Salduie. Verum Musica
Soplete en vivo: Salduie en Sevilla (Sala X), 08/06/2024.
Híspalis, nuestro pueblo, recuerda vuestro cantar.

Será esta una «glosa» atípica, breve e intensa del desembarco de los maños Salduie en Sevilla, antigua Ciudad de Híspalis, en una aventura de la que escaso eco previo tuvimos y a la que fuimos invitados por Vampire Productions, la agencia de la banda (gracias Jenny).
Fue un atraque esporádico, un ataque relámpago, una incursión que causó satisfacción, y en lo personal, salí muy contento de poder disfrutar de la propuesta singularísima de esta banda que seguramente se merezca más apoyo y atención.
Los ví en un Leyendas hace unos años, pero donde verdaderamente he apreciado su música y puesta en escena ha sido en sala.
Con algunas letras que se me antojan demasiado ajustadas a los ritmos y cadencias sonoras, sin embargo otras las advertí bien encajadas y sobre todo, pude constatar la calidad compositiva en el aspecto letrístico, con temáticas históricas centradas en leyendas de su tierra, Aragón, y con foco en su pasado celtíbero, todo bien engarzado, un gran esfuerzo porque son letras complejas con peso cultural muy a valorar.

Una voz principal, que creo recordar no tenía tanto protagonismo en los inicios de la agrupación zaragozana, o al menos era más compartido, guiará la senda del cierzo por la que transcurrirá este viaje. Muy seguro, convincente e intenso vi en todo momento al principal exponente vocal de la banda, muy bien complementado por la otra voz, una áspera, oscura, con guturales, salvaje.
Sin ser yo un fiel sedetano, sí que reconocí o identifiqué de alguna manera canciones como «Los fuegos de Belenos», «Sertorio», «Carus de Sekaisa», «Ambaxtos» o «Caído en combate», que si no me equivoco es un medio tiempo con tintes de balada, hermosa, con partes instrumentales bellas y logradas.

Otro corte que cayó fue «Devotio». Y mientras me sumergía en el universo de Ambaxtos y otras obras de estos íberos locuelos, caí en la cuenta de que el sonido estaba siendo pulcro, perfecto (así se lo hice saber al técnico de sonido que era el de la propia banda, con unas púas de EdeM de regalo)
Veía la batalla bien cerca y pude oír hablar de un dios de las tormentas y las guerras, una composición muy cañera, «Olíndico», con partes duras, alaridos y consignas salvajes, que fue muy bien recibido por la fanaticada de estos embajadores del mejor y más crudo Folk Metal, con sus dosis de melodía pagana.
Y ya acabando mi encuentro marcial con Salduie, porque abandoné la contienda antes de tiempo, sin un rasguño y enchido en lo espiritual, eso sí, una penúltima para mí «Descarnatio» y ya marché sonando de fondo «Numancia».
¡Resistí! ¡Resistieron!











Texto y Fotografía: Pablo Alarcón «Aliscar».