Pero apenas pudimos dar el primer sorbo a la cerveza, cuando nos sorprendió la entrada de Narci, Josele, Santi, Raúl y Antonio en el local. Sus caras de sorpresa nos obligaron a jurarles que no eran víctimas de acoso. Luego entró también el resto del equipo, y finalmente Migue y también todos los componentes de Reino de Hades.

Así que ahí estuvimos, comiendo con la música de Saurom en la televisión de la cervecería, sus voces al otro lado riendo los chistes de Joselito (¡qué maaaaalooooos!), y un poco apurados ante las muestras de cariño de los miembros de la banda cada vez que pasaban junto a nosotros.

El día no pudo empezar mejor, y lo rematamos haciendo lo que está mandado. Un buen café con tartas caseras en un local cercano, Machiato Caffé (que no os podéis perder), y unos tragos digestivos bien cómodos en el parque de enfrente, en un kiosko llamado Kabila Chill Out, que es una auténtica delicia y a buen precio.

Ni el breve chispeo que se desató a continuación, pudo borrarnos la sonrisa de la cara, mientras nos encaminábamos hacia la creciente cola de juglares que ya esperaban ansiosos el deseado reencuentro.

Empecemos con Kharma
Curiosa disposición, pero con un buen sonido.

      Nada más entrar, estás en un pasillo. A la derecha, los puestos de merchandising, las barras, y una pequeña bajada hacia la zona central frente al escenario, que está al fondo del todo, a la derecha.

A la izquierda, unas escaleras que llevan a los baños, sin duda todo un reto para personas con movilidad reducida quienes, supongo, dispondrán de otro aseo en esa misma planta baja.

No os voy a engañar, la primera impresión fue algo inquietante. No demasiado grande el espacio justo frente al escenario, una sala muy alargada, las barras relativamente cerca de los músicos (con el tráfico que suelen congregar), pero sobre todo, el espacio para los músicos era realmente pequeño.

Conociendo el despliegue que suele hacer Saurom en sus conciertos, y teniendo en cuenta que Reino de Hades junta hasta ocho personas sobre las tablas, nos temimos que este concierto iba a ser menos sonado que cualquier otro de los que les hemos visto en esta gira de El Pájaro Fantasma.

Pero, por suerte, la sala cumplió a la perfección su función, y si bien (como puede verse en los vídeos subidos a Esquirlas de Metal TV, que también tenéis al final de este post), estaba llena a rebosar, y los grupos estaban algo comprimidos sobre las tablas, tanto la acústica como el ambiente que se creó entre el público y los grupos gracias a esta cercanía, fue algo mágico y difícil de olvidar.

Reino de Hades, anfitriones de lujo
Se nota la hermandad y el buen rollo a leguas

      Ya desde que coincidimos con ellos en el local donde comimos, se notaba que entre ambos grupos había un genuino buen rollo y una dinámica muy enriquecedora. Reino de Hades ve a Saurom como un modelo, un objetivo, unos referentes en su estilo. Y Saurom ve a Reino de Hades como iguales, compañeros, amigos. Y eso traspasa.

Los jiennenses, arropados por sus más allegados, que para eso jugaban en casa, sabían que su misión era calentar al público para lo que venía después, pero eso no fue una rémora para su espectáculo. Felices, sonriendo, disfrutando de cada acorde, fueron descargando un tema tras otro con solvencia y emoción, encendiendo al público en el proceso.

A nadie se le escapa que el momento álgido de su actuación fue la interpretación en directo de «Sueños Perdidos», el tema que tocaron para Mester del Juglaría, disco de celebración de los 25 años de los de de San Fernando.

Joe Fernández se empleó a fondo, disfrutándolo a tope, mientras Sergio Jiménez serpenteaba entre los demás miembros del grupo, apareciendo allí y aquí con su violín, mientras J. Antonio Valderas lo bordaba con la flauta. El público se vino definitivamente arriba, y ya no perdió esa energía en lo que quedaba de noche.

Hay que destacar el buen trabajo que han hecho con su Siete Runas, que tiene una escucha que engancha y un directo que convence. Una gran altura que nos hizo disfrutar de lo lindo y nos dejó con ganas de escuchar un par o tres  temas más de sus discos anteriores. Pero había que retirarse, como buenos anfitriones, habiendo cumplido con creces.

Estallido Juglar
Jaén no puede esperar otros veinte años a Saurom

      No hay nada como la música en directo. De cualquier forma de arte que conozca y disfrute, es sin lugar a dudas la más emocionante. Sin hacer de menos a ninguna expresión artística, un concierto no es algo que ofrece un grupo y un público lo disfruta. En un concierto, el público es parte del espectáculo.

Canta, corea, interviene en los temas con gritos, palmas y generando una energía increíble que llega a los artistas y los hace incrementar su entrega, emocionarse y ser también partícipes de ese disfrute colectivo, por más que ellos allí estén «trabajando».

