Rock Imperium 2 – Viernes y Sábado

Rock Imperium 2024:
Crónica del Viernes y el sábado.

¡Y aún nos quedan dos días más de festival! 

Las dos jornadas vividas no han mermado nuestra energía ni las ganas de conciertos, así que nos preparamos para seguir dándolo todo, pese al aviso de subida de temperaturas.

A partir de hoy ya contamos con más miembros de Esquirlas, los que nos permitió repartir las tareas y poder traeros impresiones de más grupos y mejores fotos. 

No dejéis de visitarlas, pues hay muchas buenísimas que os van a transmitir lo allí vivido, que fue mucho y bien.

¡Vamos a ello!

Conciertos del viernes

Phantom Excaliver

Estos locos japoneses...

Teníamos curiosidad por verles en directo y nuestras ganas se acrecentaron al conocerlos en persona, ya que los miembros de la banda estuvieron los cuatro días como unos espectadores más, hablando y haciéndose fotos con mayores y niños, desbordando simpatía, sobre todo su cantante, Kacchang

El público era escaso, pero no porque el grupo lo mereciera, sino por el sol abrasador que atacaba sin piedad a las 15:30, pese a ello, vivimos uno de los pogos más numerosos y potentes del festival.

Y ello es porque el concierto de los nipones pudo ser, fácilmente, el más divertido del festival, pues la arrolladora actitud de los Phantom Excaliver era algo que no podía dejar indiferente a nadie.

Y, desde luego, era de esperar, habida cuenta de que fueron los ganadores de la batalla de bandas del Wacken Open Air. Calidad tienen.

De su repertorio, destaco la divertidísima «Kanpai» que fue un auténtico trallazo que hizo colaborar al público integrándolo en la actuación y la versión de la banda sonora de Dragon Ball, «Cha-La Head-Cha-La» que, tras el reciente fallecimiento del creador de la obra, Akira Toriyama, fue un fantástico homenaje que hizo crear una muy bonita comunión entre los asistentes que, sobre todo a la vista de las caras de emoción que se acompasaban a la par de cantar a pleno pulmón la archiconocida canción. 

Un gran concierto, sin duda.

A.A.

Invicti

El Heavy Metal con bolas de acero viene de Sevilla

Aquí ya sabíamos lo que íbamos a ver, grupo de nuestra ciudad conocido por todos nosotros… o no… ya que venían con nuevo guitarrista que sustituía a Cassani y que nos dejó a todos con la boca abierta.

Y es que lo del joven Nono Suárez a la guitarra es una barbarie, sin menospreciar a Cassani, al que se echó en falta, pero que ha dejado un digno sucesor.

El combo completado por Dizzy Duarte a las voces,  Joey Vera al bajo y Marta Grimaldi a las baquetas, dieron un señor concierto de auténtico Heavy Metal en el tiempo que se les concedió y lo aprovecharon al máximo.

Sonaron «Riders of Death«; «Rock, Drink, and Fuck«; «Hall of the Mountain King«; «Balls of Steel» (increíble el riff y potencia de este tema); «Invicti«; «Heavy Metal Is Painful» y «Midnight Resistance«, de su magnífico disco debut y único hasta el momento.

Si no los habéis escuchado, os estáis perdiendo a la banda que podría sustituir a unos Manowar por ejemplo en un futuro (lástima lo difícil del panorama español en cuanto a despuntar). 

Si todavía no los conocéis; ¿a qué estáis esperando? ¡Other bands play, Invicti kill!

Hard Love

Otra ración de Hard-AOR elegante.

Si el día anterior la revelación fue Lonely Fire; en esta jornada tenía también mucho interés en estos Hard Love, pues más o menos se encuadran en ese Hard Rock melódico-AOR.

Los primeros temas me sonaron a unos primerizos Def Leppard, y es que hasta en imagen había ciertas reminiscencias a la banda británica; lo que es sinónimo de que lo que estaba pasando por mis oídos era calidad.

Muy buena actitud por parte de todos sus músicos. 

Guitarras cristalinas con melodías muy marcadas y siempre acompañados de teclados, que en alguna ocasión estuvieron un poco altos y tapaban demasiado al resto, que no restó para nada la excelencia de su actuación.

Murcia se está destapando como una cuna imparable de grupos melódicos (entre otros de estilo más duro) y cada año descubrimos un par de ellos rebosantes de calidad como el caso que nos ocupa. De nuevo, ¡una buena descarga de buen Hard Rock!

J.B.

Nestor

Las expectativas se cumplieron y superaron.

Había una expectación tremenda para ver a los suecos que lo están petando en el estilo hard rock ochentero; y aunque el calor era de justicia y encima salieron con veinte minutos de retraso (lo que hizo que recortasen su repertorio), era numeroso el público que se amontonó tanto al sol como a la sombra para disfrutar de una buena ración de rock melódico.

Y no defraudaron. Como si de una banda con un bagaje de décadas se tratase, se hicieron con el escenario llenándolo a base de continuos movimientos de todos y cada uno, incluido su animado batería. Estábamos asistiendo a una descarga de muchísima calidad.

Yo, en concreto, tenía dudas si su cantante llegaría a los tonos tan altos con los que trabaja en directo, y tengo que decir que me dio un zapatazo en toda la boca.

No se puede cantar mejor.

Y es que, además,  su frontman, mientras se recorre el escenario  interactúa con todos y cada uno de los integrantes de la banda.

«Kids in a Ghost Town» nos puso a tope nada más empezar, y a lo largo de su actuación «Victorious«, un coreable «Caroline» y «On The Run» nos iban llenando satisfactoriamente nuestros oídos y corazones.

Traca final con un apoteósico «Firesing» y «1989«. No hubo tiempo para las baladas y momentos mas relajados, pero al tener que acortar, nos dejaron auténticos cañonazos para que la espera y el calor hubiera merecido la pena.

Y mucho, por que fue otro de los conciertos top del día y del festival.

J.B.

Astral Valley

Sorpresa en el tercer escenario

El descubrir grupos en los festivales no es nada nuevo. Todos tenemos alguna banda que vimos por primera vez en tal o cual festival y nos cautivó.

Y a mí, Astray Valley, no es que me cautivara, es que con su directo me llevó por delante.

Había escuchado algunos de sus temas y los tenía en la hoja de ruta de grupos a ver el viernes, pero para nada me esperaba ver a una banda tan bien conjuntada, con una frontwoman como Clau Violette que se hizo dueña y señora del escenario y unos músicos acompañándola a las mil maravillas.

Me resultó cuanto menos curioso comprobar la ausencia de un bajo durante la actuación. No deslució para nada el trabajo a las cuerdas de Joan Vena y Adri Funerailles, especialmente en temas como «Darkest Times» o «Pray for the Devil«

Gozaron de buen sonido, que no todos los grupos pudieron decir lo mismo en el tercer escenario. Unai Splinters hacía tronar la batería mientras sonaba «The Hunger» o «Neon Misery» para seguir presentando el último disco Midnight Sun

Durante el bolo Clau fue intercambiando voces guturales con melódicas extendiendo su presencia en el escenario hasta dominar toda la planicie del tercer escenario. Es capaz de combinar fiereza y garra con momentos de fineza y ternura según el tema lo requiera. 

Un concierto muy bien trabajado por parte del grupo, donde la vocalista realizó pequeños cambios en su vestuario para acompañar la puesta en escena de la banda, remantando con una máscara dorada de un cráneo de ciervo (creo) y una túnica negra con capucha para cerrar el bolazo con «Negra Noche«.

Presente y futuro del metal español. ¡Larga vida a los Astray Valley!

A.P.

Beast In Black

Energía y buen rollo

Era viernes, iba a tocar Beast in Black y el cuerpo lo sabía… 

Y es que cuando se acercaba la hora la actuación de los fineses el corazón se me acelera, el vello se levanta y unas cosquillas suben y bajan por mi espalda, porque me declaro fan absoluto de la banda.

Son pura energía sobre el escenario. Cualquier concierto suyo es sinónimo de sudar la camiseta. 

Y allí en Cartagena con el Lorenzo pegando de plano desde la derecha más aún.

Empezaron fuerte con «Blade Runner«, el tema que abre su ultimo disco, con Yanis Papadopoulus corriendo de lado a lado del escenario y calentando esa garganta suya que cada vez que escucho consigue emocionarme. El trío de cuerdas compuesto por Kasperi Heikkinen, Anton Kabanen y Máté Molnár se juntaba en el centro de la escena para mover sus mástiles al compás mientras algún ventilador les mueve la melena.

Y Palokangas le daba a la batería como si quisiera reventar las baquetas.

No dieron tregua ni cuartel al respetable. Uno detrás de otra fueron cayendo los temazos con ritmos pegadizos y ese toque de electrónica tan característico de la banda. «Born Again«, «No Surrender» «Eternal Fire«… Y el público respondía al envite moviendo el cuello, subiendo los cuernos, desafiando tanto al calor sofocante como a los fineses a que continuaran con su espectacular bolo.

De allí no se movía nadie.

En la traca final con los clásicos de la banda «Blind and Frozen«, «Cry Out for a Hero«, la coreada «One Night in Tokyo» y por la esperadísima «End of the World» el griego echó el resto levantando gestos de admiración entre los allí presentes.

Un concierto que se hizo muy corto, y que recargó las baterías del personal para seguir dando guerra en el Rock Imperium.

A.P.

Accept

El Heavy Metal se hace así.

La máquina perfecta de heavy metal que son Accept, por más que los veas y a cualquier hora, en cualquier posición del cartel que toquen, dan una cátedra.

Este festival era una escuela del heavy metal auténtica, y si ya dieron lecciones magistrales Halford, el alumno más aventajado, Sammet y más tarde le tocaría a Byford; pues llegó la hora de otro de los grandes.

Wolf Hoffmann, quien a pesar de sus 60 tacos, tal y como los anteriormente nombrados que son de su quinta (o más), da una master class de cómo se hace heavy metal.

Y sí, me repito en en esto, porque creo que así se resume un concierto de Accept.

Empezar con un tema de nuevo cuño,»The Reckoning«, es decirnos a todos: ¡Eh! Sabemos que queréis clásicos, pero es que… ¡Todavía sacamos buenos discos!

Y a partir de ahí temas clásicos mezclados con otros más recientes, «Living for Tonite«, «Midnight Mover«, «Princess of the Dawn«, «Metal Heart«, «Fast as a Shark» y el final «Balls to the Wall«, entremezclados con «Zombie Apocalypse«, «Teutonic Terror» o la fantástica «Pandemic» que ya es un nuevo infaltable en el repertorio del combo alemán.

Mark Tornillo ya está tan bien acoplado a la banda que no echamos de menos al entrañable abuelo, y su voz nos corta como un cuchillo. 

Disfrutaron de un sonido nítido y contundente, por lo que nada más que añadir.

¡Cómo nos gusta!

J.B

Saxon

El águila voló sobre el castillo del Imperium.

Tras el paso de dos de los lores por excelencia del Heavy Metal por el escenario del Rock Imperium; Mr. Halford y Mr. Hoffmann, turno para otro de los grandes: Mr. Byford.

Y si ya con otros grupos había hablado de presencia y chulería en el escenario por parte de sus cabezas visibles, a eso no hay quien le gane al rubio y veterano líder de Saxon.

Al igual que Judas, comenzaron con el tema que abre su último disco: «Hell, Fire and Damnation» lo que viene a decir en ambos casos es que estamos muy vivos y que seguimos haciendo buenos discos. Pero qué queréis ¿Clásicos? pues ahí va «Motorcycle Man» con su silbido más vacilón imposible y «Power and the Glory«.

Para seguir defendiendo su último trabajo a continuación sonó «Madame Guillotine» y hasta ahí.

No os voy a nombrar todos los temas que tocaron porque ya sabemos lo que hay; clásicos atemporales sonando como un cañón aderezado con fuegos, castillos de colores y el águila que bajó y voló varias veces por el escenario.

Espectacular.

Y lo que mas me emocionó, aunque no más que al coprotagonista de la historia seguro; fue cuando Byford con su chulería (me repito pero es que no hay otra definición que lo describa mejor) le dijo a uno de la primera fila: «Give me your jacket», y resulta que era un chaleco-altar a Saxon con todas las portadas, parches y chapas de la banda. Una autentica joya.

Pues ahí que se la plantó para cantar todos los temas hasta llegar a los bises.

Imaginaos la cara del dueño de tan preciada prenda.

Pues no era nada, porque con la misma Actitud (en mayúsculas) que agarró  el chaleco, se lo quitó, lo firmó, y se lo lanzó para hacérselo llegar a este hombre; el cual ya no era persona. Se leyó en sus labios entre lágrimas un perfecto:¡¡¡»Host** Put*!!! ¡Brutal!

¿Os pongo los temas para acabar el bolo? «Denim and Leather«, «747 (Strangers in the Night)«, «Wheels of Steel«, y para los bises «Crusader» con un emotivo video repasando todos las portadas de sus muchos trabajos en estudio y el cierre con «Princess of the Night«.

Sin aliento. Toda la banda es una máquina prefecta de heavy metal. ¡Saxon mandan!

J.B.

Y parte de los redactores de EdM nos van a odiar toda la vida por no haber aguantado hasta que la tormenta nórdica de Emperor nos arrasase del todo.

Pero, después de tan larga y calurosa jornada y teniendo que esperar todavía 20 minutos hasta el comienzo; creo que no hubiésemos hecho ni una crónica decente; así que nos retiramos para coger fuerzas y abordar el último día. 

Conciertos del Sábado

Ahora sí:

Llegamos a la recta final y no podemos flaquear.

Nos levantamos temprano para hacer un poco de turismo por la zona del puerto y llegar a tiempo al último concierto que se celebraba en la Plaza del Rey, el grupo local, Ángel Negro.

Angel Negro

Juventud y garra

Los cartageneros Ángel Negro jugaban en casa en el único concierto que pudimos ver, por cuestiones logísticas,  en el escenario situado en la Plaza del Rey en relación a una serie de actividades alternativas (y muy interesantes)  a los conciertos del recinto que fueron planteados por la organización del Rock Imperium, cosa que se notó en la asistencia de público ante un implacable sol de sábado.

La joven banda fue un grato descrubimiento para un servidor, pues su sonido, cercano al metal melódico y el power metal sonaba fresco, reivindicativo y moderno.

La banda sonó compacta y el acierto de que bajo, guitarra y batería fueran acompañados por un teclado, daba profundidad en sus composiciones, que sonaron bastante bien, pese a tratarse de este escenario, más pequeño, pero que desempeñó bien su propósito.

Me quedo con la sensación de que podría haber sido más aprovechado para más bandas nóveles, pues la plaza era bonita y el ambiente agradable.

Un concierto, en definitiva, condensado pero con buenas canciones, de los que destacamos «Tormento Eterno«, un tomazo con todas las letras que proalmente, fue de los más coreados del recital.

Como «para muestra un botón», os dejamos grabación de los Ángel Negro para que disfrutéis de su buen hacer.

Os seguiremos la pista de cerca, chavales.

A.A.

Cobra Spell

Picadura venenosa

No tengo claro como hubiera sido la última jornada del Rock Imperium, habida cuanta del cansancio acumulado si el inicio de la misma no hubiera estado acompañado por el frenético y “buenrollista” heavy metal de las Cobra Spell.

Pura actitud adrenalínica fue lo que nos regaló esta banda compuesta íntegramente por chicas que saben dar caña de una forma espectacular.

La versatilidad y buen hacer de Sonia Anubis a las guitarras, que se comporta como una auténtica “lagartija” en el escenario sin dejar de moverse, es del todo adictiva.

Pero es que Kris Vega a las voces no se queda atrás. Potencia en toda regla y unos registros que te dejan asombrado.

Angelina, Noelle y Jess, en sus respectivas posiciones no dejaban de sonreír en toda la duración del bolo y, eso es una cosa que se agradece siempre, pero más aún en los primeros compases del sábado de festival con una tórrido calor que era casi insufrible. Se ve una banda compacta.

Aquí abajo os dejamos para vuestro disfrute el tema con el que cerraron, “Addicted to the Night”, para que os hagáis una idea de como suenan estas chicas. ¡Brutal!

A.A.

Lovebites

Lección japonesa de Power Metal

Y es que, el inicio del último día del Rock Imperium 2024 estuvo completamente comandado por grupos conformado por chicas.

En el caso de las niponas, que lucían absolutamente espectaculares con sus indumentarias de tonos blancos, no dejaron indiferente a nadie.

Su imagen dulce contrastaba con la caña de sus riffs y la actuación soberbia de su frontwoman Asamique hizo un alarde de potencia y versatilidad que, sinceramente, dejaba con la boca abierta en ciertos pasajes.

Lo exótico de su propuesta era un añadido a un buen power metal, manufacturado en el país del Sol Naciente pero que nos parecía, a la vez, cercano y moderno.

No podemos dejar de destacar trallazos como «Stan and Deliver» o «The Hammer of the Wrath» entre un repertorio que se nos hizo, a la vez, corto e intenso. Sí, éste es un grupo de contrastes.

Y nos enrollaríamos mucho más hablando sobre ellas, os lo garantizo, porque fue uno de los mejores conciertos de la velada pero, en orden a no alargarnos, no podemos dejar esta entrada finalizada sin poner el acento en el buen hacer de Haruna a la batería. 

En serio. Si tenéis oportunidad de ver a Lovebites, no quitadle ojo a la baterista.

A.A.

Glasya

Un inesperado descubrimiento

Volviendo a la zona de comida después de disfrutar de la refrescante descarga de Lovebites, cuando casi estábamos llegando, una voz casi celestial llegaba a nuestros oídos desde el tercer escenario.

Eran los portugueses Glasya. El público, no demasiado numeroso, se amontonaba en el lado derecho bajo la sobra de la carpa, por lo que fue fácil llegar hasta las soleadas primeras filas del lado izquierdo para enfrentarme a la magnificencia de la garganta de Eduarda Soeiro.

A pesar de llegar pasada la mitad del concierto la soprano me impresionó con la claridad de su voz y la presencia que gasta en el escenario. Esto aderezado con unas guitarras potentes, melodías orquestales y unos toques arábigos en algunos temas convirtieron a esta banda nacida en 2017 en el que para mí ha sido el descubrimiento del Rock Imperium.

Fue corto, como el destello de una estrella fugaz que te cruzas en la noche, pero igual de hermoso. Si tenéis la oportunidad de verlos, no lo dejéis pasar.

¡No os arrepentiréis!

A.P.

Riot City

Ración de Heavy Metal Old School.

Bastante público en el tercer escenario para presenciar la descarga de estos heavys clásicos procendentes de Canadá llamados Riot City.

Y lo de clásicos es por su sonido, a caballo entre Dio, Queensryche, y toques NWOBHM .

Sus temas derrochan energía, y la banda acompaña a ello pues no pararon de moverse, intercambiar posiciones, poses y el batería pegándole a gusto a los parches.

Temas afilados y frenéticos como «Warrior of Time» y «Eye of the Jaguar» dejó a la audiencia más que satisfecha.

El sonido en general fue bueno quitando algún momento de barullo; aunque me resultó un poco chillona la voz de su cantante en directo, pero como buen Heavy metal old school que practican, eso es así. 

J.B.

Warlock

¡A Doro se le respeta!

A Doro y sus Warlock ya no los vamos a descubrir a estas alturas.

Entre tanto «lord» del heavy metal en este festival, no podía faltar la REINA (con mayúsculas).

Ni un pero a nuestra «ídola» rubia con la que hemos crecido, la hemos tenido en nuestras paredes y hemos forrado carpetas.

Aunque haya  disfrutado con ella infinidad de veces, ese telón con la portada del «Triumph and Agony» invitaba a la mejor de las fiestas. «I Rule de Ruins» no es mal comienzo; pero continuar con «Fight for Rock» y «Burning the Witches» es aún mejor. Todos los músicos se veían motivados, pero lo de Tommy Bolan no era normal.

Cogió a Doro a hombros, volteó su guitarra arriba y abajo, hizo toda clases de posturas y flexiones…Vamos que estoy seguro que del concierto se fue al fisioterapeuta del tirón.

Cayeron (casi) todos los grandes clásicos, incluidos «Für Immer» y «All We Are«, con ese final alargado hasta la saciedad para que el público coreara.  Pero me quedé con un sabor agridulce. Primero, por no escuchar «Kiss of Death» que es mi tema favorito del álbum al que se le dio más cancha. Especialmente porque con Doro siempre suena.

Y, aunque «All for Metal» sea un temazo y quede genial para acabar, meter esa versión de «Breaking The Law» en medio no lo entendí.

Si hubiese habido alguna colaboración (también esperaba algo más en este sentido en todo el festival, dada la cantidad de «viejos» conocidos que se dieron cita), pues entonces, sí; pero dejarse atrás temas propios muy buenos, pues no me cuadró.

Salvo estos pequeños detalles, ni un pero.

Se dejaron la piel , tocaron fabulosamente y fue un show muy interactivo con el público. ¡Larga vida a la Reina del Metal!

J.B

Yngwie Malmsteen

¿Queréis escuchar escalas?

Voy a escribir sobre Yngwie tanto como fan (tengo todos y cada uno de sus trabajos en vinilo, cds, dvd, e incluso algunos VHS), tanto como espectador.

Y es que, para mí era cita obligadísima el asistir al concierto de principio a fin, lo he dejado claro.

Si no eres seguidor acérrimo o simplemente «te gusta algunos temas», sobre todo de su etapa más hard rockera de los primeros noventa; si vas buscando eso, te has equivocado de sitio.

Los conciertos del sueco hace tiempo (mucho) que son un ejercicio de lucimiento personal y egocentrismo sin límites.

Ya incluso antes de despedir a los vocalistas los maltrataba en el escenario (y mira que los ha tenido buenos); así que ahora la banda, ahí en una esquinita, y dejadme que voy para ofrecer todo mi repertorio de escalas y arpegios a la velocidad de la luz, lanzar más púas que nadie y hacer todas mis posturas.

«Rising Force» es un temazo, y escucharlo para abrir a tan magno guitarrista pues que queréis que os diga; me pone.

A partir de ahí , sinceramente, con los discos tan buenos que tiene, podía hacer un repertorio más «comercial» y no tan de lucimiento.

Pero es lo que hay… y lo sabes.

«Far Beyond the Sun» añadiéndole un final de  «Bohemian Rhapsody» quedó espectacular, «Trilogy (Vengeance)» y el final «Black Star» no podían faltar por supuesto; pues fueron tres temas que crearon una escuela y motivo para muchos guitarristas de aprender otra forma de tocar.

«Seventh Sign» y «You Don’t Remember, I’ll Never Forget» fueron dos de los temas que sonaron más amables para los no amantes de las viguerías guitarrísticas, aunque entre las que canta el propio Yngwie y las que deja cantar a su teclista, Nick Marino se echa mucho en falta un vocalista.

Mención especial para éste último, pues no tiene que envidiarle nada a Yngwie con los dedos. ¡Vaya como toca!

En fin, mucha gente huyó a la quinta o sexta subida y bajada de mástil, pero yo que queréis que os diga, ¡es Yngwie Malmsteen y lo volvió a demostrar!

J.B

The Darkness

Cierre excepcional para el festival

Después del bajón que supuso para algunos Yngwie, cuarto día de festival, último grupo y algún que otro recuerdo de anteriores descargas no muy afortunadas de The Darkness; no las tenía todas conmigo de aguantar hasta el final.

Pero es lo que tiene el rock´n roll. Cuando se ataca el escenario con esos ritmos a lo AC/DC como es «Black Shuck», pues te vienes arriba y ya no paras de bailar hasta el final.

Y es que esta vez sí; las huestes de los hermanos Hawkins hicieron un show enérgico e impecable.

El sonido genial, repartiéndose riffs y solos entre los fraternales miembros, arropados a la perfección por la base rítmica formada por Frankie Poullain (bajo) y Rufus Tiger Taylor (batería), éste último por cierto no puede negar quien es su padre tanto por la forma de tocar ni por su físico.

Sonaron «Growing on Me», su mega éxito «One Way Ticket», y para «Givin’ Up» ya todo el mundo estaba bailando y cantando ese «uo, oh, oh, oh, oh, oh, oh», incluido quien les habla.

Todavía estoy tarareando su estribillo y es que, indudablemente, era lo que necesitábamos a esas alturas del fin de semana. Buen rollo y actitud por doquier.

Se permitieron hasta un momento más íntimo con «Love Is Only a Feeling», y aquello sonaba tan bien que supo a gloria.

Vuelta a moverse con otro de sus mega hits, «I Believe in a Thing Called Love» (con intro de «Inmigrant Song») y para terminar, un grueso «Love on the Rocks With No Ice».

Destacar la actitud de toda la banda, pero sobresaliente para Justin Hawkins, que sacó todo su repertorio como vocalista y guitarrista, dándolo todo. Piruetas, patadas a las púas para cogerlas en el aire, saltos…Un showman de primera.

¡Un gran cierre por todo lo alto para un gran festival!

                                                                                                                                                                          J.B.

Se tenía que decir y se dijo.

Porque un festival es mucho más que conciertos, aunque sean lo principal, nos gustaría comentar otros aspectos que hemos considerado importantes.

Y no podíamos empezar con otra cosa que no sea el servicio de limpieza, excepcional por encima de todo, en lo profesional y en lo personal.

Hemos estado en muchos festivales, nacionales e internacionales, con más o menos limpieza, con personal presente durante los conciertos, o sin limpieza alguna, pero jamás hemos estado en unos baños portátiles que se mantuvieran perfectamente limpios durante todos los días y a todas horas, limpios como el primer día.

Baños en los que no temías si la chaqueta se te caía al suelo y en los que en todo momento contaban con varios rollos de papel higiénico y con agua para lavarte las manos, cara o simplemente refrescarte en las horas más tórridas del día. 

Y lo que aquí comentamos puede sonar a que es lo mínimo o lo básico a tener en cuenta, pero en muchos sitios se olvidan de ello y prefieres aguantar y buscar un sitio fuera antes que usar esas cabinas infernales.

Las mujeres del equipo de limpieza estuvieron los cuatro días dejando aquello en un pulcro estado de revista y siempre con una sonrisa, todas ellas, amables y atentas, desde que se abrían las puertas hasta que, ya echada la noche, sonaba el último acorde de guitarra.

También destacar el número de baños distribuidos por todo el reciento y que hacían que el hacer cola no fuera una tortura y te perdieras a algún grupo, ya que las colas se formaron en contadas ocasiones, transcurriendo todo de manera muy fluida. 

Y de las no colas en los baños, a las no colas en las barras de bebida.

Igualmente, la distribución y la eficacia del numeroso personal hacían del trauma de pedir una experiencia gratificante al tener tu bebida en la mano en cuestión de segundos. Pero aquí sí que tengo que quejarme, yo, como Mia Wallace, y es que, que sí, que la cerveza está muy bien, es muy de heavy ¿¿pero y el Jack Daniels?? ¿Eh? ¿El bourbon? ¿Dónde están?, me pareció que contaban con una variedad de bebidas espirituosas muy pobre.

Y de la bebida, nos vamos a la comida, parte esencial en un festival si no quieres desfallecer entre pogos y cabezazos.

La zona de comida se encontraba bajo una carpa en la que se aglutinaban furgonetas o foodtrucks cada una de una especialidad, pudiendo encontrar de pizzas, hamburguesas, comida vegana, burritos, etc y en el centro, mesas y sillas.

Peeeeero, para acceder a esa zona debías ascender por las interminables escaleras a pleno sol, andar hacia una rampa, subirla y llegar, ya sin fuerzas, a hacer cola para comer y, con suerte, pillar una silla, porque la zona no es muy grande para la cantidad de asistentes que tiene el festival.

Sin mencionar que mientras vives esa odisea, los grupos siguen tocando en los escenarios principales.

Es por todo esto, que deberían de considerar la opción de instalar algún puesto de comida en la zona principal, aunque no cuenten con tanta variedad.

Y entre foodtrucks y furgonetas, yo Ale Puch, me reencontré con un amor que surgió allá por el leyendas del 2022.

Fue un reencuentro inesperado, no pensaba que pudiera encontrármela allí, pero pasada la mitad de la zona de comida cruzamos nuestras miradas y ahí estaba ella, mi querida Jessica Jones.

La mejor hamburguesa que jamás me he comido en un festival.

Y es que la gente de Freak Burguer Internacional FBI hacen unas hamburguesas que son capaces de resucitar al heavy más cansado.

Jamás probé nada igual en ningún festival, pura delicia.

Y la simpatía que ofrecen las tres cocineras también es digna de elogio.

Los que tengáis la suerte de ir al Leyendas este año buscadlas, porque allí estarán también. ¡Mi amada Jessica Jones!

Hemos comido, bebido y hecho pipí, nos queda vestirnos.

No hay festival sin su merchandising oficial.

Dicha zona se encontraba en la entrada al recinto, pero los primeros días la cola kilométrica hacia imposible pararnos a comprar, ya que eso suponía perderte algún grupo y eso, sobre todo el miércoles, era impensable.

Cuando la afluencia de público mermó, pudimos acercarnos, para comprobar, atónitos, que todas las camisetas de chicas se habían agotado el primer día y no volverían a reponerse en lo que restaba de festival.

Los vendedores intentaban consolarme indicando que podría comprarla online al finalizar el festival, pero no ha sido así, ya que sólo están a la venta lo que no se ha vendido.

Como dato curioso, comentar que de las camisetas oficiales del festival había 16 modelos de hombre y sólo 2 de chica, y que, como era de esperar, las tallas pequeñas de hombre también estaban agotadas. 

Merchandising Rock Imperium

¡Pero no pasa nada! podremos comprar algo en la zona de mercadillo…

Pero no fue así, al menos no camisetas.

Y es que la zona de mercadillo sólo contaba con un puesto de cosas varias, uno de discos y dos de las protectoras de animales: Catmur y Cuatro Gatos, de Cartagena, con quienes Esquirlas de Metal colaboró comprando varios artículos.

Protectora animales Rock Imperium

Y así, estimado lector, es como vivimos y disfrutamos una edición más del Rock Imperium en Cartagena.

Cuatro jornadas inolvidables; con un cartel que en los 80-90 serían inimaginables; bandas legendarias en perfecta forma; formaciones consagradas a un nivel excelente; grupos noveles que sorprendieron; sobresaliente organización; y buen rollo y buen  ambiente por todos lados. Pedimos perdón a las bandas de las cuales no podemos escribir nada, pues había que elegir y todas no las pudimos abarcar o ver-oir lo suficiente  para ser muy objetivos.

Agradecer también a Madness primero el darnos la posibilidad de tener éste fantástico festival en España; y por otro, por la confianza depositada en el equipo de EdM, que aunque no tan céleres como quisiéramos, la ración de cariño y mimo que le ponemos a nuestras crónicas lleva su tiempo.

¡Festival a seguir teniéndolo en cuenta como preferencia a futuras ediciones seguro!

Si no estuviste y quieres vivir lo mismo que nosotros; ya puedes sacar las entradas para el próximo 2025 aquí. Se celebrará los días 26,27,28 y 29 con el aliciente de In Flames en su único show en España el año que viene; y promete de nuevo ser una cita imprescindible del verano.

¡Enhorabuena, y bravo por el Rock Imperium!

Autores de la crónica:

  • Mia Wallace.
  • Ale Puch
  • Javier Barrera.
  • Antonio J. Álvarez

Fotografía: Javier Barrera, Ale Puch y Antonio J.  Álvarez.

Vídeos: Antonio J. Álvarez

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