Y cuando todo fluye, y el público nota que los que están en el escenario se estremecen y se emocionan, cuando su propia música les vuelve de esa manera tan explícita y comprenden que están llegando al corazón de todas esas personas que se agolpan ante ellos cantando y viviendo su música… ¡Ay, amigo! Eso no tiene comparación posible.

Pues eso justo es lo que se vivió en Jaén el pasado 26 de octubre de 2024. Veinte años o más desde que apareciesen por allí por última vez los juglares. Mucho ha cambiado el grupo, en aspecto y en registro musical desde entonces. Me atrevería a decir que la mitad de los que estaban en la sala no habían nacido aún cuando eso pasó.

Y ahí estábamos, con los vellos de punta como si no los hubiésemos escuchado nunca en directo, sintiendo cada canción como si fuera la primera o fuese a ser la última. Un espectador estaba tan emocionado cuando comenzaron a cantar «No seré yo», que empezó por llamar a Migue y cogerle del cuello y tocarlo berreando la letra a su lado, hasta que finalmente, acabó por subirse al escenario.

Al momento el personal de la sala hizo amago de ir a sacarlo, pero Narci los paró. El espontáneo acabó la canción en un dueto imposible, desafinando como un bellaco, pero feliz y emocionado como el que más. Migue lo despidió del escenario con una sentida frase «hay una canción para cada persona, y esta canción, era para él».

No sé si otro grupo puede llegar a tener ese grado de empatía con su público, su gente, sus juglares. Luego, Migue bajaría a participar del tradicional círculo juglar (circulito, dadas las dimensiones de la pista), y en todo momento se le vio pletórico, feliz, emocionado y disfrutando como pocas veces le hemos visto.

Del repertorio de la actuación comentaré que no sonó «El monte de las ánimas» ni se hizo el habitual parón previo con el montaje audiovisual, ya que la sala no permitía que se proyectase, y a la fiesta final, cantando «La taberna», se unieron los amigos de Reino de Hades, que ya se quedaron en el escenario hasta la foto final.

Da gusto pegarse el paseo a Jaén con previsión de lluvias, frío y a una sala pequeña en comparación con los grandes escenarios donde hemos visto (y vamos a ver Wizink Center mediante) a Saurom, y encontrarse de repente con uno de los conciertos más emocionantes que recuerdas.

Y esa misma semana volvemos a disfrutar de ellos en Sevilla, y posteriormente se los prestamos a los amigos asturianos y cántabros. Aún así, envidiaremos a los suertudos que puedan viajar en el crucero heavy en el que estarán embarcados un buen puñado de días y a nuestros hermanos de hispano américa, que los esperan reventando las ventas previas de «boletos» a finales de noviembre.

No saben cómo nos alegramos. El éxito para los que se lo trabajan, los que lo viven, los que lo aman y, sobre todo, para los que apoyan y tienden su mano a todos los que están donde ellos estuvieron hace no tanto, y luchan por seguir su senda. Tratándolos como iguales, como compañeros, como amigos y como familia, no como rivales. Porque en la música hay sitio para todos, como en la balsa de Rose. No seáis como Rose, sed como Saurom.

      Pero ahí no acabó la noche, no. De eso nada. ¡Quedaba mucho más!

Primero, el tradicional encuentro con los miembros de ambos grupos, que estuvieron por la sala charlando con todo el que quiso acercarse a saludarles, hacerse fotos y demás. Y luego, cuando parecía que todo había acabado, decidimos ir a un bar cercano a nuestro hotel, de ambiente rockero, y…

Cual no fue nuestra sorpresa, tras quedar gratamente sorprendidos por el ambiente, la música y la decoración del Café Bourbon Rock States, al ver aparecer de repente a los miembros de Reino de Hades casi al completo.

No pudimos evitar pedirles que nos firmaran la camiseta, con colaboración del camarero que es un tipo amable y enrollado, y echar un ratillo de charla con ellos.

Es increíble cómo pueden alinearse los planetas para que, en un solo día, todo cuadre a la perfección desde el primer al último momento.

Y bueno, eso que no quiero hablaros de los churros que nos apretamos a la mañana siguiente, antes de lanzarnos a la carretera, en el bar justo de al lado de nuestro hotel. ¡Si cuando estás de suerte, todo viene de cara!

En fin, que no podemos volver de Jaén con mejores sensaciones y más ganas de repetir, en cuanto nos cuadre una fecha y se organice un sarao.

Gracias a todos los que han hecho posible esta fantasía de expedición a este isla entre un mar de olivos, que nos ha dado tanta vida.

¿Más crónicas de conciertos? En nuestra sección Soplete en vivo.

¡Hasta el próximo metal-sarao, metal splinters!

Texto: JOS.

Fotos: JOS.

Vídeos: JOS. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *